Fachada del colegio público Luis Vives de Valencia. Irene Marsilla

La gestión de los confinamientos de aulas, en el aire a tres semanas del inicio del curso

El ministerio debe actualizar la guía de intervención para determinar cuándo se aísla a una clase entera o sólo a los contactos

Joaquín Batista

Valencia

Jueves, 19 de agosto 2021

Los colegios e institutos de la Comunitat ya conocen la nueva organización derivada de la pandemia, desde las ratios máximas de alumnos por aula hasta las directrices sobre entradas y salidas, pero a falta de tres semanas para la llegada de ... los alumnos desconocen cómo se procederá en el caso de que se detecte un contagio en las instalaciones, a la espera de que el Ministerio de Sanidad actualice la guía de actuación que será la base para que las comunidades cierren sus protocolos.

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Cabe recordar que la configuración de las clases será distinta, y por tanto pueden cambiar las estrategias. De hecho, el pasado mayo, cuando se presentaron las claves organizativas, ya se avisó de que se actualizaría la citada guía conforme a los cambios introducidos.

Por ejemplo, durante el curso pasado por regla general un positivo en un grupo burbuja (las clases de alumnos más pequeños, donde no se mantenía la distancia continuamente), implicaba que los servicios de Salud Pública decretaran el confinamiento de todos los integrantes -primero durante 14 días, después fueron diez-, mientras que en los grupos ordinarios, donde los estudiantes sí mantenían los 1,5 metros, dependía del estudio de casos, yéndose a casa sólo los considerados contactos estrechos.

A partir de septiembre, en los colegios, ya no habrá grupos ordinarios, sino que todos serán burbujas, por lo que no se sabe si se aplicarán confinamientos en cualquier caso o seguirá habiendo rastreos entre los más mayores, donde es lógico pensar que las cautelas de distanciamiento sean más habituales. Además, se debería modificar la idea, recogida en el protocolo actual, de que un familiar de un alumno infectado deba hacer cuarentena, pues la mayoría ya habrá recibido la pauta completa de vacunación y la inmunización exime de esta cautela según recoge la estrategia nacional. Lo mismo sucede en el caso de los docentes o incluso de los alumnos que se encuentren en la misma situación y sean considerados contactos estrechos.

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El documento también debe contemplar los escenarios que se tienen que dar para permitir la suspensión de la actividad presencial en el caso de brotes con transmisión incontrolada, o precisar la necesidad de realizar PCR a los alumnos confinados.

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