La falta de impermeabilización y las lluvias causan las filtraciones en fincas de l'Horta y de Camp de Túria

«Mi primera reacción cuando vi la noticia en LAS PROVINCIAS fue sacar la foto y ponerla en el grupo de mis compañeros. Les comenté que era ideal para mostrársela a los alumnos en el primer día de clase».

Vicente Blasco García es doctor arquitecto y profesor en la Universidad Politécnica de Valencia desde hace 27 años. Y es que es en el inicio del curso cuando los aspirantes a arquitecto aprenden cuestiones como los muros de carga y las cimentaciones, en definitiva, las bases que ha de tener cualquier construcción.

En estas primeras jornadas cuando se abordan también aspectos como el nivel freático y las fluctuaciones que puede tener, por lo que lo ocurrido en varios municipios de la provincia de Valencia es un buen ejemplo para aprender.

Blasco ha remarcado la necesidad de que los edificios cuenten con todas las protecciones en materia de impermeabilización y cuando se le pregunta si aquí ha habido deficiencias a la hora de construirlos responde con un «probablemente». «Si hay filtraciones y éstas no se producen con frecuencia es porque el nivel freático varía y porque los sótanos no se han impermeabilizado correctamente», ha apuntado.

Cuando se le plantean cuáles deberían ser las posibles soluciones, admite que, a partir de ahora, va a tener que asumirse, por parte de los propietarios, que va a ser necesaria una operación costosa. Lo primero va a ser tener paciencia hasta que el nivel freático vuelva a bajar, todo se seque y se puedan instalar las correspondientes protecciones. Blasco ha advertido, sin embargo, que la instalación interior no va a ser la mejor de las soluciones, que hubiera tenido que realizarse cuando se construyó la finca en cuestión. La medida concreta que se deberán hacer ahora se basará en la creación de un vaso estanco.

La actuación, ha añadido Blasco, aunque no es obligatoria, «sí será necesaria si no quieren volver a tener humedades cuando suba el nivel freático en el futuro». Eso sí, para tranquilidad de los vecinos, ha descartado que pueda existir riesgo estructural para los edificios que tengan este problema.

Blasco, quien fue arquitecto en el Ayuntamiento de Serra, un municipio del Camp de Túria a unos 12 kilómetros de distancia de Bétera, ha reconocido que le ha sorprendido la gran cantidad de inmuebles afectados. La gran cantidad de agua caída en los meses de primavera ha provocado que parte del agua haya ido a los ríos y otra se filtre y genere este aumento en el nivel freático.

Por lo que respecta a la evolución en los diferentes municipios, es similar. Un estudio en Meliana realizada por la empresa Sigma, consultada por LAS PROVINCIAS, ha detectado el nivel a 2,90 en la zona más cercana a la costa y a ras de suelo en el Camí del Barranquet, mientras que otras mediciones en Albuixech, realizadas por un arquitecto técnico afectado por las filtraciones, lo sitúan a 2, cuatro puntos más que en 2018.

Desde la empresa Sigma, su responsable Jorge Navarro explicaba que el aumento del nivel freático puede deberse a la primavera lluviosa que hemos tenido y que ha provocado la recarga de los acuíferos. Esto sumado a que no hace falta utilizar agua de los pozos para el riego porque hay suficiente en superficie mantiene el nivel a esta altura. «Una vez se comiencen a utilizar y el tiempo sea más seco bajará», comentó. Y esto es lo que hace falta para que el problema deje de serlo, se sequen las superficies afectadas y los propietarios pueden acometer las reparaciones pertinentes.

En cuanto a la Real Acequia de Moncada también se ha pronunciado al respecto y alega «no ser la responsable» de las filtraciones, en tanto la infraestructura se construyó hace 800 años y han sido las construcciones las que la han ido desviando.

Los bloques damnificados se cuentan por decenas solamente en Albuixech y todos coinciden en situar el inicio del problema en el mes de mayo. Otras tantas fincas en La Pobla, Massalfassar, Massamagrell y Meliana también están en la misma situación.

Más afectados en Bétera

En el caso de la localidad de Bétera, alguna comunidad de propietarios se ha unido a la larga lista de afectados. En concreto, por el momento se han incorporado a este grupo las comunidades de propietarios de varios edificios en la Albereda Escultor Ramón Inglés, garajes de Sants de la Pedra, avenida País Valenciano, calle Estación, Luis Reig, Antiguo Reino y José Sáez. Los vecinos han recordado que están a la espera de mantener una reunión con la alcaldesa del municipio, Elia Verdevío. Han insistido en las últimas jornadas que su único objetivo es que se solucione el problema.

Ante esta situación, y visto que ni los seguros de las viviendas ni de las comunidades se hacen cargo del problema, los ayuntamientos de l'Horta Nord buscan fórmulas para mitigar el coste que supone para los grupos propietarios acometer la impermeabilización de las fincas afectadas. Por ejemplo, en el caso de Meliana ha sido el primero en habilitar una línea de subvenciones de 40.000 euros.

En La Pobla de Farnals, su alcalde, Enric Palanca estudia bonificar el impuesto de construcciones, ICIO, para aquellas comunidades que vayan a realizar trabajos de este tipo, y dejarlo prácticamente a cero. «No tiene sentido cobrar un impuesto a los propietarios cuando no son los causantes del problema sino que es algo sobrevenido», señala. En cuanto a la posibilidad planteada por los afectados de Albuixech, que se están organizando en una plataforma, de declarar la zona catastrófica, Palanca advierte de que «es complicado y no los ayuntamientos no tenemos potestad».

De igual forma explica que una situación similar se dio en 2016, cuando el Ayuntamiento realizó un estudio geohidrológico que determinó un nivel freático muy alto. «Tuvieron problemas unas fincas construidas en el año 2000, cuando el nivel estaba bajo, reclamaron a la constructora que se hizo cargo de la impermeabilización y ahora no han tenido estos problemas», remarca.

En Massamagrell, su alcalde, Paco Gómez, advierte de que un informe elaborado por la suministradora de agua potable establece que el agua que entra a los garajes no es la misma que circula por la Real Acequia de Moncada, por lo que han descartado esta causa. «Estamos planteando crear una partida para ayudar a las comunidades de propietarios», avanza, aunque matiza que «es complicado». Lo mismo ocurre en Albuixech, como apunta el alcalde, Pepe Andreu, que también tiene previsto solicitar un estudio geotécnico de la zona.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Bétera se está a la espera del resultado de un informe técnico aunque una de las tres hipótesis del Consistorio ya señalaba hacia deficiencias en la construcción como posible origen del problema. Así, apuntaban hacia «los deficientes sistemas constructivos detectados en todos los inmuebles afectados tanto en el sistema de cimentación y de los muros de sótano como en la deficiente ejecución, tratándose de edificios con sótanos ubicados en esa zona del municipio, que se podía entender como una especie de Albufera natural, y de la que los respectivos proyectos y direcciones de obra debían haber considerado».

Las otras dos alternativas apuntadas desde el Ayuntamiento eran la ausencia de bombeo de los pozos existentes en la zona circundante y la falta de cultivo en parcelas de regadío.