Un hombre muere asfixiado al quedar atrapado en una reja de una casa deshabitada en Valencia

Tras recibir el aviso de que un hombre se había quedado atrapado en la reja, una patrulla de la Policía Nacional se desplazó al lugar para auxiliarlo. También acudió un equipo de bomberos, que rescató el cuerpo tras cortar varios de los barrotes, y una ambulancia del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU).

Los hechos sucedieron sobre las tres de la madrugada. Los agentes que asumieron la investigación no hallaron indicios criminales tras inspeccionar la ventana de madera y la reja, por lo que todo parece indicar que el hombre falleció por asfixia de forma accidental cuando salía de la vivienda por el mismo sitio que había forzado previamente para acceder, presumiblemente, con una palanca o alguna herramienta similar.

La víctima portaba un destornillador y una linterna cuando trataba de salir por el hueco que había abierto entre los barrotes, y al parecer se venció hacia abajo, donde la distancia entre estos era mucho más estrecha, quedando atrapado. Aunque un vecino llamó al 112 y dijo que la víctima todavía respiraba con dificultad, cuando los policías llegaron al lugar el hombre ya había fallecido.

La Policía está investigando si la víctima había entrado a la casa para robar. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia para practicarle la correspondiente autopsia.

Casualmente, un familiar de uno de los propietarios de la vivienda se topó con la intervención policial cuando volvía de trabajar, cerca de las cuatro de la madrugada. El cuerpo ya había sido excarcelado y permanecía tapado en la acera. Hasta la zona se habían desplazado patrullas de la Policía Nacional, Policía Local y un equipo de la Policía Científica.

Tal y como explicó a este periódico, las dos hojas de la ventana forzada se encontraban abiertas, la cortina estaba enrollada y la reja había sido cortada ya por los bomberos. Una vez levantado el cadáver y finalizada la intervención policial pudieron acceder a la vivienda y comprobaron que no faltaba ningún bien. «Estaba todo en su sitio», dijo. Después trataron de recolocar los barrotes, más o menos en su sitio, para proteger el espacio.

Una de las hipótesis que manejan los vecinos es que no se tratara de un robo al no haber objetos de valor, sino de un intento de ocupación. Otro vecino, residente en la finca contigua a la asaltada, señaló que sobre las doce de la noche escuchó un ruido fuerte, «como si se golpeara una pala contra una reja».