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Juan Antonio Marrahí y B. HERNÁNDEZ
Valencia
Domingo, 15 de mayo 2022
La tendencia natural a agruparse y, en muchos casos, alumbrar y encauzar nuevas vidas es homenajeada este domingo 15 de enero a nivel planetario. El día internacional de la familia llega en una época en la que vivir dignamente y gestar un futuro para nuestros descendientes cuesta más que nunca. Pospandemia, guerra, la luz por las nubes, alimentos y combustible con precios disparados...
Según el INE, la Comunitat alberga a un millón y medio de familias. Con o sin hijos, hay cerca de un millón de matrimonios, casi 200.000 parejas de hecho, 219.000 madres en hogares monoparentales y 50.000 padres en esta convivencia, creciente por las rupturas sentimentales.
Un estudio de Raisin de abril situaba en más de 300.000 euros el gasto de sacar adelante a un hijo en España hasta que se independiza. Para una familia numerosa el gasto se multiplica por tres, cuatro, cinco, seis, siete...
Siete. Es el número de hijos de Lorena Denis, una profesora y Alejandro López, también docente. Su prole tiene edades comprendidas entre los 3 y los 18 años. Viven en Valencia con sacrificio y esperanza. A pesar de la que está cayendo y de temblar con las facturas.
«Si no fuera por las ayudas que recibimos de las asociaciones de familias numerosas no podríamos salir adelante», confiesa Lorena. Habla mientras sostiene entre sus brazos a José, de tres años. El pequeño apura la gelatina. Son las ocho y media de la noche y la familia ya está acabando de cenar para que su horario cuadre con el de los más pequeños que se van pronto a la cama.
El alto precio de la vida también atenaza esta familia valenciana, que se esfuerza para poder llenar cada día una mesa que ocupa todo el comedor. «No es lo mismo que suban unos céntimos el precio de la leche cuando compras un brick que cuando tienes que comprar tres litros diarios», expone la madre.
Pedir comida a domicilio o ir a cenar a un restaurante es hoy simplemente un mito para los Lopez-Denis. «Sólo nos damos caprichos los días importantes, como en los cumpleaños. Ese día el 'cumpleañero' decide qué quiere cenar».
Rascan cada céntimo o se apoyan en otras familias numerosas. «Nos intercambiamos comida si vemos que a una le hace falta. Somos una piña», frase con la que los nueve están de acuerdo. Van todos a una. En excursiones, para ver el fútbol... Todos del Real Madrid salvo el hijo de 11 años, que es del Valencia.
Se mueven por una casa de 120 metros cuadrados. El matrimonio cuenta con una gran baza: sus hijos de 17 y 18 años se vuelcan con los pequeños en sus tareas o para recogerlos del colegio. Manuel ha empezado a estudiar este año enfermería en Castellón. «Tengo que ser el mejor en lo que hago porque mis hermanos se fijan en mí». Siente el peso de la responsabilidad.
Sólo Gracia, de 15, duerme sola. El resto comparte habitación. Entre ellos funcionan «en parejitas» y cada uno se apoya más en el hermano con el que se lleva una diferencia menor de edad. Gracia es la única que estrena ropa, como una vez lo hizo Manuel. Todo se hereda, como la generosidad que los caracteriza.
«Antes nuestra casa era de 85 metros cuadrados. No cabíamos y nos tuvimos que cambiar», recuerda Alejandro. Los niños vivían como un juego esa época en la que casi no había hueco para todos e iban entre zigzagueos y tropezones.
Más difícil todavía. Quince en una casa de Valencia: José David, Raquel y sus trece hijos. «Nos hemos tenido que adaptar. El coche ya sólo lo usamos para trayectos imprescindibles y vamos buscando promociones en las gasolineras. En luz y gas, tarifa plana. Con la comida, alimentos básicos y buscando ofertas. Además estamos en un programa de nuestra asociación, Más de Dos, y recibimos donación de alimentos una vez a la semana».
Si la crisis de precios golpea duramente a todos, más aún para las 185.000 familias que viven con todos sus miembros sin trabajo. Es la cifra que destaca Ignacio Grande, director de Cáritas Valencia. «Pese al aumento de la protección social no se ha logrado compensar esta situación y hay 76.000 familias sin ignresos periódicos que permitan una estabilidad». Cáritas ya está notando la necesidad creciente entre familias apuradas y urge «políticas favorables» para paliar la falta de empleo.
La entidad que agrupa a las familias numerosas de la Comunitat, Fanucova, reclama más ayudas. Denuncian que muchos padres no pueden acceder a las del Gobierno o la Generalitat porque los baremos «son para rentas muy bajas que, en muchos casos, no tienen en cuenta la cantidad de miembros de la familia».
Así lo expresa la presidenta, María Ángeles Fabri: «Si antes costaba llegar a fin de mes ahora, directamente, no llegamos. Muchas familias han estado sin calefacción en invierno y aguantarán el verano sin ventilador o aire acondicionado». Además, «consumen dietas menos saludables» y hay más bajo el paraguas del auxilio solidario.
Clara Fornés es presidenta de Más de Dos. «En una familia de cinco, seis o más, el encarecimiento se nota considerablemente». El problema, incide, «es que los sueldos están estancados y la vida sube». ¿Dónde se resienten más? «Sin duda, en la comida. Si antes nos podíamos permitir algún capricho, ahora nos tenemos que privar o es inviable».
1,5 millones de familias hay en la Comunitat, según datos del INE. De ellas, un tercio, 495.00, son parejas sin hijos. El resto, alrededor de un millón, convive con sus descendientes. En cuanto al tipo de convivencia, hay un millón de matrimonios, unas 200.000 parejas de hecho y 270.000 grupos monoparentales.
77.000 familias numerosas en la Comunitat. Son las que tienen tres o más hijos y tienden a reducirse como resultado, en parte, del desplome generalizado de la natalidad. Hace sólo cinco años eran casi 64.000 las parejas que convivían con tres o más hijos. Crece muy significativamente la cantidad de parejas con sólo un hijo en casa.
20% es el porcentaje en el que se ha disparado el número de parejas de hecho en la región. Es, con diferencia, el modo de convivencia que más peso ha ganado en el último lustro. La vida en matrimonio, aunque aún mayoritaria, va ligeramente a la baja y cae un 2%. El conjunto de madres solas con hijos asciende un 11%.
Silvia Huerta, delegada territorial de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), hace este análisis: «Desde 2021 la solvencia de las familias se ha desplomado. De todos los encuestados, sólo un tercio de las familias admite vivir con una situación holgada» y un 8% de los hogares «está pasando serios apuros que se ahora se acentúan».Según Huerta, «lo que más está costando a las familias es la vivienda y alquiler, el gas y la luz y los alimentos». La cesta de la compra, ahonda, «puede haber subido 500 euros anuales y un 85% de los productos son hoy más caros».
Fernando Móner es el presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU). «La incidencia de la inflación en las familias es muy preocupante», alerta. «Estamos hablando de un encarecimiento mensual de entre 200 y 400 euros en consumos en términos generales, y con productos indispensables».
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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