![El Perelló y El Saler, playas en riesgo de desaparición por el avance del mar](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/08/13/1471198400-RUu39Nm0ABEstWFpniopuVL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Pablo Alcaraz
Valencia
Miércoles, 14 de agosto 2024, 00:31
La preocupación por preservar la costa valenciana ha ido en aumento a lo largo de los últimos años como consecuencia de la regresión de las playas de la Comunitat. Un informe de la organización ecologista Greenpeace ha indagado en la materia para alertar sobre la ... desaparición de 22 arenales valencianos de cara a 2050, siendo las playas de la provincia de Valencia las más damnificadas. De hecho, de cumplirse las previsiones, los arenales del Saler y El Perelló perderán hasta 12 metros en los próximos seis años pese a los trabajos de restauración de superficie terrestre acometidos el pasado año.
El estudio elaborado por Greenpeace asegura que la Comunitat tiene 518 kilómetros de costa, de los que más de la mitad son playas. Concretamente 356 kilómetros «sufren una gran presión turística y mucha artificialización», según el colectivo ecologista. Además, la entidad asegura que el 74,3%, es decir, casi tres cuartas partes del litoral está urbanizado, dato que hace que la zona costera de la región sea la más edificada de toda España. Asimismo, el documento también expone que el 64,8% de los arenales valencianos, dos de cada tres, han visto disminuir su extensión en la última década «al encadenar eventos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos».
Para Greenpeace, las causas de este fenómeno regresivo que azota las playas valencianas son las consecuencias derivadas del paso de la borrasca Gloria en enero del año pasado o la concatenación de olas de calor tanto terrestres como marinas que se suceden sin descanso y que van cargando de energía el Mediterráneo. De hecho, este exceso energético del mar «se topa con barreras artificiales y playas erosionadas», factor que, a la postre, termina «multiplicando los daños que causan los temporales».
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El informe también recoge una de las conclusiones de la NASA que estimó que, tras Barcelona y el golfo de Cádiz, la costa valenciana será la más afectada por la regresión dentro de seis años: «Si no se frenan las emisiones de CO2, para 2030, el mar subirá 12 centímetros en el golfo de Valencia, lo que supondrá una pérdida de 12 metros de ancho de las playas», advierte la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio estadounidense.
Cabe destacar que, según publicaron un grupo de investigadores del Institut Cavanilles, las playas de Pinedo, El Saler y La Garrofera han perdido el 70% de la arena en las tres últimas décadas, pasando de tener 170 hectáreas de arena en los 90 a tan sólo 43 en 2022. No obstante, los trabajos de regeneración a través de obras dragado realizados durante el pasado año consiguieron aumentar la superficie de arena hasta las 112 hectáreas.
Las labores llevadas a cabo el pasado verano constaron de una primera fase que estuvo basada en la ampliación de escolleras de la zona al doble del tamaño que tenían hasta entonces así como en la instalación de una tubería necesaria para bombear la arena. Dichos trabajos comenzaron en el mes de agosto, mientras que, un mes después, en septiembre, ya empezaron las labores de trasvase de arena mediante un barco que la transportaba desde la localidad de Cullera hasta Pinedo, l'Arbre del Gos, La Garrofera, El Saler y la Devesa.
La superficie total sobre la que se llevó a cabo el dragado fue de unos siete kilómetros de costa, mientras que el tonelaje total de arena trasvasada estuvo cerca de los tres millones de metros cúbicos, suponiendo una inversión de 28 millones de euros.
El visor de impactos y escenarios del cambio climático en la costa valenciana elaborados por la organización sin ánimo de lucro Climate Central demuestra que las playas centrales de la costa de Castellón y las de Valencia «son las más vulnerables a los tres factores principales que afectan la estabilidad de la costa: la erosión, la subida del nivel del mar y los eventos meteorológicos extremos». Asimismo, el informe asegura que sólo el 18,8% del litoral castellonense «está libre de afecciones», mientras que en Alicante el 43% se encuentra ya «en severo retroceso».
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A su vez, la organización ecologista califica como «caso más especial» el de los arenales del parque natural de la Albufera, donde asegura que las playas de Pinedo y El Saler han retrocedido ya entre 30 y 60 metros, en consonancia con el criterio de los expertos del Institut Cavanilles. Así pues, Greenpeace achaca que los diques de abrigo del puerto de Valencia «han tenido una gran responsabilidad en el retroceso de la línea costera entre el puerto y el faro de Cullera».
Otra de las conclusiones que se extraen del informes es que los retrocesos de los arenales valencianos de cara a 2050 serán asimétricos ya que, mientras algunas de las playas menos afectadas sólo perderán 14 metros de superficie terrestre, las más perjudicadas contarán con casi 60 metros menos de anchura. Se estima que las tres más afectadas por la regresión dentro de 26 años serán la playa de Nules, con 58 metros menos, Chilches y La Llosa, con 52 y 50 metros perdidos, respectivamente.
En un segundo escalón de arenales damnificados por el proceso de retroceso costero se encuentran Moncofa, con 47 metros de regresión, Burriana Norte y Almenara, ambas con 41, y el del Grao Burriana con 37 metros menos. Ya por debajo de la treintena de metros perdidos se sitúan las playas de La Torre y Almardá, con 25, Guardamar, con 23, Puerto de Sagunto y El Saler, con 21, y Bellreguard, con 20.
Finalmente, y ya con una cantidad inferior a la veintena de metros de regresión, se encuentran Miramar, con 19, San Lorenzo, con 18, Daimuz, con 16, Xeraco, Piles y Oliva, con 15 cada una, y, por último, Tavernes de la Valldigna, el Grao de Gandia y El Perelló, con 14 metros de retroceso, respectivamente entre los arenales menos afectados.
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