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MAR GUADALAJARA y P. MORENO
Valencia
Viernes, 8 de noviembre 2019
Los motores de los tractores empezaron a rugir a las nueve de la mañana frente al Palau de les Arts. Furgonetas con logos de restaurantes, todos ensalzando el lugar de donde procedían, se colocaron en paralelo como si esperaran a oír el pistoletazo de salida. Otros tantos, pese al frío, cogieron sus motos para hacer ruido en la comparsa. Antes de arrancar, reparto de carteles para pegarlos a la carrocería y ventanas. Los pueblo del sur iniciaban así su peregrinación por la ciudad que ahora les da la espalda.
«Las pedanías del sur quieren estar vivas», pedía el responsable de la sectorial arrocera de la Asociación Valenciana de Agricultores, Miguel Mínguez.
Según explicó, la vida en esta zona de la ciudad corre peligro. La remodelación de la autovía de El Saler podría dejarles aislados. «Queremos estar cerca de la ciudad y este proyecto nos separa, nos independiza y nos aísla», decía haciendo aspavientos con las manos, el presidente de la Comunidad de Pescadores de El Palmar desde hace 25 años, Pepe Caballer.
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En el arroz, los tomates y la pesca está el aval de su supervivencia. Ambos defienden a lo que dedican todos sus esfuerzos diarios, incluso ayer «hay mucha gente humilde que en un día laboral perderá su jornal para pedirle al Ayuntamiento de Valencia que les tenga en cuenta», comentó Mínguez.
Un millar de vecinos de las pedanías y municipios del sur gritaban ayer frente al Consistorio su lema: «Pobles vius». Denunciaban el abandono que ya sufren y el aislamiento al que se verán abocados con la remodelación prevista por el Ayuntamiento y la Generalitat para eliminar la principal vía de acceso que vertebra a la zona.
Los cambios no son nimios. El proyecto puede resultar atractivo para quienes no la frecuentan, pero para los residentes se traduce, según explican, en serias complicaciones: tanto para su seguridad, como para la accesibilidad y para su actividad económica. El plan que promueven es una transformación radical de la carretera CV-500: de vía rápida a boulevard. Uno de los cambio será la circulación más lenta, también la instalación de semáforos para colocar pasos de peatones.
Después de haber forzado ya otras modificaciones como la reducción de la velocidad, la línea continua o las bandas sonoras -que finalmente no se llegaron a instalar- el proyecto de de la Consellería de Obras Públicas implica reducir el número de carriles de cuatro a dos. La modificación trae cola porque el estrechamiento de la calzada no permitirá el tránsito de la maquinaria pesada agrícola. Mientras en ambos lado de la calzada ya se han levantado bordillos con la intención de que los conductores aminoren la marcha, pero también dificulta el paso de los servicios de emergencia.
Emilia, Vecina de El Palmar
Régulo, Hostelero en El Saler
Antonio, Vecino de El Palmar
Pero el hartazgo se desata por los gestos en su implantación. Los vecinos deciden salir a la calle porque no se han sentido escuchados. Ayer decidieron alzar la voz para frenar los cambios de la llamada 'pacificación de la CV-500'.
Durante la protesta de ayer, el tráfico de la ciudad se resintió a su paso por el centro. Las retenciones se sucedieron a causa de la marcha de tractores, furgonetas y motos. La calle Colón, Ruzafa, Marqués de Sotelo y Guillem de Castro se cortaron al tráfico. Y en el marginal izquierdo del antiguo cauce, a la altura del Palau de la Música, así como en Fernando el Católico o Pérez Galdós, sufrieron las congestiones y atascos por su paso en señal de repulsa que llegó hasta las puertas de la Conselleria.
«Lo que les preocupa al parecer es reducir el tráfico, pero no nos están mejorando los servicios. Yo cojo el autobús para venir a Valencia, he venido a trabajar aquí toda la vida en coche, pero ahora no quiero porque hay muchos problemas. Con el autobús tengo que esperar más de cuarenta minutos para volver a mi casa y vamos como borregos, todos de pie y de malas maneras. Primero deberían mejorar los servicios y después, preocuparse de lo demás», dice Emilia, vecina de El Palmar, sujetando una pancarta en la que pide precisamente que se invierta el dinero de la remodelación para otras causas, entre ellas también propone «limpiar el parque natural y la Albufera, ya que cada verano hay riesgo de incendio, es una pena».
