

Secciones
Servicios
Destacamos
Las trágicas historias que ha dejado la dana del 29 de octubre de 2024 quedarán para siempre en la memoria de los valencianos. Por ... suerte, en medio del caos, desesperación, tristeza y resignación, aparecen anécdotas, a veces casi imposibles de creer, que ayudan -al menos un poco- a reforzarse en la resiliencia y esperanza en salir adelante. Es el caso de Antonia y su familia, que dieron por perdida la urna que contenía las cenizas de su padre fallecido en 2017. Las inundaciones arrasaron con su casa en Torrent y no quedó nada. Cinco meses después, la Policía contactó con la mujer para avisar de que tenían en custodia la urna de su padre.
«Gracias a Dios el día de la dana no había nadie en la casa. Es una finca ubicada en uno de los caminos que van en dirección a la Carrasquera, un trayecto de casas de campo. Como era invierno, solemos acudir allí los fines de semana, pero no es la vivienda habitual», explica Antonia, una de las cuatro hijas del fallecido, quien añade, «las cenizas de mi padre descansaban en su habitación de aquel lugar, pues ese siempre fue su deseo y así quisimos cumplirlo».
Tras la riada, los campos estaban impracticables, por lo que la familia tardó hasta tres días en poder acercarse para ver cómo había quedado todo aquello. «Mi sobrina fue la que se animó a ver si se podía acercar. Tuvo que dar un rodeo muy grande porque el camino principal no se podía transitar. Al final, encontró uno de los tractores que trabajaba para ir abriendo paso y accesos a esa zona, así que se subió a él para acercarse todo lo posible. Desde allí vio que todo había quedado arrasado», relata Antonia. Y es que, cuando por fin pudieron ver el estado del terreno, vieron que no quedó nada. «El terreno estaba lleno de barro de la riada y socavones tremendos. Mi padre había levantado cuatro casetas alrededor de la casa y ya no estaban. Tampoco ninguno de los naranjos que estaban plantados, Dentro de la casa, no quedaba nada, sólo los azulejos del suelo», sentencia.
Con todo arrasado, dieron por hecho que la urna se había perdido entre los metros cúbicos (m3) de agua que destrozaron media provincia de Valencia. Y así lo creyeron durante cinco meses, hasta que el 9 de abril, la Policía contactó con Antonia para informar que habían encontrado la urna de su padre en Catarroja. La riada había arrastrado la urna más de 12 kilómetros sin romperla. Un oficial de la Policía Local de Catarroja encontró los restos en la zona Camí del Port, completamente intactos. «Afortunadamente, la urna tiene un cierre hermético y eso ayudó a que no se perdieran las cenizas», asegura Antonia.
El agente vio que en la urna constaba un nombre -el del padre de Antonia, por lo que la depositó en dependencias policiales mientras se realizaba la investigación para encontrar a la familia. Desde Catarroja se pusieron en contacto con la Guardia Civil de Alfafar, que son quienes dan con familiares con domicilio en Torrent. La Guardia Civil colaboró con la Policía Local del municipio para encontrar, finalmente, a Antonia. «Los agentes me explicaron que habían dado conmigo gracias al registro de recogida de las cenizas del cementerio. Como fui yo a recogerlas, aparecía mi nombre y mi número», explica la mujer.
Noticia relacionada
Tras contactar con ella, Antonia confirmó que su padre fue incinerado en 2017 cuando falleció, y que la urna se encontraba en una vivienda que había quedado arrasada tras la dana de octubre, por lo que los agentes dan por cerrada la investigación. El pasado jueves por la tarde, Antonia pudo acudir a las dependencias policiales para recuperar las cenizas de su padre.
«La casa ha quedado completamente impracticable. No sabemos qué vamos a poder hacer. En ese terreno creemos que ya no se puede recuperar nada. Gracias a Dios, al menos hemos podido recuperar a mi padre, que ya descansa con nosotros de nuevo. Recuperarse de esto va a ser muy duro, pero por lo menos nos hemos llevado esta buena noticia», termina Antonia. Antonia y sus hermanas, pese a que el terreno se encuentra impracticable, han decidido mantener el deseo de su padre de descansar en la finca de Torrent. Por ello, una vez recuperaron las cenizas, decidieron esparcirlas por el lugar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.