Los hermanos que han creado un imperio tras la pandemia

Los dueños del grupo 'El Gordo y el Flaco' son dos treintañeros de Godella cuyo triunfo les ha permitido que la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia les concediera con el Premio Especial Valencia Activa a la Joven Empresa Generadora de Empleo en 2021 hace dos meses. «La verdad es que podemos estar muy contentos, en una época muy dura para el sector hemos sabido adaptarnos a la crisis y hemos doblado el personal, aumentado facturación y seguimos creciendo», señala Salva.

La clave de esa adaptación que les ha llevado al éxito ha sido el servicio a domicilio. «Hemos visto dónde está la oportunidad, hicimos un análisis de mercado y a raíz de la pandemia facturamos mucho con la comida para llevar. Supone casi la mitad de nuestros ingresos, se nos abrió una nueva línea de negocio», expresa Pablo, quien se encarga de las relaciones institucionales, mientras que Salva supervisa a los cocineros. «Pero ya no podemos meternos en la cocina, tenemos que gestionar todos los restaurantes, yo paso por el obrador, donde se pica carne a diario, y controlo», indica Salva.

Antes de la pandemia este grupo empresarial ya había crecindo considerablemente, con 120 empleados y una facturación de unos 5 millones, pero esas cifras han aumentado más del doble en un año y medio, hasta los 285 empleados actuales y 14 millones de facturación, con una previsión de 18 millones para este 2022. De hecho, van a abrir tres restaurantes más este año. «Somos el grupo número uno que más comida ha servido en el sector de hamburguesa y pizzas en la Comunitat», aseguran.

Son precisamente esas dos especialidades las que forman la base de su negocio. El restaurante 'Lamburguesa' es su buque insignia, con doce establecimientos entre Valencia y localidades como Bétera, Godella, Paterna o L'Eliana y la otra arteria principal es 'Paffuto', de comida italiana, con siete locales. Se trata de una hostelería de gestión propia, sin franquicias, que llevan los dos hermanos. «Nosotros estamos en las oficinas centrales, con 22 personas, y gestionamos todos los restaurantes, aunque hay jefes de área que controlan varios restaurantes cada uno. Hacemos comida rápida de calidad, todo lo preparamos de forma artesanal», apunta Salva.

Desde niños han sido apasionados de la comida, aunque comenzaron trayectorias académicas diferentes. Pero en 2006 su padre abrió un pequeño restaurante en Bétera. «Yo tenía 21 años y mi hermano 17, y le echábamos un cable», dice Salva. Y si la actual crisis del Covid les ha hecho brillar, la anterior de 2008 les permitió adentrarse en la hostelería. «Mi padre tuvo que despedir a gente y nos pusimos a ayudarle a diario, yo en cocina y mi hermano en sala. Y nos dimos cuenta de que era lo que nos gustaba», comenta Salva «aunque preferíamos la vertiente empresarial, ver lo que se compra, la facturación, dónde se puede aumentar beneficios», añade Pablo.

Cuando su padre les anunció que debía cerrar 'La bona cuina' ellos le echaron valor y se quedaron el restaurante. «Nos subrogamos el préstamo que tenía mi padre, nos tiramos a la piscina, tuvimos fe ciega en el negocio. Éramos mi hermano en sala, yo en cocina, mi madre echaba un cable y contratamos dos personas para ayudar», recuerda Salva. Lo transformaron en 'El Gordo y El Flaco', con buena calidad y precios más asequibles.

Les costó pero empezaron a crecer. Pronto abrieron otro local de éxito, y en 2015 iniciaron en Godella su gran foco de negocio con las hamburguesas. Los beneficios los destinaban a abrir nuevos locales y empezaron a expandirse en Valencia ciudad, donde ya tienen una docena de locales de su grupo.