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«Después de sufrir una sobrecarga brutal nos dejan en los huesos, es nuestra triste recompensa». Jorge Puchol, anestesiólogo del hospital La Fe y delegado ... del Sindicato Médico CESM-CV de este centro, resume así el sentir de los profesionales ante el cese, a finales de este mes de abril, de unos 6.000 refuerzos Covid y el «desequilibrado reparto» de las 5.000 nuevas plazas estructurales anunciadas por la Conselleria de Sanidad y que se cubrirán a partir de mayo. En cualquier caso, y hasta al menos el mes de septiembre, la red pública contará con un millar menos de trabajadores.
De hecho, y ante esta situación, varias decenas de profesionales sanitarios (médicos y auxiliares de cuidados de Enfermería, básicamente) se han concentrado este lunes a las puertas del citado hospital para mostrar su desacuerdo ante la decisión de Sanidad de prescindir de los trabajadores contratados como refuerzo para hacer frente a la pandemia. Convocados por CESM-CV y SAE (sindicato de técnicos de Enfermería), los asistentes han portado un pancarta con el lema 'Una sanidad (in)sostenible' (en clara alusión a la necesidad de contar con más profesionales) y han coreado consignas como «primero las palmadas y luego la patada» o «Barceló dimisión».
Puchol ha explicado que los especialistas reivindican la conversión de todos los contratos Covid en plazas vacantes puesto que, en el caso de La Fe, mientras el 30 de abril finalizan 112 sanitarios de refuerzo a partir de mayo se incorporarán 16 facultativos, una situación que en su opinión provocará una «sobrecarga brutal» al resto de compañeros. Este portavoz ha agregado que en cuanto a médicos, la Fe, el General de Alicante, Alcoy o Castellón son departamentos especialmente afectados por la reducción del número de facultativos.
En concreto, como ya recogió LAS PROVICIAS, tanto el Hospital General de Valencia como el Torrevieja no recibirán ninguna de las nuevas plazas previstas por Sanidad, mientras que el Padre Jofré contará con tres nuevas incorporaciones, 12 la Pedrera, 16 el Doctor Moliner y 24 el de la Malvarrosa. Frente a ello, el hospital Clínico incorporará a 247 profesionales, el de Sant Joan 209 y el Doctor Peset 198.
«El plan estructural de la conselleria no digo que los número no puedan ser correctos en cuanto generales, pero en cuanto a categorías nos han dejado en los huesos», ha lamentado, para agregar que «en neumología, anestesia, urgencias, microbiología, interna... que son los que se han ocupado de enfrentarse al Covid, en muchos casos la renovación ha sido cero plazas». «Todos hemos combatido al coronavirus, pero algunos se han enfrentado más cara a cara, como son los compañeros de las unidades de críticos, de neumología o de urgencias, entre otras, que se han visto recortados a menos de un cuarto de su número cuando aún son totalmente necesarios. Hay una lista de espera grandísima y hay enfermos crónicos que necesitan nuestra atención y no van a poder ser atendidos porque no contamos con los medios, no hay médicos para atenderlos», denuncia.
En relación a las especialidades son varias las sociedades científicas y los colegios profesionales que han mostrado su disconformidad. Los primeros en expresar su malestar fueron los intensivistas, puesto que apenas reciben siete plazas nuevas, pero también se quejaron los neumólogos (nueve incorporaciones), los nutricionistas (sólo una) y los anestesiólogos (con 24 especialistas más). Tanto el Consejo de Colegios Médicos Valencianos como el de Enfermería de la Comunidad Valenciana (Cecova) también denunciaron la falta de plazas de facultativos y de profesionales de Enfermería, respectivamente.
El Colegio de Enfermería de Valencia ha exigido que se actualice la bolsa de trabajo ya que la última vez de su puesta al día fue a finales de marzo de 2021 y desde entonces todos los enfermeros que han ido encadenando contratos COVID (temporales y coyunturales) siguen sin poder contabilizar los puntos acumulados durante este último año con vistas a las ocupación de las 6.000 plazas estructurales anunciadas por conselleria.
