

Secciones
Servicios
Destacamos
Eduardo Rojas acaba de ser reelegido decano del Colegio de Ingeniero de Montes de España por otros cuatro años y es profesor de la Universitat Politècnica de España.
– Ustedes apuesta por la gestión para evitar los incendios.
–Es lo más importante. En la actualidad los incendios pueden alcanzar unas densidades que con los medios que tenemos no podemos afrontar. Pero estamos inmersos en una inercia de lo que se hacía hace 30 o 40 años.
– ¿En qué sentido?
– Los incendios son un problema en todo el Mediterráneo norte y en muchos otros puntos del globo desde los años 70. En un primer momento se optó por una respuesta técnica y se propusieron atajarlo invirtiendo en medios de extinción. Pero ahora esta política no es viable aunque en España todavía pervive la obsesión por la causa que implantó Narbona con un planteamiento centralista. Se olvida que este país tiene zonas muy diferentes. No es lo mismo Galicia que Andalucía. Además, si todo se basa en invertir en más medios de extinción nos la jugamos a lo que puede pasar un día malo como ya ocurrió en Andilla y Cortes de Pallás.
– ¿Cómo se ataja un incendio?
– En estos momentos España es un país de referencia a nivel mundial y Cataluña va a la cabeza. Se ha apreciado que el fuego no es lineal, que depende de la orografía y del viento. y que hay que identificar los puntos donde se debilita para actuar con para hacer que en el próximo salto sea menos virulentos. Pero para ello hay que gestionar el monte.
– ¿Que se entiende por gestión forestal?
– En la Comunitat se perdió una oportunidad de oro en la pasada legislatura para impulsar la gestión. No se aprovechó la reforma de la Ley Forestal. Hay que tender a una planificación integral. Recuperar cultivos o zonas de pastizal estratégicas. Gestionar pasa a veces por dejar menos árboles, sólo los mejores, y acelerar así la maduración de los bosques para que sean más resilientes. Es la solución óptima y además la que consume menos agua. Pasa por quitar los elementos finos que se queman y consumen agua, por hacer desbroces y clareos y generar una economía circular.
–¿Por qué no se hace?
– Es más fácil y más vendible a la opinión pública plantar un árbol que aserrarlo. Nos estamos separando del mundo rural y perdiendo las nociones básicas mientras las sustituimos por una visión artificial.
– Ahora se vuelve a hablar de repoblación ¿Es necesario?
– Lo importante ahora no es ganar hectáreas sino asegurar las que hay. La repoblación es un procedimiento muy caro y además se corre el riesgo de que no sea efectiva. Los bosques están creciendo por sí mismos. Pero es muy fácil generalizar y caer en los tópicos.
– ¿A los ingenieros forestales les hacen caso?
– Cuesta, pero se van dando pasos. Poco a poco vamos entrando en los despachos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.