Los equilibrismos de las Fallas para no morir de éxito

Con el amanecer del 20 de marzo llega el momento de hacer balance de aquello que ha funcionado y lo que todavía está en el 'debe' de cara a ser mejorado para las próximas Fallas. En la libreta de la fiesta, allí donde se anota todo lo que sucede -lo bueno y lo malo- se entremezclan problemas que llevan enquistados mucho tiempo, algunos quizá demasiado, con otros aspectos en los que se ha mejorado gracias a las medidas adoptadas.

Los debates sobre asuntos como la masificación y la limpieza vienen de lejos, el primero es un arma de doble filo en el que se debe encontrar el equilibrio entre el impacto económico y la convivencia vecinal, mientras el segundo representa todo ejemplo de acciones de que se pueden tomar para mejorar las Fallas y que se deben extrapolar a otros ámbitos que alberga la fiesta.

Lo cierto es que los cambios en el control de la Ofrenda para luchar contra los sempiternos retrasos, la guerra sin cuartel contra la pirotecnia ilegal o la apuesta decidida por hacer de la Crida un acto de primer nivel han sido todo un éxito, pero todavía hay que avanzar en materia de convivencia y civismo para que el sentido común impere y se pueda conjugar el disfrute con el derecho al descanso de los residentes en el caso, por ejemplo, de las verbenas o los petardos en zonas protegidas.

Durante esta edición, la emoción y el recuerdo a las víctimas de la dana han tenido un gran protagonismo con para sentidos homenajes para no olvidar a aquellos que ya no están.

La polvareda habitual en forma de polémica que suele levantar alrededor del reparto de premios en la sección de Especial han dejado paso este año a un reconocimiento cerrado y unánime a Convento Jerusalén-Matemático Marzal.

Su histórico triplete con el oro en el monumento infantil, el tercero seguido de Iván Tortajada, el Ninot Indultat con el 'El Forn de Pà i Porta' y el primer premio de la falla grande, estos dos últimos gracias a David Sánchez Llongo, han grabado estas fiestas 2025 con números de oro en los anales de la historia de Convento. Además, a este amplio repertorio cabe añadir también el galardón de Ingenio y Gracia.

El incivismo unido a la pólvora es una mezcla que puede resultar, y nunca mejor dicho, explosiva. Durante las fiestas se han reportado algunos episodios en los que ciudadanos incívicos se peleaban con bengalas en los jardines del Museo Valenciano de la Ilustración y de la Modernidad (Muvim), en pleno centro de la capital del Turia.

El Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural ha denunciado a través de sus redes sociales el uso ilícito de artefactos pirotécnicos en entornos de bienes culturales protegidos como la puerta del antiguo Hospital General: «El bando fallero es papel mojado», lamentaban ante la falta de sanciones.

El Ayuntamiento se ha puesto el mono de trabajo para dejar Valencia limpia como una patena después de la Cremà. El 19 de marzo hubo 2.085 operarios de limpieza repartidos por las calles de la ciudad, es decir, 1.721 más que un festivo normal.

El Servicio de Recogida de Residuos ha reforzado el plan de choque de limpieza con más de tres millones de euros invertidos en incrementar el personal, cantidad que representa un 15% más que lo aportado el año pasado al dispositivo.

Los distintos temporales de precipitaciones que han azotado Valencia durante el mes de marzo han tenido como consecuencia que hasta tres mascletaes tuvieran que ser suspendidas, que uno de los disparo acumulase varios fallos mientras otro se quedaba sin terremoto y estuvo en vilo hasta el último momento.

Los quebraderos de cabeza para los pirotécnicos empezaron el día 3 de marzo cuando Pirotecnia Alto Palancia vio su disparo truncado por el agua. Después, Dragón, Pibierzo y Zaragozana se quedaron con la miel en los labios por el paso de otra borrasca. Por último, Mediterráneo vio cómo la lluvia impidió el montaje del terremoto.

Otro de los aspectos por los que estas Fallas pasarán a los anales de la historia como una de las ediciones donde la emoción ha tenido un papel preponderante. Los homenajes a las víctimas de la dana han estado omnipresentes a lo largo de todos los actos del calendario festivo con numerosos guiños hacia los fallecidos.

Senyeras dibujadas con pólvora durante las mascletaes, besos y dedicatorias a los ramos que vestían el cadafal de Virgen de los Desamparados en la Ofrenda o las invitaciones a las juntas locales falleras a desfilar frente a la patrona han sido algunos de los símbolos por los que también serán recordadas estas fiestas en la posteridad.

El descontrol de la fiesta se hace patente cuando se incumplen puntos tan implorantes como los relativos a la contaminación acústica recogidos en el bando fallero.

Precisamente esta es la denuncia de los vecinos de la plaza de San Sebastián, en el barrio del Botánico. Los residentes critican que la comisión que tiene habilitada la glorieta como espacio de celebraciones vulnera su derecho al descanso así como que algunos incívicos orinan y defecan en el interior de sus portales. La Policía Local se personó en el lugar tras las quejas vecinales y comprobó que la falla incumplía la distancia entre los altavoces y el medidor acústico.

