Matemáticas o Latín, las polémicas de años anteriores

Las prueba de acceso a la universidad de la Comunitat Valenciana no han estado exentas de polémica en los últimos años. En la convocatoria ordinaria de 2019 el examen de Matemáticas II provocó una oleada de quejas por su nivel de dificultad. De hecho, cosechó las perores notas de la historia, según la estadística que publica la Generalitat una vez se conocen las notas de los alumnos.

El promedio de los estudiantes que hicieron este examen de modalidad fue de 4,47 sobre diez, algo inaudito. Se reunieron decenas de miles de firmas a través de la plataforma Change. org, se convocaron manifestaciones (poco exitosas) y se acumularon las críticas. No sólo de los docentes de Bachillerato valencianos, sino también de la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas, que abogó por cambios tanto en el diseño de las pruebas como en los currículums de los cursos previos a la selectividad.

El año pasado no fue la excepción. En una convocatoria marcada por la irrupción de la pandemia, que obligó a hacer los exámenes en los centros de estudio y no en los campus universitarios para evitar aglomeraciones, fue especialmente polémica la prueba de Latín II, con diferentes errores en los enunciados y los textos propuestos que tuvieron que ser subsanados, de viva voz, durante la prueba. También se detectaron fallos y erratas puntuales en Griego, Química, Dibujo Técnico o Economía. En años anteriores también se llegó cuestionar la dificultad del examen de Matemáticas aplicada a las Ciencias Sociales.