B. O.
Sábado, 9 de enero 2021, 00:52
La borrasca que recorre las zonas de interior de toda España llegó ayer al litoral valenciano, aunque será hoy cuando lo haga con mayor fuerza. No obstante, el fuerte oleaje registrado en la jornada de ayer obligó a la mayoría de flotas pesqueras a quedarse amarradas en sus puertos. Así, la práctica totalidad de los pesadores de artes menores de las provincias de Alicante, Valencia y Castellón no pudieron salir a faenar porque «este tipo de embarcaciones no pueden trabajar cuando hace mal tiempo, mucho menos con el temporal que ha arreciado esta mañana», matizó ayer José Antonio Sepulcre, presidente de la Cofradía de Dénia, donde las 26 embarcaciones se quedaron en tierra firme. «No hay pérdidas pero tampoco hay ganancias». Sepulcre explicó que la media de beneficios de una embarcación de tamaño medio es de unos 1.500 euros, «aquí se sacan entre 25.000 y 35.000 euros, dependiendo del día, por lo que se deja de ganar bastante».
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Tampoco se hicieron a la mar las 14 embarcaciones de la Cofradía de Altea. En cada una de ellas, explicaban, trabajan tres o cuatro familia, «si a los cinco días de pesca le quitas uno por el temporal y otro que ha sido fiesta, te quedas sin ganar casi el 50%, el año no ha empezado de la mejor manera, pero así es la vida de la mar».
Tan solo cinco de los 90 barcos de Santa Pola se armaron de valor para enfrentarse al temporal en las bravas aguas del Mediterráneo. «Un armador ha dicho que hay peor día que ayer, la mar estaba muy mal», aseguraron.
Muchos comentaban que en estas circunstancias es mejor quedarse en tierra, «trabajar en malas condiciones es arriesgarse a que un marinero pueda darse un golpe y resultar herido; no compensa el riesgo que se corre con lo que se puede pescar un día así».
Respecto a la costa de Valencia, pese a que en algunos puntos se vio a embarcaciones pescando, en otras localidades se desestimó hacerse a la mar. Una de ellas fue Gandia, donde los más de 40 barcos se quedaron amarrados. «Económicamente no entra dinero, es malo para la barcas, para la cofradía y para todos», lamentó el secretario de la Cofradía, Enrique Ferrer.
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Pese a las dificultades económicas que entraña la mar brava para los pescadores, Ferrer veía ayer el lado positivo, «es bueno que cada cierto tiempo haya un temporal de estos para limpiar el fondo marino porque después se pesca mejor».
También positivos se mostraban en la provincia de Castellón, allí el temporal no causó ayer muchos problemas en la costa y la mayoría de las embarcaciones de Vinaròs, Peñíscola, Benicarló o Castellón pudieron salir a trabajar. De hecho, en este último municipio, tan solo cinco se quedaron en tierra, de los 20 de la flota de la cofradía.
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