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BELÉN HERNÁNDEZ
Lunes, 26 de septiembre 2022
Tras saber que Mario sigue vivo y preso en una cárcel de Crimea, la familia y amigos del voluntario valenciano en Ucrania informan a ... las autoridades para conseguir sacarle de la cárcel lo antes posible.
Su amigo de la infancia y portavoz de la familia, Francisco Santiesteban, ya se ha puesto en contacto con Delegación de Gobierno para movilizar los trámites. Hace medio año que la pista de Mario se perdió en plena invasión de las tropas rusas a la ciudad en la que vivía desde hacía ocho años, Jersón. Ahora que ya tienen pistas reales sobre su paradero, los suyos no van a esperar ni un minuto más para que vuelva a ser puesto en libertad.
«Le he facilitado a Delegación de Gobierno todos los datos sobre Mario para que consigan liberarlo», comenta Francisco. Ahora que sabe que el que es como su hermano sigue vivo, la impaciencia por volver a abrazarle se apodera de él. No ha tirado ni por un momento la toalla, aunque la opción de encontrar al voluntario con vida llegara a parecer una utopía. Si hay algo que ha tenido claro Francisco desde aquel 19 de marzo de 2022 en el que el teléfono de Mario se apagó y no volvió a encenderse es que no permitiría que el recuerdo del que es como su hermano se perdiera en el olvido.
Por sorpresa, el pasado sábado 25 de septiembre por fin se esclarecía qué había sido de aquel voluntario de Carlet que se prejubiló y partió rumbo a Ucrania para ayudar en cuanto se desató la guerra de Crimea. «Mario está vivo», comunicó una amiga ucraniana a la familia. Tras meses interminables de búsqueda, un compañero de celda que logró escapar dio la noticia: «Es prisionero en la cárcel de Crimea».
Mario siempre lo tuvo claro: «No abandonaré hasta el final». Y así fue. E hombre no se empequeñeció cuando los soldados de Putin (o como él llama al presidente, «el señor de las guerras») entraron en la ciudad que ya consideraba como su hogar. El valenciano hasta tiene el acento de un nativo.
Su motivación de ayudar al país no surgió de la nada. Francisco conoce al voluntario desde hace más de 35 años. Toda una vida. Conoce su alma y cuáles fueron sus razones para dejar atrás la vida que una vez conoció para embarcarse rumbo a lo desconocido. «De pequeño su padre le contó que en la Guerra Civil Española hubo niños españoles que fueron acogidos como refugiados en Ucrania. Un buen día se fue para allá creyendo que podía pagar parte de esa deuda histórica ayudando a familias y a niños de allí. Eso demuestra el corazón que tiene», cuenta su amigo.
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