

Secciones
Servicios
Destacamos
Una de cada dos familias con algún miembro con discapacidad tiene dificultades para llegar a fin de mes. Son datos del informe 'Discapacidad y familia' que ha elaborado la Fundación Adecco con la colaboración de Gedia con ocasión del Día Internacional de la Familia.
Es la undécima ocasión en la que se presenta el informe que en este año ve la luz en la nueva normalidad tras la pandemia cuando de la impresión de que lo más duro de la crisis parece que ha quedado atrás pero en un contexto marcado por una profunda incertidumbre e inestabilidad social y económica.
La investigación, que se ha realizado a partir de una encuesta a 400 hogares (60 de ellos valencianos) en los que habitan menores con discapacidad, se centra en visibilizar sus preocupaciones, necesidades y reivindicaciones.
Una de las conclusiones del estudio es que algo más que una de cada dos familias (el 54,4%) tiene alguna dificultad para llegar a fin de mes. En concreto, un 15% lo termina con «mucha dificultad»; un 26% «con dificultad» y un 13,4%, «con cierta dificultad».
Noticia Relacionada
Además, es significativo que el 28% se sustenta a partir de los ingresos de un solo progenitor. Y en un 3,1% de los hogares la situación es crítica, ya que ningún adulto percibe ingresos.
En este contexto, las familias reivindican más apoyos para poder hacer frente al sobreesfuerzo económico que deben adoptar para garantizar el bienestar del hijo con discapacidad (90%), mayor inversión en sensibilización (81%) así como destinar más recursos a la formación y el empoderamiento de las personas con discapacidad para estimular su empleo como principal vehículo de inclusión social.
La encuesta se dirige a conocer las principales preocupaciones de los padres con algún hijo en esta situación y cuáles son sus perspectivas. En la Comunitat, los encuestados muestran un gran sentido de la responsabilidad y temen que su hijo no pueda ser autosuficiente cuando ellos ya no estén presentes.
Las respuestas arrojan cuatro grandes preocupaciones para los progenitores. Por un lado, el 87% de los padres teme que su hijo no encuentre un empleo que le permita sustentarse. La segunda es que el 77,7% se plantea con inquietud la posibilidad de que tengan asegurados los recursos terapéuticos y de salud para el bienestar de su hijo con discapacidad.
Por otra parte, les preocupa que su hijo disponga de un círculo social y amistades en las que apoyarse (72,2%). Por último, se encuentra el tema de la vivienda ya que el 55,5% ve con inquietud que su hijo tenga un lugar en el que vivir con seguridad.
Algunas de las respuestas abiertas en la encuesta reflejan muy bien esta preocupación por la futura inclusión laboral de hijo. Algunas de las contestaciones recogidas son «sólo si sale adelante por sí mismo puedo quedarme tranquilo» o bien «si no trabaja, no tiene ingresos ni se relaciona puede aislarse y caer en la pobreza y exclusión».
«Independientemente de cuál sea la prioridad de futuro para las familias, parece claro que el empleo ofrece una respuesta integral para que las personas con discapacidad puedan salir adelante por sí mismas, realizarse personalmente y acceder de forma más fácil a otros elementos como la vivienda, el ocio o el fortalecimiento de sus relaciones sociales. Es por ello fundamental abordar el empleo de la persona con discapacidad desde edades prelaborales, a través de una orientación y formación adecuada a sus necesidades, que permita una detección temprana de intereses»- declara Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
Por otro lado, en cualquier crisis las personas que partían con más vulnerabilidad corren mayores riesgos. Es el caso de los discapacitados que ya antes de la pandemia afrontaban dificultades adicionales y que el Covid-19 no ha hecho más que agravarlas.
56,2% ha visto reducido el poder adquisitivo de la familia con #la pandemia.
87% considera que su principal preocupación ante el futuro es el empleo de su hijo.
89% cree que la sociedad no está preparada para la inclusión laboral de las personas con discapacidad.
La tasa de riesgo de exclusión para personas con discapacidad alcanzó el 33% en 2020, la cifra más elevada en toda la década, según Arope. De esta forma, las familias valencianas entrevistadas en un 71,1% considera que sus hogares se han visto doblemente afectados por la pandemia y que aún no se han levantado de la crisis.
Por una parte, el 56,2% afirma que el Covid ha hecho que la unidad familiar vea mermado su poder adquisitivo bien por la pérdida de empleo, por las reducciones forzosas de jornada, los ERTE o incluso la inflación ocasionada por el exceso de demanda de algunos bienes básicos.
Además, un 25% comenta que debido al efecto de la pandemia su red de apoyos familiares, de amigos o conocidos se ha visto reducida por temor al contagio del virus. Frente a ellos, un 75% ya ha retomado sus relaciones sociales previas a la pandemia.
«Las personas con discapacidad suelen ser de las primeras en caer y las últimas en levantarse en tiempos de crisis. La pandemia tuvo un fuerte impacto en derechos básicos como el empleo, la salud, la educación o los servicios sociales, interrumpiendo el proceso de inclusión social y laboral que durante los últimos años habían protagonizado las personas con discapacidad», explica Myriam Ganado, responsable de Plan Familia de la Fundación Adecco.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.