La Mare de Déu arropa la zona cero de la inundación

Juan Sanchis

Valencia

Jueves, 28 de noviembre 2024, 19:22 | Actualizado 20:33h.

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Cuando se cumple un mes de la tragedia que se ha cobrado la vida de más de 220 personas, la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados ha iniciado un recorrido por las localidades más afectadas por el desastre. Su primera parada ha sido la parroquia de La Inmaculada de Paiporta donde se han congregado cerca de dos centenares de personas que han recibido a la Patrona entre gritos de fervor.

'¡Vixca la Mare de Déu!', '¡Vixca la Mare dels Bons Valencians!' han sido las exclamaciones de alegría que se han podido escuchar a la entrada de la parroquia. Allí ha estado Iluminada, que este año lleva cuatro operaciones de cáncer y su marido otras tres. «La Virgen me salvó el día 29. Tenía que ir al médico a Valencia pero algo me decía que no fuera. No fuí y pasó lo que pasó», afirma convencida.

María Isabel se emociona al recordar lo que ha sucedido estos días. «He venido a pedirle salud y que arregle esto», resalta. Sonia también se ha acercado a la parroquia y señala que su ruego será rogarle «mucha fuerza y salud». Lamenta que durante los tres primeros días de la tragedia «no vimos a nadie y los cuerpos estaban por las calles. Ha sido como estar en guerra pero sin bombas».

María del Carmen pide más o menos lo mismo: «Fortaleza para aguantar esto y lo que venga» y recuerda su odisea el día 29. Iba en un taxi por la V-30. «Allí me rescataron a la una y media de la madrugada y pasé siete días en el polideportivo de Campanar», resalta.

El recuerdo de Pepita Blasco ha sido para «los que han perdido a un ser querido. Que lo puedan sobrellevar. Lo material es sustituible pero no las personas», ha afirmado mientras apunta que en la riada perdió el bajo donde tenía el despacho. «El agua llegó a los dos metros treinta en la calle Colón», ha recalcado y también se ha acercado para dar gracias a la Virgen «por todo lo que nos da».

Vicenta ha pedido fortaleza «para aguantar». Su historia es tan dramática como cualquier otro superviviente ese día. Estuvo cuatro horas encima de una mesa y el agua le llegó hasta el pecho. «Mi hijo, que es policía en Riba-roja, me dijo que me subiera. Creí que era un exagerado», ha relatado.

«Un poco de sentido común entre los mandatarios y que no nos olviden», es la petición de José y Juan Ramón, ambos portadores de la Virgen de Paiporta. Para ellos la visita de la Virgen a la parroquia supone «reconfortar el corazón. Poder rogar que nos dé fuerza y que podamos recuperar el pueblo como era antes».

Pasadas las tres de la tarde, la imagen peregrina de la Virgen ha enfocado la calle Convent, donde está la parroquia, y han empezado a sonar las campanas entre gritos de viva a la Mare de Déu. El Maremóvil se ha detenido delante de la puerta de la iglesia y se ha sacado por los rieles a la Señora. Don David, el párroco, que está tratando de recuperar la normalidad en su templo y espera la semana que viene poder celebrar misa por las tardes, ha dirigido una oración de bienvenida.

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La alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, que ha estado presente en el recibimiento, también ha dirigido una petición a la Virgen y a continuación ha sido el turno del rector de la Basílica, Melchor Seguí, que también se ha dirigido a los fieles para recordar el mensaje de esperanza que transmite la Virgen.

Un emocionado José Moncholí, portador de la Virgen de Paiporta, ha dirigido una serie de ruegos en los que ha pedido por los servicios de Emergencia, por los fallecidos, por las autoridades regionales y locales, por los gobernantes para que alcancen un consenso para ayudar a las víctimas, por los jóvenes, por España y por Valencia, por los que han perdido sus casas y por los voluntarios.

El breve acto ha concluido con el canto del Himno de la Coronación entonado con emoción por los asistentes de los que varios han intentado tocar el manto del la Virgen mientras volvía a entrar en el furgón. A continuación, la imagen peregrina se ha dirigido a la parroquia de San Ramón. La última escala de la jornada ha sido la iglesia de Sant Jordi, donde ha pasado la noche. El viernes por la mañana se dirigirá a Picanya y más tarde a Torrent.