Lucha contra el botellón en la costa

Por ello, los municipios costeros intensifican la vigilancia y ponen en marcha medidas restrictivas para intentar frenar esta práctica. Localidades turísticas como Cullera o Canet d'En Berenguer decidieron la semana pasada cerrar sus playas para que éstas no se convirtieran en punto de reunión de los jóvenes tras la clausura de los bares de madrugada.

Una restricción que está siendo acatada en Cullera donde tan sólo se han interpuesto dos sanciones en una semana por acceder a los arenales de doce y media de la madrugada a ocho de la mañana. Una medida que se mantendrá las próximas semanas hasta que el consistorio valore su alzamiento.

En el Camp de Morvedre, Canet, que también cierra sus arenales por las noches, se ha aliado con Sagunto contra el botellón y durante el pasado fin de semana, la Policía Local de Sagunto junto a la Policía Local de Canet d'en Berenguer consiguió frenar estas reuniones para beber alcohol en la playa. La noche del sábado, según explicaron desde el propio Ayuntamiento, se saldó con una veintena de denuncias por los botellones y la requisa de botellas de alcohol.

El servicio fue calificado de excelente tanto por ambos cuerpos de policía, y tal y como explicaron, servicios como éste pueden servir de base para futuros acuerdos de colaboración entre Sagunto y Canet. Además, para el próximo fin de semana se pretende repetir esta actuación para evitar que se produzcan estas escenas que, quisieron recordar, son ilegales.

Asimismo, el pasado fin de semana desde primera hora se prestó servicio informando a los que se reunían allí y consiguiendo el objetivo de disuadir a la gente. En este sentido, tal y como ha informado la Policía Local de Sagunto, el jefe de la policía de Canet agradece la colaboración que tuvo lugar a las cinco de la mañana en su término municipal de Canet, a la que la Policía Local de Sagunto asistió de manera inmediata para solventar esta situación.

Unos botellones que son más habituales los fines de semana pero que ahora en agosto se producen prácticamente todos los días. Muestra de ello es Dénia donde el lunes, 16 de agosto, se interpusieron dos denuncias por este motivo.

Los efectivos del turno de noche de la Policía Local realizan tareas de vigilancia con el vehículo todoterreno que les permite patrullar por la arena de la playa y dar con los jóvenes que deciden incumplir con la normativa de beber en espacios públicos.

Entre el sábado y el domingo se contabilizaron las otras tres multas. A ello hay que sumarle los botellones que se disolvieron el viernes en la zona de Punta Molins y en otros puntos del litoral cuando los jóvenes salieron corriendo al ver que se acercaban los agentes. Ese mismo día se interpusieron dos sanciones por encender una hoguera en la playa. Y es que los arenales son puntos conflictivos durante la noche.