La lluvia puso en jaque la Ofrenda y saltaron todas las alarmas sobre el posible caos que se podía originar con los sempiternos retrasos que en los últimos años se han agravado en demasía hasta tal punto que la fallera mayor infantil del año pasado, Marina García, terminó su desfile ante la Virgen de los Desamparados sobre las 3.00 de la madrugada.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Los chips y puntos de control de tiempo remediaron este problema y se pudo capear el temporal hasta el punto de que Lucía García hizo su aparición ante la Geperudeta una hora y media antes de lo que lo hizo su antecesora en el cargo.

Resulta evidente que el tardeo cada vez gana un mayor peso dentro de la fiesta y entra casi en competencia directa con las tradicionales verbenas.

No obstante, ello no debe llevar aparejado que puntos tan emblemáticos como la plaza de Brujas, donde se sitúa el Mercado Central, se conviertan durante la Semana Fallera y el fin de semana previo a la fiesta se convierta en un estercolero permanente repleto de basura, latas y botellas de alcohol.

La pirotecnia ilegal fue el gran quebradero de cabeza durante las Fallas de 2024. No obstante, se ha sabido responder ante ello con una mayor coordinación entre los distintos cuerpos policiales con el objetivo de poner coto a este tipo de actividad ilícita que entraña graves peligros para la seguridad en el río.

Los esfuerzos en la vigilancia preventiva se han demostrado efectivos a la hora de detener a los vándalos de la pirotecnia ilegal. Sin embargo, todavía se escucharon potentes estallidos durante la Nit del Foc en el viejo cauce. Queda mucho por hacer pero hasta el camino más largo se empieza con el primer paso.

El millón de visitantes que pasaron por la ciudad el pasado fin de semana según la Policía Local son un arma de doble filo. La elevada cantidad de personas que se pasaron el pasado sábado y domingo se encuentran a medio camino entre la masificación y el impulso de los sectores económicos y negocios implicados directa o indirectamente en las Fallas.

La jornada del sábado se vivieron colapsos importantes en el desalojo de la mascletà por la calle Marqués de Sotelo con motivo de esta gentrificación. Los servicios de Cruz Roja tuvieron que atender a decenas de personas por episodios de lipotimias o cuadros de crisis de ansiedad.

El ADN 100% valenciano estuvo muy presente en una Crida de este año que combinó a la perfección la tradición y la modernidad, factor que hizo que algunos la llegaran a calificar como la mejor de la historia.

Una versión épica de 'El Fallero' y 'Valencia', el espectacular baile en altura, la nota musical aportada por la Banda Municipal y la Escolanía de la Mare de Déu y los emotivos discursos de las falleras mayores de Valencia, Berta Peiró y Lucía García, acordándose de las víctimas y afectados por la dana aderezaron el tradicional espectáculo de luces y sonido presenciado por cerca de 80.000 personas que se acercaron hasta las Torres de Serranos.

Existe un quórum en la Exposición del Ninot de este 2025. El ninot del futbolista brasileño del Real Madrid Vinícius Júnior y su 'Cagalló d'Or, en referencia a que no consiguió ganar el premio como mejor jugador del mundo, ha sido uno de los monumentos que más fotografías ha acumulado por parte de los visitantes.

Sin embargo, el humor, ese elemento consustancial a las Fallas, no ha sido entendido por parte de algunos que han proferido amenazas de muerte e insultos hacia Víctor Navarro, el artista fallero implicado. Este un oficio en peligro de extinción, parece que algunos no entienden o no quieren entender que su trabajo consiste en hacer arte y sátira.

El aluvión de visitantes y turistas que desembarcaron en Valencia durante el pasado fin de semana salvó la campaña comercial de la fiesta que ha terminado por ser discreta como consecuencia de las lluvias y que los días grandes cayeran a principios de semana.

Un millón de personas abarrotó la ciudad durante el domingo, pero especialmente el sábado dejando como resultado que en alojamientos se cumplieran las previsiones o incluso que se alcanzaran picos del 85% de ocupación gracias al impulso del visitante nacional mientras que en hostelería se llegaron a superar las estimaciones previas sobre la cantidad de reservas el fin de semana.

Ver montones de basura por doquier es una de las estampas clásicas de la conocida popularmente como cara 'B' de las Fallas. Pese a los esfuerzos tanto de las comisiones como por parte del Ayuntamiento a la hora de reforzar el plan de choque para la limpieza y gestión de residuo, gran parte de la responsabilidad en esta materia recae sobre cada persona.

La realidad es que no pueden pagar justos por pecadores en este asunto. La suciedad es la consecuencia directa del incivismo de unos pocos, a quienes realmente hay que sancionar, pero que termina por salpicar a aquellos que cumplen escrupulosamente con la normativa.

El imperio de las churrerías sigue su expansión de manera imparable. Las Fallas 2025 han marcado un nuevo hito en lo que a este tipo de establecimientos se refiere: las calles de Valencia han contado con el mayor número de establecimientos de este tipo visto en el último lustro.

La Concejalía de Fallas recibió un total de 144 solicitudes de montaje de este tipo de tiendas. Esta cifra es nueve unidades superior a la del año pasado y diez si se coge la marca de 2023. Ante el crecimiento exponencial de este tipo de negocios, el Ayuntamiento ha seguido con puño de hierro para que las paradas cumplan con los menos 3,5 metros de altura permitidos.

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