En ese sentido, señalan que los departamentos de salud comenzarán a contactar con los profesionales inscritos en la bolsa de salud a partir del 20 de abril para cubrir estas «insuficientes» plazas. Al respecto, señalan que esta circunstancia genera «un considerable agravio comparativo» porque en el anuncio que hizo la consellera Ana Barceló, el pasado día 5, dejaba claro que el objetivo final del incremento de la plantilla se centraba en «transformar los contratos COVID vigentes.
Al respecto, el Colegio recuerda que para premiar el esfuerzo durante la crisis generada por la pandemia, Sanidad estableció una baremación mayor (justo el doble) para los profesionales que hubieran trabajado con contratos Covid en el estado de alarma. Por ello, se pide que Sanidad actualice su bolsa de trabajo e incluya la puntuación que han obtenido todos los enfermeros que han prestado sus servicios durante el periodo Covid, hasta el último momento de adjudicar las plazas.
En esta línea, advierte de que mantener desactualizada la bolsa de Sanidad supone «perjudicar» a los profesionales de Enfermería que han sido «la barrera de contención» frente a la pandemia, «mucho más allá de lo que su deber les obligaba contra el virus más terrible y despiadado que pudiéramos imaginar y que tantas vidas se ha cobrado».Una bolsa que, además, deberá volverse a actualizar tras la fase inicial que comenzará el 1 de mayo, cuando se acometa la segunda fase a partir de septiembre de contratación con las restantes plazas (960 puestos).
«Nos prometen que nos van a dar unas vacantes para estabilizar a la gente y sin embargo nos vemos con que todos estos compañeros se van a la calle. En algunos casos sí se ha dado respuesta, pero en otros no», matiza Puchol, para también denunciar la falta de profesionales en Atención Primaria. «Para pediatría hay cinco plazas para toda la Comunidad Valenciana, especialidad que parece que es innecesaria para la conselleria», añade.
«Se hicieron unos contratos con la pandemia y van a cesar el 30 de abril. Como la conselleria se ha dado cuenta del déficit de personal, crearon plazas estructurales para que no se quedara tan vacío, pero no han hecho bien el reparto», señala Valeria Casero, técnico en cuidados auxiliares de Enfermería (TCAE) en el hospital La Fe. «Nosotras siempre estamos con el paciente, les aseamos, estamos con ellos, les damos de comer, les damos la medicación... pero las plazas estructurales han salido muy deficitarias para nuestro colectivo, lamenta. Y no le falta razón, puesto que en frente a los 1.161 TCAE contratados como refuerzos Covid que cesan este mes se han previsto 453 plazas estructurales, por lo que esta categoría profesional va a perder más de 700 profesionales en unas semanas.
«Hay salas con 30 y pico enfermos y hay una TCAE por la noche. Me gustaría que la consellera se diera cuenta que no puede estar un paciente con un pañal horas, que te llame al timbre y que no puedas ir porque estás con otro enfermo. Pero se ve que no lo saben o no se dan cuenta porque nos han dado una cantidad de plazas irrisorias. Perdemos muchísimos profesionales», lamenta.
«No se reparten equitativamente las plazas. Como siempre, hacen las cosas sin contar con el personal afectado. Primero toman decisiones y luego se ven con estos desastres». Valeria destaca que «muchas cosas que hacemos las registra la enfermera, nos vamos molidas y parece que no hagamos nada, porque a los enfermos hay que cuidarlos, cambiarlos, atenderlos... Si cada uno registrara su trabajo se darían cuenta de la injusticia que se está cometiendo con las TCAE», subraya.
«Yo ya me he planteado, después de esta humillación, marcharme a otra comunidad autónoma o a otro país, porque aquí después de ver lo que hace la conselleria me he empezado a mover para irme a otras regiones que sí que contratan, porque después de diez años de trabajo y después de mi actividad investigadora no tengo sitio aquí porque la conselleria no considera necesario reforzar la neumología, así que lo que toca es irse porque es a lo que nos están invitando». Alberto García, es adjunto en el servicio de Neumología del hospital La Fe desde hace diez años, cuatro de ellos como MIR y los seis siguientes con contratos «todos ellos temporales y precarios, enlazando un contrato con otro pero sin estabilizarme»; y se muestra especialmente disgustado porque Sanidad únicamente ha previsto nueve plazas más para Neumología, ninguna de ellas en la Fe.
