De unas Fallas flojas a la esperanza en la Semana Santa

La hostelería o la ocupación hotelera se vieron gravemente afectadas tras los trágicos sucesos provocados por la dana del 29 de octubre. En Valencia ciudad, bares y restaurantes se recuperaron gracias al consumo de los propios valencianos, pero los hoteles no han terminado de alcanzar los niveles de reservas previos a la riada. Las Fallas podían ser un balón de oxígeno para recuperarse del regular inicio -sería injusto decir malo- del curso, pero las lluvias impidieron ese refuerzo. Ahora, tanto hoteles de Valencia ciudad y provincia, así como la hostelería de El Palmar, ponen sus ojos en la Semana Santa con la esperanza de volver a los porcentajes del año anterior.

Desde la Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunidad Valenciana, Hosbec, han realizado un seguimiento constante a la situación de los hoteles de Valencia ciudad y provincia. A nivel internacional, las noticias de las inundaciones en Valencia provocaron un evidente rechazo de los turistas para elegir la capital del Turia como destino. De hecho, Hosbec analizó la caída del turismo en noviembre en 16 puntos porcentuales con respecto al año anterior, arrastrando la tendencia negativa a diciembre. El objetivo parecía claro, se debía empezar el año de la mejor manera.

«Aunque todavía las previsiones para Semana Santa son muy tempranas, y tampoco podemos compararla con la del año pasado porque cayó a finales de marzo (casi un mes antes), tanto Valencia ciudad como provincia están poniendo todo su empeño en recuperar la normalidad en la afluencia de turistas al destino», aseguran desde Hosbec.

Y es que, según datos de la asociación empresarial, la ocupación en Valencia ciudad en enero empezó por debajo de la ocupación en las mismas fechas que el año anterior. Con la llegada de febrero, las cifras fueron en aumento, y gracias al empujón de turistas que eligieron Valencia por San Valentín -que cayó en viernes-, la ciudad por fin alcanzaba cifras similares a antes de la riada.

Con unas Fallas potentes, -ya lo fueron en 2024 con más de un 80% de ocupación- desde Hosbec confiaban en recuperarse del discreto arranque del año. Pero las lluvias aguaron las previsiones. «Si bien es cierto que el año arrancó con cierta sombra de los efectos de la DANA, y que hasta la primera quincena de febrero no se vieron datos más parecidos al año pasado, la rentabilidad y los precios medios no se terminan de recuperar», indican desde la asociación. «Esta conclusión surge, en términos generales, del resultado de las Fallas 2025. Los primeros datos de ocupación cifran la media en torno al 70%, y con el fin de semana habiendo llegado a 86% de ocupación. Realmente, este inicio de recuperación de datos es a costa de la rentabilidad, que vemos como aún se queda 10 puntos por debajo del año pasado», indican.

Es por ello que, desde la asociación hotelera, confían en la Semana Santa, aunque todavía parece muy temprano analizar previsiones o reservas ya agendadas. «Sobre todo, no podemos comparar a día de hoy el ritmo de reservas, ya que las circunstancias previas casi a un mes vista son diferentes al año pasado por estas fechas», afirman en Hosbec. A estas alturas de 2024, nos encontrábamos a escasos días de la Semana Santa. Este curso, todavía estamos a tres semanas de las vacaciones.

«Para poder recabar los datos con precisión iremos analizando datos de reservas confirmadas y de comportamiento de cancelaciones conforme nos acerquemos al menos a las dos semanas previas. Debemos tener en cuenta que por esas fechas tendremos previsiones climatológicas más fiables, que como ya hemos visto, seguro que afectarán al ánimo de viajar», sentencian.

A este respecto, uno de los sectores que más afectado se vio de manera indirecta por los efectos de la dana fue la hostelería de El Palmar. Tras las noticias acerca del estado de la Albufera, que actuó como desagüe para todos los residuos, cañas y lodo que trajo consigo el barranco del Poyo, el turismo y los visitantes locales creyeron que la pedanía que residen en el interior del Parque Natural también se vio afectada. Sin embargo, ese lado sur del lago apenas mostró síntomas de suciedad.

De hecho, el Ayuntamiento de Valencia realizó una campaña específica para volver a atraer el turismo hacia El Palmar: «El Palmar no ha sufrido daños, y los hosteleros nos han pedido que traslademos que El Palmar está bien y que no se difundan bulos que ahuyenten el turismo», aseguró la alcaldesa.

Sin embargo, parece que los esfuerzos hasta la fecha no han surtido efecto. «Estamos sufriendo mucho, la afectación de la dana ha sido muy dura y todavía nos está haciendo daño», asegura el presidente de la asociación de hosteleros de El Palmar, Emilio Gálvez. «Los dos meses antes de Navidades fueron horribles, por eso pedimos ayuda al Ayuntamiento de Valencia», comenta Gálvez. Y es que, hasta los Reyes, durante una de sus visitas extra oficiales a la provincia de Valencia, fueron a comer una paella a El Palmar y apoyar así a la pedanía.

«Va a costar mucho recuperarnos, cuando un mercado se rompe de esta manera requiere mucho tiempo para volver. En Fallas, los valencianos que cogen vacaciones o los turistas que vienen solían escapar de la ciudad para comer aquí, pero este año con las lluvias tampoco ha venido casi gente. El domingo estuvo algo mejor, pero poca cosa», explica Gálvez, que a la falta de turistas analiza nuevas problemáticas: «También la provincia está muy debilitada económicamente. Muchas familias que venían los fines de semana a comer aquí deben contar cada euro que gastan».

Por todo ello, y una vez más, la Semana Santa vuelve a ser la esperanza para empezar a sentir los síntomas de mejora. «Yo creo que la confianza se ha recuperado, la gente ya sabe que El Palmar está bien. Ahora sólo falta que se recuperen económicamente, y que vuelvan los turistas. A ver si el tiempo respeta y en vacaciones vuelve la gente», sentencia el presidente de los hosteleros.