Malestar en La Ribera al sustituir Sanidad a la directora de Primaria

Los cambios previstos por la Conselleria de Sanidad al frente de los centros de salud de la comarca de La Ribera, el primer departamento en pasar a gestión directa tras expirar la concesión el pasado 1 de abril, no han sentado nada bien a buena parte del personal sanitario, que ya ha trasladado su malestar. Sanidad, al asumir los mandos del hospital de Alzira y los ambulatorios de la comarca, nombró a la doctora Lidia del Pino como directora médica de Atención Primaria del departamento. Sin embargo, apenas diez meses después, la facultativa va a ser sustituida por José Manuel Soler, según informó la pasada semana la entidad SanitatsolsUna. Fuentes de la asociación recordaron que, en septiembre, la conselleria convocó un concurso para cubrir los puestos directivos y las puntuaciones finales -basadas en los méritos- secundan el nombramiento de Soler. Frente a ello, fuentes del colectivo médico aseguran que se trata de un puesto de confianza -por lo que la decisión se puede adoptar de forma arbitraria-, por lo que no entienden el cambio tras «la gran labor» desarrollada por Del Pino en este tiempo.

Un nutrido grupo de médicos de Atención Primaria y de Urgencias de los centros de salud se muestran «preocupados» porque, según argumentan, «hay una alta probabilidad» de que se suprima la atención de urgencias entre las 8.00 y las 15.00 horas en los centros de salud integrados (CSI). «Esos pacientes de urgencias se trasladarían a los médicos de atención primaria en consulta y también las atenciones de las urgencias a domicilio», por lo que «esto repercutiría directamente en el tiempo de atención en consultas y provocaría que pacientes tengan que irse sin poder ser atendidos. Volverían a coger cita y aumentarían los días de demora. En el mejor de los casos, acudirían a Urgencias hospitalarias por un resfriado o por una simple consulta que tocaría ser atendida por el médico de cabecera».

Otro de los puntos claves, explicaron, sería que, «al quitar horas de atención por las mañanas, tendrían que reducirse el número de médicos ya que, en teoría, sobrarían; pero esto derivaría en una sobrecarga de las consultas en atención primaria y aumentaría la demora en la atención». «El personal está con mucha ansiedad porque teme por sus puestos de trabajo», advirtieron.

Los médicos tanto de Atención Primaria como de los Puntos de Atención Continuada se muestran sorprendidos por el cese de la actual directora: «Lidia ha trabajado sin descanso para organizar y realizar la mejor labor en un departamento tan complejo. Ha conseguido organizar la atención urgente desde los centros de salud formando equipos de guardia que cubran las 24 horas y así descongestionar las urgencias hospitalarias; y también ha evitado el retraso que les supone a los médicos de primaria dejar las consultas para atender los casos urgentes», resumieron. En estos momentos, agregaron, «se encontraba trabajando en la organización de las agendas de los centros de salud para mejorar la atención a la población». «No tiene sentido quitar a alguien que está haciendo un buen trabajo por otro que no sabemos cómo lo va a hacer», añadieron.

Los facultativos sospechan que el aumento de plantillas que ha tenido lugar en los ambulatorios y PAC's del departamento (más de una treintena de nuevos sanitarios, entre médicos y enfermeros en este tiempo) y la reorganización de las guardias están detrás de este cambio. Por una parte, a más plantilla, más gasto (y parece que la nueva dirección va a centrarse en contener el gasto). Por otra parte apuntaron que a los facultativos con más antigüedad en el departamento no les han gustado algunos de los cambios implantados por Del Pino.

De hecho, la todavía directora médica (al menos hasta la pasada semana) ha elaborado un informe sobre las actuaciones desarrolladas en Atención Primaria tras la reversión que avalan su trabajo, y entre las que destacan la reorganización de las guardias de los médicos en los PAC «en una rueda equitativa» o el aumento de plantilla con dos médicos y dos enfermeros en cada guardia, así como de más profesionales, pediatras especialmente, en los centros de salud o de las nuevas actuaciones previstas a partir de febrero.