La falta de médicos ya obliga a suspender citas y demora la atención en urgencias en la Comunitat

El miércoles, en el hospital comarcal de Vinaròs no había radiólogo de guardia por la noche, por lo que a partir de las 22.00 horas «se tuvo que derivar toda la patología que requería prueba radiológica al Hospital General de Castellón, situación que se volverá a reproducir los días que no se cubran las guardias tanto de radiólogos como de urólogos, intensivistas o psiquiatras», explicaron desde el Sindicato Médico de la Comunitat CESM-CV.

En el hospital Clínico, esta semana se han tenido que instalar camas en una sala de espera por las demoras que sufren los pacientes para ser trasladados a una habitación, señalan desde Intersindical Salut. Desde Sanidad puntualizaron que se trata de un espacio que, en casos de necesidad por presión asistencial, se utiliza para observación. «Ayer por la tarde –por el miércoles– se retiró, pero está disponible por si en algún momento puntual se necesitara», añadieron. Esta situación de retrasos en las urgencias la padecen también otros hospitales como el General de Valencia o el de Alicante, donde se ha tenido que suspender la citación para operaciones no urgentes que requieren ingreso, lo que prolonga las esperas de esos enfermos.

Estos casos ejemplifican los problemas que está generando ya en la red sanitaria la falta de médicos y de otros profesionales; carencias que imposibilitan la contratación de suficientes sustitutos para que las vacaciones estivales de las plantillas no interfieran en la calidad de la asistencia. Tampoco ayuda, como denuncia el sindicato CSIF, los impagos a los que se somete a los residentes, tanto médicos como enfermeros. «101 residentes del departamento Clínico-Malvarrosa cuyos contratos comenzaron el 25 de mayo todavía no han cobrado sus nóminas», ejemplificaron. La formación ha llegado también a plantear a la conselleria que flete un autobús para enlazar Valencia con Requena y, de esta forma, facilitar que se cubran algunas de las plazas sanitarias vacantes. Así, señalan que se conseguiría evitar la renuncia a esos puestos que generan gastos en combustible por los desplazamientos de hasta 700 euros al mes.

Desde Sanidad, por su parte, admiten que faltan profesionales, de ahí que no se hayan podido cubrir todas las plazas ofertadas de refuerzo para sustituciones; ni los 5.000 nuevos puestos de trabajo creados en mayo. De hecho, el propio conseller del departamento autonómico, Miguel Mínguez, reconoció este jueves que no se han podido cubrir de momento todos los contratos previstos en el plan de verano por la falta de facultativos, aunque remarcó que se podrían cubrir en agosto o septiembre porque es un programa «dinámico» y no cerrado.

Además, el titular de Sanidad ha garantizado que en la «compleja» elaboración del plan se tuvieron en cuenta tanto la finalización de los contratos de refuerzo Covid como la creación de más de 5.000 plazas estructurales en mayo, de las que ha concretado que hay sólo 4.100 cubiertas por la falta de facultativos. Por tanto, y desde mayo, 900 plazas siguen sin ser ocupadas por un profesional sanitario. «Vamos contratando a medida que hay médicos para contratar», explicó, mientras que subrayó también que hay más de cien empleados sanitarios públicos de baja por coronavirus.