Chelo, Vecina de El Perellonet
Anabel, Vecina de El Palmar
«Si ponen en marcha el bulevar va a ser el colmo, un desastre para el futuro de nuestra zona», comenta Antonio llevándose las manos a la cabeza. Cree que el mayor error que han cometido ha sido «no preguntarnos a los vecinos, lo tenían todo pensado para hacer lo que ellos ya tenían en mente». Sólo puede pensar en las consecuencias y dice mirando al cielo «va a ser insoportable, un verdadero desastre».
Chelo trabaja en el campo de golf del Parador El Saler, uno de los mejores campos de este deporte en España. Ayer salió a la calle porque la remodelación podría acabar con su puesto de trabajo. «Podría conllevar suprimir tres o cuatro hoyos del campo al final nos iremos todos a la calle y ellos se saldrán con la suya como siempre», protesta. Vive en El Perellonet y se pregunta, «si se estropea el coche o hay cualquier accidente de tráfico, ¿Cómo accederá una grúa o una ambulancia?».
Una situación similar es la que comparte Régulo, hostelero de El Saler que ve en el proyecto «una amenaza para los negocios de la zona». Afirma que algunos de sus proveedores ya sufren las consecuencias y no puede dejar de pensar en la temporada alta cuando la afluencia es mayor. «Esto perjudica a quien crea trabajo y genera riqueza», opina. Anabel es la cara visible de los vecinos de El Palmar y cree el proyecto no ayudará en nada, «van a generar una obstrucción a los pueblos del sur y nos aislaran».
Freno total a cualquier intervención en la autovía de El Saler hasta que haya un pacto con los afectados. Ese fue el mensaje lanzado ayer por la portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento, María José Catalá, y su homólogo en Ciudadanos, Fernando Giner. Ambos acudieron a la protesta para apoyar las quejas de vecinos, hosteleros y agricultores, entre los principales colectivos.
«Tienen derecho a manifestar que quieren sentirse Pobles Vius, tienen derecho a exigir que se mantenga viva una de las mejores hostelerías de la Comunitat Valenciana y a que su actividad económica no se paralice», dijo Catalá.
La Conselleria de Obras Públicas ha colocado ya un paso de peatones regulado por semáforos en la autovía a la altura de la pedanía de El Saler, mientras tiene en proyecto hacer lo mismo en Pinedo, para sustituir la pasarela peatonal que ahora sirve para conectar esta población con el camino del Tremolar. En el primer caso, la velocidad máxima se mantendrá en 60 kilómetros por hora, además de estrechar la calzada con bordillos en los laterales y una mediana.
Se ha previsto un tercer semáforo a la altura del mirador del Pujol, como el paso previo al gran proyecto de remodelación, que consistirá en el caso de la autovía de pasar de cuatro a dos carrils. Para Catalá, este proyecto «supone la muerte del sector económico y de la posibilidad de vivir con tranquilidad en un entorno privilegiado de Valencia, donde hay gente labradora, arroceros, comerciantes… gente humilde que ha trabajado durante años para mantener sus negocios y salir adelante y vivir en el lugar en el que han nacido».
Por este motivo, pedirán el apoyo a los demás partidos en un pleno con el fin de reclamar a la conselleria que cese en cualquier obra hasta llegar a un consenso. De la misma opinión fue el portavoz municipal de Ciudadanos, Fernando Giner, al señalar que es imperativa la paralización de esta iniciativa «hasta que no se dialogue con los vecinos. En El Perelló «están todos los establecimientos cerrados, todos menos un horno», lo que citó como ejemplo del cordón umbilical que supone la carretera para estos vecinos.
La Conselleria de Obras Públicas quiere «buscar el consenso» en el proyecto de remodelación de la CV-500. De ahí que se haya optado por una ampliación del plazo para alegar en el estudio de paisaje, indicaron ayer fuentes de la Generalitat. La ampliación será por 22 días hábiles. «Desde la conselleria se ha considerado conveniente con la finalidad de facilitar el análisis de las medidas», dijeron.
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