La Federación de Peñas de bous al carrer llevarán a los tribunales a los veterinarios que no firmen los papeles del toro

Los veterinarios tienen que firmar estos documentos para autorizar en el caso de los toros cerriles (aquellos que no han sido lidiados y que tras el festejo van al matadero) su traslado para ser sacrificados. Los peñistas se están encontrando con que los profesionales de las oficinas comarcales de la Conselleria de Agricultura se niegan a firmar estos papeles los viernes anteriores a los festejos con lo que estas reses no pueden ser remitidas al matadero una vez finalizada la corrida a no ser que los organizadores contraten a un veterinario habilitado.

Esta oposición de los veterinarios ha causado el enfado de los peñistas lo que ha provocado que este colectivo haya decidido pedir la reunión de la comisión consultiva de bous al carrer, según ha señalado su presidente, German Zaragoza. «Pocas posibilidades más tenemos», ha explicado por lo que, según ha remarcado, se están planteando llevar a los tribunales a cada veterinario que no firme los documentos, aunque sin especificar el delito que se les podría atribuir.

Los peñistas alegan que en el caso de que el veterinario de la oficina comarcal de la Conselleria (OCA) no firme los papeles el viernes, los organizadores de los festejos tendrán que contratar a un veterinario al que deberán pagar sus honorarios. Según Zaragoza, este colectivo ha visto «una oportunidad de negocio» en los más de 8.000 festejos que se organizan en la Comunitat durante el año y ha decidido endurecer las condiciones.

La Federación de Peñas recurre a argumentos de bienestar animal para defender su postura. Señalan que si los veterinarios no firman la guía, el animal no puede ser enviado al matadero y está obligado a permanecer 24 o 48 horas encajonado sin poder comer ni beber. «Sólo por esto nos tendrían que hacer caso», ha señalado el presidente German Zaragoza.

Por su lado, los veterinarios han señalado que el Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) ha lamentado «la escalada y el grado de confusión y desinformación generado por las múltiples manifestaciones vertidas en los últimos días sobre la actuación veterinaria en los festejos de bous al carrer».

Ante ello, el órgano colegial autonómico ha querido salir al paso para «defender la profesionalidad y el buen hacer de los veterinarios oficiales tanto de la Conselleria de Agricultura que trabajan en las OCAs (Oficinas Comarcales Agracias) como de los de Sanitat, que lo hacen en los mataderos, así como los habilitados por la Administración».

La vicepresidenta del CVCV, Natalia Gil, ha destacado que su actuación «ha sido clave para preservar la sanidad animal y la salud pública, o lo que es lo mismo, para hacer cumplir la legislación en materia ganadera y, en el caso de los toros cerriles, la referida a la seguridad alimentaria». Este es uno delos argumentos básicos de los veterinarios. Las reses bovinas pueden transmitir enfermedades que se contagian al ser humano como es el caso de la tuberculosis.

Desde el Colegio de Veterinarios se señala que estos profesionales realizan «una labor preventiva clave» y su intervención es decisiva para evitar posibles contagios entre animales o al ser humano (como en el caso de la tuberculosis). De hecho, en España se confirmaron 2.539 casos de esta enfermedad en 2022. Esta patología ha originado graves pérdidas a los ganaderos, ya que en ocasiones, tras confirmarse el contagio a algún humanos, se han visto obligados a sacrificar algunas reses.

Por todo ello, Gil insiste en que «es fundamental controlar cada movimiento de los animales -su correcta identificación, número de reses desplazadas, granja de procedencia, tratamientos aplicados...-. En definitiva, es ineludible asegurar el principio de trazabilidad porque contribuye a evitar el contagio de enfermedades a humanos por los alimentos o provocar toxiinfecciones por residuos peligrosos, como podrían ser los medicamentos».