La gerente de La Fe dimite y cesará de su cargo en quince días

Alrededor de la una del mediodía de ayer, la gerente del Hospital La Fe, Mónica Almiñana, informó a la junta de personal del centro sanitario de que había presentado la dimisión de su cargo. Media hora antes había hecho lo propio con altos cargos del hospital como los jefes de servicio. La doctora, según confirmaron al respecto fuentes de la dirección de La Fe, seguirá al frente de la gerencia del recinto hasta su cese oficial, que se hará efectivo en un plazo de unos quince días. Almiñana no se prodigó demasiado en dar explicaciones en estos dos encuentros. Dijo que finalizaba un ciclo, que había sido «muy feliz» en La Fe y que ahora arrancaba una nueva etapa en su vida, pero que no sabía a dónde le va a llevar, según asistentes al encuentro con la junta de personal.

La todavía gerente llegó al hospital de referencia valenciano de la mano de la anterior consellera de Sanidad, Carmen Montón, que fichó a la que fuera concejal en su municipio natal, Sitges, por el Partido Socialista de Cataluña. Hasta el nombramiento como gerente de La Fe era senadora por L'Entesa pel Progrés de Cataluña, formación conformada por PSOE, ICV y EUA. Este pasado y, en aquel momento, presente político suscitó ciertos recelos por parte de los profesionales sanitarios valencianos, aunque estos cuatro años suponen una muestra del trabajo de esta especialista en gestión sanitaria y en desarrollo de políticas públicas en materia de sanidad y política social.

Con respecto al cambio de rumbo, desde la Conselleria de Sanidad indicaron que «la gestión de la nueva etapa supone marcar unas nuevas directrices y estrategias que, si bien van en la línea de la anterior y en el espíritu del Botànic, implica un cambio en las estructuras que facilitan un nuevo impulso renovado en esta etapa». Asimismo, agregaron que «el liderazgo del hospital La Fe es un tema de vital importancia, y se enmarca dentro de una planificación de legislatura para afrontar los próximos cuatro años».

Sin embargo, el cese de Almiñana tiene lugar después de algunas polémicas registradas en el centro, como el expediente abierto al jefe de cirugía cardíaca de La Fe por presunta mala praxis, destapado en exclusiva por LAS PROVINCIAS. El nombramiento de la doctora, incluso, originó que una de las aspirantes al cargo presentara un recurso. Una semana después de dar a conocer el nombre de la profesional por la que apostaba Montón fue cuando el departamento autonómico decidió la convocatoria pública de la plaza, puesto que finalmente ocuparía Almiñana. Finalmente, el juzgado rechazó el recurso y confirmó la designación de la doctora.

Ahora se abre de nuevo el abanico de profesionales que aspiran al cargo, pero dos nombres suenan por encima del resto. Uno de ellos es Ricardo Campos, quien fue subsecretario de la Conselleria de Sanidad durante la etapa de Montón y, posteriormente, se encargó de la secretaría general del Ministerio de Sanidad, también de la mano de la exministra. Campos protagonizó una polémica en Alzira, después de llamar «tropa» a los trabajadores del hospital de la Ribera.

Otra persona que podría relevar a la doctora es Francisco Dolz, quien fue nombrado también en la etapa de Montón como gerente del departamento de salud del Hospital Doctor Peset.