«Durante la pandemia, que ha sido respiratoria, por lo que nos ha afectado de forma muy directa a la especialidad de Neumología, he estado con un contrato de refuerzo Covid y entre medias cubriendo la baja de un compañero; enlazando contratos, como llevo los últimos seis años. Pero cuando ha llegado el momento de decidir la estabilización de contratos, a Neumología se le han dado cero plazas en el hospital La Fe y nueve en toda la Comunitat», lamenta.
«En el momento en el que ha sido más evidente la necesidad de la Neumología, que hemos incrementado nuestra actividad por encima incluso de los horarios estipulados, hacen como si no existiéramos, y se nos da una patada para que nos vayamos cada uno a su casa porque ya no servimos. Hemos estado estos dos años al pie del cañón, haciendo un esfuerzo extra a diario que lo han sufrido también nuestras familias, y ahora vemos que llega el fin del contrato Covid y no se nos renueva. Finalizamos el 30 de abril, pero seguimos teniendo actividad diaria en planta con pacientes Covid hospitalizados, en la que participan directamente los profesionales de Neumología, y tenemos una sobrecarga asistencial en las consultas externas de más de 2.000 pacientes diagnosticados en este hospital y remitidos por los centros de salud para seguimiento de complicaciones respiratorias después del Covid, y todo esto no existía antes del Covid. Pretenden que atendamos a muchos más pacientes con el mismo personal».
«Es una vergüenza cómo estamos, y he podido venir (a la concentración de este lunes a las puertas de La Fe) porque ha venido una compañera para sustituirme diez minutos porque en la planta de hospitalización tenemos 50 y pico ingresados y contratados por la conselleria somos dos médicos. Hay también residentes, contratos de investigación precarios, etc., pero teóricamente entre dos personas tenemos que ver a 50 y pico pacientes al día, con trasplantes, con leucemias, con enfermedades oncohematológicas muy serias y claro, la conselleria considera que vamos muy sobrados, que somos más que suficiente». Alberto Montava trabaja en la red pública desde 2009 (como interino en el servicio de Hematología de La Fe desde marzo de 2016) y se muestra muy contrariado por las 15 nuevas plazas estructurales previstas por Sanidad para esta especialidad, ninguna de ellas para el hospital La Fe, y por el fin de los contratos Covid.
«Ahora tenemos una compañera que termina el 30 de abril, que ha hecho un grandísimo trabajo, y le dan la patada porque según la conselleria entre dos tenemos más que suficiente. En realidad no se crea ninguna plaza nueva, sino que se reconvierten plazas que ya existen y algunas de ellas pasan a ser vacantes, pero plazas nuevas de médicos no se crean», lamenta, para advertir que, debido a ello, «va a empeorar la asistencia, vamos a seguir yendo al límite, con mucho riesgo de cometer errores que no nos podemos permitir, pero a la conselleria le da igual nuestra situación. Queremos más personal para hacer un trabajo con más calidad».
«En el área de diagnóstico están igual de mal o peor, en el banco de sangre igual, dos personas para todo el banco de sangre, no nos escuchan, no les importamos y es una pena. Tendríamos que hacer una movilización social en el que la ciudadanía fuera consciente de la importancia que tiene el personal sanitario para cambiar esto. Si con una pandemia no hemos conseguido nada...»
«Cogí el Covid al principio, trabajando, no teníamos de nada como han dicho los tribunales, y estuve viendo los pacientes Covid de mi especialidad hasta diciembre, y ni a mí ni a muchos otros compañeros nos pagaron la gratificación pese a haber estado en primera línea viendo cinco o seis pacientes diarios con coronavirus. Es todo muy triste», critica.
«Todos los compañeros han dado el callo, han venido compañeros de cirugía, de nefrología, de plástica a ayudar. En todos los hospitales hemos trabajado como uno, pero específicamente en estas categorías es lo que nos ha chocado a todos, y ahora la recompensa es que tiran a nuestros compañeros a la calle, no podemos entenderlo», concluye.
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