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¿Se ha desesperado en las últimas horas porque ha enviado un mensaje por Whatsapp y se ha quedado con el relojito durante horas? ¿Intenta ... en vano cargar una página, o una aplicación, con el reclamo de que ya ha vuelto la luz? ¿Sigue funcionando fatal internet más un día después del apocalíptico apagón que paralizó España y desempolvó los paseos en familia y las salidas al parque como principales ofertas de ocio? ¿Tenía durante las horas de apagón un datáfono y no le dejaba cobrar, pero a un comercio a tres calles de distancia, sí? Las nuevas tecnologías no le tienen manía. Y entonces, ¿por qué ya tiene luz pero no le va wi-fi, o al menos no le va como antes de este 28 de abril a las 12:33? Héctor Esteban, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la Universitat Politècnica de València (UPV) lo explica. Y lo hace de forma sencilla, sin entrar en terminología científica y con un ejemplo muy gráfico: «Las infraestructuras de comunicaciones tiene que pensar que son como una red de carreteras».
En ese sentido, construye el ejemplo de enviar un mensaje de Whatsapp a un amigo que tiene a 200 metros pero que le desea decir algo en privado, sin moverse del sitio ni que lo oigan las demás personas presentes. O mandarle un simple meme que le haya hecho gracia al verlo por Instagram. «Para que él lo reciba, tienes que estar conectado. En primer lugar, tener tu terminal con batería. Luego, la estación base de telefonía móvil, si se ha ido la luz, debe contar con batería, que la mayoría tienen. Al principio nos pasaba que todos veíamos que, aunque se había ido la luz, estábamos conectados a 3G, 4G, 5G… porque hay una batería de respaldo, que no dura mucho (unas tres o cuatro horas). Como el apagón se prolongó, llegó un momento en que ya ni siquiera te ponía sin servicio porque se habían acabado ya las baterías de esas estaciones de telefonía base», explica Héctor Esteban.
«Al principio ves que tienes las rayitas, tienes la conexión, pero claro, eso no es suficiente, porque tú le envías el whatsapp y lo recibe la estación base de telefonía móvil, pero para que le llegue a su destino tiene que ir a un servidor que a lo mejor está en Madrid o incluso fuera de España. La red de telecomunicaciones tiene muchos nodos intermedios que reciben tráfico de multitud de usuarios y lo encaminan», explica Héctor Esteban: «De esos nodos, a lo mejor alguno no tiene batería de respaldo. Es como si de toda esa red de carreteras, digamos que algunas se cortan y entonces los caminos posibles son menos».
La tormenta perfecta, pues esos 'cortes de carreteras', esos 'caminos cortados' se generan cuando hay una mayor demanda de tráfico: todos los usuarios intentaban enviar mensajes para contactar con amigos y familiares para saber si estaban bien, y trataban de conectarse para conocer las últimas noticias. «Con lo cual más tráfico y menos caminos abiertos con gestión. Es como si querías ir al sur de Valencia en la dana, habían caído muchas carreteras y solo estaba abierta la Pista de Silla… no cabemos todos. Es algo así. No es que no funcione nada, funciona parcialmente», señala el experto de la Politècnica.
A la inversa, cuando empezaron a llegar de nuevo los mensajes, a percibir que había cobertura de móvil o internet, esto se debía a que los equipos comenzaban a estar operativos. También se da la situación de que la conectividad es de más calidad por cable. «Porque en ese caso no estás utilizando la red de telefonía móvil. El cable funcionaba porque requiere menos energía que transmitir por las ondas, donde esta se dispersa. El cable es muy caro, pero lo bueno es que con menos energía llega más lejos. Entonces digamos que las comunicaciones cableadas aguantan más tiempo que las de telefonía móvil. Si hubiera durado mucho más el apagón, al final también hubiesen caído», explica Héctor Esteban.
Un hecho que llamó la atención a los usuarios inexpertos en telecomunicaciones es que, dentro de Valencia, durante las horas de apagón hubiese puntos de la ciudad donde los datáfonos sí permitieran cobrar con tarjeta bancaria. Esto es algo que comprobaron especialmente los taxistas. «Porque lo que digo, que la red de telefonía móvil funcionaba parcialmente, entonces depende de donde estés, del momento…», reitera el experto de la Universitat Politècnica.
En cuanto al tiempo que tardará en restablecerse el servicio al 100% como antes de este lunes a las 12:33 horas, Héctor Esteban vaticina que al 98% o al 99% será rápido pero avisa: «El 1% igual tarda semanas». En este caso, la comparativa es con un vehículo o electrodoméstico que se avería, y que para repararlo necesita una pieza que deben traer de la otra parte del mundo. La respuesta es: 'Lo que tarde en llegar'.
«Ese porcentaje pequeño restante a lo mejor es porque algún equipo se ha dañado al irse la luz, por una una sobretensión, y entonces el equipo hay que reponerlo físicamente, hay que traer algo nuevo que cuesta más tiempo y tiene que ir un operario físicamente para hacer las conexiones. No es lo mismo que utilizar un ordenador que tarda minutos», comenta Héctor Esteban, que incide en que estos casos son un porcentaje muy pequeño.
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