La inversión en obras de los colegios valencianos no despega y sólo se gasta un euro de cada cinco

El registro de pagos realizados por la Conselleria de Educación está actualizado hasta el 31 de mayo, y dice que se han abonado facturas por valor de 49,64 millones, cuando el presupuesto del programa para 2022 asciende a 302,1, la inmensa mayoría (217,8) para intervenciones en centros de Infantil, Primaria y Especial.

La cuantía se corresponde con trabajos realizados por empresas contratadas por los ayuntamientos que han asumido las competencias en materia de infraestructuras escolares y que son financiados totalmente por la administración autonómica.

En esto consiste el plan, en que sean los equipos humanos municipales los que se encarguen de las tareas administrativas que sean precisas para actuar en un centro, descongestionando a la Dirección General de Infraestructuras educativas, que sigue asumiendo un gran volumen de obras, no incluidas en las cifras referidas. A medida que la empresa contratada termina una obra o una fase de la misma recibe el pago tras la correspondiente certificación.

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La mejor noticia es que la cuantía, que ayuda a valorar el nivel de ejecución presupuestaria, es la más elevada desde la creación del plan, ideado tras el fiasco del primer programa sobre la materia: el Mapa de Infraestructuras Escolares. Para hacerse una idea del avance, los datos de 2021, también hasta mayo, hablaban de 32,8 millones pagados.

Otra manera de hacerse una idea de la marcha de Edificant es tomar las cifras de los ejercicios ya cerrados desde su nacimiento. Según los sucesivos presupuestos de la Generalitat, entre 2018 y 2021 se reservaron 1.035,3 millones para mejoras en centros mediante los ayuntamientos, de los que se pagaron 164,3, un 15,87%. Tampoco se llega a un euro de cada cinco.

La complejidad administrativa para conseguir la cesión de las competencias en infraestructuras o a la hora de sacar adelante los concursos de obras y la influencia de la pandemia están detrás de la discreta inversión. Y ahora se suma una incertidumbre más: el incremento del precio de los materiales está provocando que algunas licitaciones queden desiertas al no estar los costes actualizados y no encontrarse empresas, como ha pasado en Valencia capital.

Sobre esta cuestión, desde Educación explican que en ningún caso se pierden los fondos reservados. Si la tramitación no se inicia dentro del periodo plurianual del plan (hasta 2024) «lo que se hace es revisar el proyecto y adaptarlo a la actual situación de precios». Señalan además que se trata de casos puntuales y que todas las delegaciones aprobadas desde finales de 2021 ya salen con las cuantías actualizadas.

En cuanto al grado de ejecución, señalan que hasta finales de junio, sumando las intervenciones de Edificant y las de la propia conselleria, la inversión se eleva a 70 millones. También recuerdan que la administración se adapta a los ritmos de tramitación de los ayuntamientos.