El hospital de campaña ubicado junto a La Fe de Valencia. jesús signes

Los hospitales de campaña preparan el cierre con ocho millones por pagar

Justicia contacta con Sanidad para desmontar unas instalaciones provisionales que apenas han atendido a 225 pacientes en año y medio

d. guindo / h. esteban

Jueves, 23 de septiembre 2021, 00:40

Nacieron como el recurso estrella de la Generalitat para combatir la pandemia en la Comunitat, pero terminarán en un almacén después de ofrecer más sombras que luces y originar un sobrecoste que el Consell todavía no ha saldado en su totalidad. Los hospitales de ... campaña de Valencia, Alicante y Castellón preparan ya su cierre definitivo tras meses prácticamente sin uso y de haber requerido una inversión cercana a los 16 millones de euros, prácticamente el doble de lo previsto. Y parte de este importe, unos ocho millones, aún está pendiente de pago.

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En la Conselleria de Sanidad evitan poner una fecha concreta para el desmantelamiento de las carpas. «Se quitarán si no son necesarios, pero a día de hoy no se sabe cómo va a evolucionar la pandemia», señalan desde los despachos de Micer Mascó, donde extreman la prudencia. De esta forma, condicionan el desmontaje de estos recursos provisionales a que los hospitales regresen a la normalidad y la presencia de pacientes Covid sea residual.

Sin embargo, el próximo 9 de octubre es la nueva fecha clave y no sólo porque se conmemora el Día de la Comunitat. El Gobierno autonómico, en boca del propio presidente Ximo Puig, ha establecido esa simbólica jornada como el momento en el que la región podrá estar protegida contra el Covid, dado que la vacunación llegará a cotas prácticamente de inmunidad de rebaño. Ese día ya se habrán cerrado los grandes centros de vacunación –Atención Primaria atenderá a los pocos rezagados que queden–, por lo que los hospitales de campaña serán los siguientes y, probablemente, no llegarán ni siquiera hasta el próximo invierno a no ser que la conselleria opte por emplearlos para otros menesteres como, por ejemplo, la campaña de vacunación de la gripe.

La clausura definitiva de los hospitales de campaña también se aprecia en los pasos que están siguiendo algunos de ellos, como el de Castellón, que ya ha suprimido la conexión que tenía con el hospital nodriza para derivar pacientes de uno al otro. Aún así continúan montados, sin apenas uso más allá que la realización de pruebas diagnósticas (cada vez menos) o, en el caso del de Alicante, para que guarden cuarentena los inmigrantes irregulares que pudieran llegar a la costa, por ejemplo.

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Desde la Conselleria de Justicia –departamento del que depende la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, responsable de estos recursos efímeros– señalaron que se está estudiando qué hacer con estas estructuras provisionales y analizando las distintas opciones, aunque su almacenamiento parece lo más viable. En cualquier caso, los contactos entre ambos órganos autonómicos ya se han iniciado, aunque precisamente esta bicefalia ha estado detrás tanto de los sobrecostes –Sanidad requirió distintas modificaciones y añadidos a la empresa contratada por Emergencias – como retrasos en los pagos –no había acuerdo sobre qué departamento asumiría el gasto extra–. Finalmente, parece que será la conselleria de Gabriela Bravo la que se rascará el bolsillo y saldará la deuda que todavía existe.

Estos hospitales, con capacidad para atender a 1.100 enfermos a la vez, apenas han contado con 225 pacientes en cerca de año y medio. El viento y la lluvia destaparon las limitaciones que presentaban, de ahí que Sanidad haya evitado su uso para acoger a enfermos. Colaborar en la campaña de vacunación y realizar pruebas diagnósticas han sido sus principales funciones.

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