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El abandono que sufren muchas zonas ajardinadas y espacios reservados para los árboles en los barrios de Valencia es más que evidente. De hecho, ya hay vecinos que han pasado de la indignación a la acción para demostrar su malestar.
Los residentes no quieren seguir viendo alcorques vacíos, copas de árboles que se meten por las ventanas de sus casas y jardines donde hay que ir esquivando las ramas.
Buena prueba de ello es que, por ejemplo, en San Isidro, la asociación de vecinos ya se ha movilizado para exigir el mantenimiento de sus zonas verdes. «Hemos recogido 1.100 firmas para pedir al Ayuntamiento que vengan a podar los árboles del barrio», explica Agustín Rodas.
Según afirma, «en calles como José Andreu Alabarta, tenemos ramas que llegan a un sexto piso y los vecinos no abren ni las ventanas. En Doctor Rafael Bartual son árboles más jóvenes, pero llegan a un tercer piso las ramas y si abres las ventanas, entran ratas e insectos y lo mismo ocurre en Camí Nou de Picanya, ya que entran bichos verdes».
Rodas añade que «en José Andreu Alabarta hay árboles enfermos y están llenos de gusanos y mosquitos y los niños están llenos de picaduras y los bancos están rotos y las zonas de juego muy desgastadas».
El portavoz vecinal argumenta que con las últimas lluvias «han caído tres ramas, una en Camí Nou de Picanya, otra en Doctor Rafael Bartual y la tercera en Arquitecto Segura del Lago y nos da miedo que pase como con el ficus del Parterre y haya heridos».
Un caso llamativo es el del parque Enrique Granados, en Patraix, donde los árboles están tan tupidos, que ya cubren a los coches que aparcan en la calle «impiden ver con claridad el semáforo de la calle Fontanares y tapa las farolas», explica el vecino Reyes Amor.
Argumenta que «las raíces están levantando aceras, hay árboles entrando en las casas, ramas que tapan hasta los bancos para sentarse, las palmeras no se podan y las ramas llegan al suelo, da miedo pasar y en las zonas de juegos infantiles y de petanca hace tiempo que no van las luces». Y añade que en la calle Vicente Clavel «hay árboles secos junto a un instituto y no actúan».
Dice que las palomas llenan todo de heces que caen en zona de juegos y bancos y los asientos son tan bajitos que la gente mayor no se puede levantar».
En Malilla, el presidente vecinal, Alfonso Cortés, indica que «la maleza invade los árboles y hasta el nuevo parque sur. Dicen que hay que respetar la vegetación autóctona, pero ya nos suena a cachondeo y las palmeras llegan a las ventanas de las casas». Precisamente ayer la portavoz del PP, M.ª José Catalá, visitó ayer este barrio y declaró que «las principales quejas de los vecinos cada mes son la suciedad en las calles y la falta de cuidado de los jardines. Malilla es un ejemplo de la situación que se vive en los barrios de la ciudad», por eso pide «que se tomen medidas con urgencia para mejorar la limpieza de jardines y parques, así como en la zona destinada a los perros, que están abandonadas».
Los vecinos de Pla del Remei incluso han paseado las calles y han hecho un estudio de las carencias en materia verde, «con ramas que llegan a las casas de Sorní o Jorge Juan», indica Sonia Ferrandis, o naranjos con plagas en Jacinto Benavente.
En Nazaret, el presidente vecinal de Nazaret Unido, José Antonio Barba señala que «no se podan las palmeras de la calle del Parque y en Fontilles no se puede pasar por donde están los árboles» y Julio Moltó, portavoz de la entidad Nazaret, detalla que «no se podaron las palmeras de Manuel Andrés porque cuando fueron, habían nidos de pájaros. En la calle Fontilles, hay una gran higuera en la entrada de la biblioteca por donde no se puede pasar y en Guitarrista Tárrega, las ramas entran en los balcones».
Tanto en Monteolivete como en avenida de la Plata, los dirigentes vecinales coinciden en que es necesario arreglar la zona ajardinada de Amado Granell «porque está hecho un desastre» y en Escultor José Capuz «las melias están sin podar y llegan a las casas», añade Amparo García.
En el barrio de la Malvarrosa, Pau Díaz, de Amics de la Malva, afirma que «en la calle Álvaro López hay una palmera muerta desde hace años y las ramas de los árboles de esa calle están sin podar y cuando pasa el autobús 99, barre el techo».
En Marchalenes, Paco Llamas comenta que «falta mucha poda. En la calle San Pancracio los ciclistas tienen que salirse del carril bici para sortear las ramas y muchos alcorques vacíos».
En Benimaclet, Paco Guardeño comenta que «hay palmeras en calles como Poeta Ricard Sanmartí y avenida Valladolid por podar y hay ramas en la plaza Emili Beut i Berenguer que están cayendo los días de viento y es una zona con juegos infantiles». Y en San Marcelino, Salva González, cita que hay árboles sin podar en la plaza Óscar Romero, acacias sin podar en Pío IX y no se puede ni pasar y los juegos infantiles de la Rambleta están desgastados».
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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