Un mar de residuos tóxicos cubre la Albufera

«Toca repensar el parque de la Albufera», aseguró ayer Javier Jiménez Romo, biólogo de larga experiencia en el humedal y espectador de primera fila de la tragedia ambiental provocada por la DANA. A modo de ejemplo citó un dato: «Hemos encontrado coches arrastrados dos kilómetros desde la Pista de Silla». Plásticos, aceites, neumáticos. vertidos y toda la suciedad imaginable se escampa por campos, acequias y motas.

La acumulación de residuos, como advirtieron los vecinos de El Saler hace unos días, es más que evidente al recorrer los arrozales y las motas del lago. El nivel ha ido bajando desde el miércoles pasado por la apertura de las compuertas y ya se pueden ver los pantalanes de las barcas. También los inmensos campos repletos de basura multicolor.

Los primeros días, el parque formaba una inmensa mancha marrón por la llegada de miles de toneladas de sedimentos de la riada. Ahora ya se empieza a percibir el grave problema de la basura arrastrada. Hay de todo, incluso alguna que constata la llegada de todos los productos de una planta de reciclaje. «Hay cubos gigantes de plástico prensado», dijo el experto.

Todavía es pronto para saber qué debe hacerse, aunque los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente han empezado ya a tomar muestras del agua para analizar su calidad. «Todo lo que estos años hemos hablado de problemas micros, como los micropláticos o la presencia microscópica de sustancias como la cocaína (por los vertidos del alcantarillado), se vuelven problemas macros», reiteró Jiménez Romo.

Desde la Fundación Assut, que gestiona distintos aspectos del parque natural, indicaron que el problema urgente es «toda esa basura mucho antes que el barro. El sedimento forma parte de la dinámica del sistema, como ocurre en el delta del Ebro, en el déficit que los humedales costeros tienen de este tipo de sedimentos. La Albufera, de alguna forma, es también un delta. El barro puede ser un problema puntual en acequias y zonas de depósito donde habrá seguramente que dragar, pensando en que pueden impedir el paso de barcas», destacaron.

Las mismas fuentes recordaron lo que contaba un agricultor del Tancat de l'Estell sobre lo bien que vino al arrozal el depósito de «terra bona» que trajo la pantanada de Tous. «En principio, la aportación de sedimentos es algo normal, algo que forma parte de esta dinámica de los humedales. El problema de lo que ha pasado es el depósito de residuos de todo tipo. Eso sí», finalizaron.

A medio plazo, habrá seguramente que dragar también en «algunas acequias y canales para que pueda circular bien el agua, tanto para regar los campos de arroz como para desaguarlos». Desde la Conselleria de Medio Ambiente precisaron que las brigadas de Vaersa, dedicadas todo el año a la recogida de residuos en el parque natural, trabajan ahora a destajo en la zona cero de la DANA.

Jiménez Romo recordó que en 2004 se hizo un estudio para la regeneración del parque natural. «Seguramente habrá que hacer otro, yo creo que habría que ir a una especie de refundación; hay tancats que han perdido las motas y todo el sistema ambiental está afectado», destacó.

Algo sí ha demostrado esta tragedia, destacaron desde la fundación, y es la enorme capacidad de la Albufera para retener caudales. Todo lo que llegó por la Rambla del Poyo, acequias y canales, se contuvo en el humedal y no pasó por encima de la antigua carretera de El Saler. La Devesa quedó así protegida, como admiraron los vecinos de la zona residencial de la Devesa, que vieron como crecía la lámina de agua de una manera inusitada. Esto lo reflejaron perfectamente las imágenes desde satélites. Ayer, el servicio de Devesa-Albufera informó que el nivel seguía bajando gracias a abrir las compuertas.

• Temas
• Albufera