Los impagos a profesores de la Comunitat se enquistan: «Tengo que racionar la gasolina»

La Comunitat cuenta con unos 1.400 auxiliares de conversación. Son nativos, sobre todo de países anglófonos, que acompañan a los docentes en las clases para fomentar destrezas orales. Reciben una ayuda de hasta mil euros para sus gastos de manutención. Y como en años anteriores están teniendo problemas con los abonos, por lo que ayer se manifestaron frente al Palau de la Generalitat para reclamar una solución.

Fuentes de Educación explican que la orden de pago ya se ha dado y que se les abonará la nómina pendiente el lunes. Y que lo mismo sucederá con las 11 personas que acumulan retrasos superiores, según explican, por problemas con sus datos bancarios.

Entre ellos está Ryan, un joven escocés que afronta su tercera estancia en la Comunitat. No ha cobrado nada desde que en octubre empezó a trabajar en un centro de Valencia. «Ha pensado varias veces en volverse a su país por la situación que está atravesando. Varios compañeros del centro le estamos ayudando con los pagos, cubriendo el alquiler y sus gastos de primera necesidad con el compromiso de que nos lo devuelva en cuanto cobre», explica la maestra de inglés con la que comparte el aula. «Desde conselleria siempre le trasladan lo mismo, que ha habido un problema y que en breve recibirá el dinero, pero todo sigue igual», lamenta.

El jueves el sindicato CSIF denunció que Educación arrastra «una deuda ingente» con un millar de docentes por el retraso en el reconocimiento de trienios y sexenios, así como de complementos de cargo. Esta semana presentó una resolución ante la junta de personal docente de Valencia, en la que están todos los sindicatos representativos y que fue aprobada por unanimidad, reclamando a Educación información concreta sobre la situación y un calendario de abonos.

Desde la conselleria destacan que se ha tenido que dar prioridad a la gestión de nóminas ordinarias y nuevas contrataciones en las últimas semanas, así como a la inclusión de la actualización del IPC en las de diciembre, y destacan que las gestiones relacionadas con complementos salariales, que son retroactivos, se abordarán cuanto antes.

En cuanto a la concertada, el sindicato FSIE CV calcula que sigue habiendo alrededor de 300 personas que sufren retrasos en su nómina, un problema al que se suma el impago a los maestros de Audición y Lenguaje. La organización explica que acaban de entrar en el sistema de pago delegado (su retribución la abona directamente la administración) pero no han cobrado la nómina de enero, por lo que urgen una solución urgente.

Respecto a los primeros, destacan los casos de actualizaciones pendientes (como trienios) y las incidencias relacionadas con cambios de contrato. El sindicato apunta a la normativa, especialmente engorrosa y «que falla especialmente en la comunicación, pues únicamente se gestionan entre el centro y conselleria, sin que el trabajador conozca directamente el problema».

Es el caso de A. G. profesora de un centro de Valencia que vive una situación desesperada al no haber cobrado desde octubre, cuando se incorporó para hacer una sustitución. En septiembre ya fue contratada, con algunas horas incluidas en el Programa de Atención para la Mejora (PAM). «Al incorporarme con octubre ya iniciado asumí que no se me pagaría a finales de ese mes, pero tampoco llegó a nómina en noviembre ni en diciembre», explica a LAS PROVINCIAS.

«He estado en contacto con mi centro, que me traslada que la documentación se había enviado correctamente. El 3 de enero me pidieron el IBAN, pese a que es el mismo que se utilizó para pagarme, sin problemas, en septiembre. Pero todo siguió igual. Tras conseguir que me atendieran en conselleria me indicaron que el número de cuenta se había enviado un día más tarde del plazo marcado, y que se habían planteado algunas alegaciones al centro, que por su parte insiste en que todo está bien», continúa.

«Se me adeudan más de 7.000 euros y la situación ya es complicadísima. He tenido que recurrir a ayuda familiar y de mi pareja. Los pocos ahorros que tenía han desaparecido y he tenido que llegar a racionar la gasolina que pongo en el coche para poder acudir al centro», explica. «Llevo en el pago delegado desde hace años, empecé a trabajar en colegios concertados en 2012. El sistema debería ser menos engorroso para evitar estos problemas. Por ejemplo, no tiene sentido que con una modificación de contratos, manteniéndose los datos, haya que enviarlos casi todos de nuevo, o que el trabajador se encuentre como en un vacío en el que no sabe muy bien qué pasa», lamenta.

Por su parte desde Educación explican que los retrasos relacionados con los colegios concertados son puntuales, y que si se demoran durante varios meses es debido a errores con la documentación que se solicita a los centros que no han sido solventados.