Cullera cierra sus playas por las noches y las vigilará para frenar los botellones

El Ayuntamiento de Culleracierra el acceso a las playas durante la madrugada. Una medida que se tomó este lunes de forma urgente después de que durante el fin de semana se congregaran cientos de jóvenes en los arenales para realizar botellones y sin cumplir con las medidas de seguridad.

De esta forma, el consistorio emitió un comunicado en el que apunta a que ante el aumento de la incidencia acumulada de Covid-19 en la ciudad durante las últimas semanas, la incidencia supera los 400 puntos, y en garantía de la seguridad y de la salud pública, el Ayuntamiento restringía el acceso a las playas del municipio desde las 00.30 horas y hasta las 8:00 horas.

Queda por tanto, prohibido el acceso, la permanencia y circulación en todas las playas de Cullera a partir de la media noche desde esta misma jornada. Esta medida se mantendrá en vigor hasta que se adopte un nuevo acuerdo, según evolucione la incidencia acumulada por contagios de Covid-19.

El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, también se hacía eco de esta medida en sus redes sociales y lamentaba estas imágenes «que no son tolerables después de tantos meses de esfuerzo» y cuando los locales de restauración y ocio están obligados a cerrar.

Precisamente, muchos de los jóvenes se congregan justo al lado de los chiringuitos de la playa una vez estos dejan de prestar servicio debido a las restricciones horarias impuestas en toda la Comunitat.

La ciudad costera de la Ribera Baixa ha sido muy estricta durante todo este último año para conseguir que este verano se pudiera recuperar el turismo con seguridad. Sin embargo, la quinta ola ha golpeado fuerte también a Cullera y no se consigue rebajar el índice de contagios. Esto ha llevado a imponer esta restricción ya que la localidad no cuenta con toque de queda como en otros puntos de la costa.

Este cierre irá acompañado de un aumento de la vigilancia policial y el incumplimiento de la presente medida dará lugar a la instrucción del expediente sancionador que corresponda, con arreglo a la legislación citada y a la Ordenanza de Playas. Una decisión que causó diferentes opiniones ya que algunos vecinos la consideran acertada y otros considera que «limita» la libertad.

En la comarca de la Marina Alta, Xàbia optó por cerrar por las noches el acceso al final de la carretera que va al Cap de Sant Antoni para evitar botellones. El viernes se empezó a aplicar esta medida y eso provocó que los jóvenes trasladaran las concentraciones a otros lugares del término municipal.

La Policía Local detectó que las aglomeraciones pasaban al Camí Vell de la Granadella y a la Glorieta Guillermo Pons, entre la playa del Segundo Montañar y Cala Blanca. Entonces, el sábado por la noche cortó el tráfico en los accesos y en el segundo punto colocó un vigilante de seguridad. En total, durante el fin de semana pusieron 18 multas por consumo de alcohol en el espacio público y otras conductas contra la Ordenanza de Convivencia.

En Dénia, estos últimos días se han saldado con ocho multas por botellón. Los restos de vasos y suciedad eran visibles en la arena de alguna playa.

Todas las restricciones vigentes en la Comunitat Valenciana en agosto

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