Medio centenar de playas se exponen a perder las ayudas europeas si no se ejecutan en 2025

A todo ello se une el riesgo de que se puedan perder las subvenciones procedentes de la Unión Europea. Para recibir estas ayudas de Bruselas las obras tendrían que estar terminadas antes del 31 de diciembre de 2025. Apenas falta un año y medio y muchas de ellas todavía no cuentan ni siquiera con un proyecto por lo que se encuentran en riesgo de perder las ayudas. Tampoco hay ninguna en ejecución ni en proceso de licitación.

Hay que tener en cuenta que todo el proceso administrativo en este tipo de proyectos es extremadamente lento. La redacción de los mismos se prolonga en el tiempo por las dificultades técnicas, la necesidad de elaborar una declaración de impacto ambiental y las licitaciones se retrasan con lo que el tiempo apremia para que se acaben en plazo.

Una de las grandes dificultades a las que se enfrentan estas obras es cómo conseguir la arena. En el caso de las actuaciones que se han realizado en las playas del sur de Valencia y en Dénia se ha utilizado la encontrada en un yacimiento submarino frente a las costas de Cullera gracias a que los proyectos incluían una declaración de impacto ambiental de la afección sobre este depósito submarino.

Y es que la inversión de todas estas actuaciones pendientes puede rondar los 200 millones de euros y se puede perder esta cantidad en ayudas si no se acaban las obras en plazo.

La mayor parte de las actuaciones se dirigen a regenerar las playas que han perdido arena por efecto de las corrientes marinas. También se plantea la construcción de espigones en el litoral para frenar los arrastres.

La Federación de Contratistas de Obras de la Administración de la Comunitat Valenciana (Fecoval) alertó la pasada semana de que la financiación de las obras de protección de la costa valenciana peligran si no se ejecutan antes del final de 2025. Recalcaron que los proyectos, dependientes del Ministerio de Transición Ecológica cuentan con el respaldo de los fondos europeos y engloban a un total de 61 zonas de especial protección, pero una gran parte se encuentran paralizados. Estos datos salieron en la reunión que tuvieron con el secretario autonómico de Infraestucturas, Vicente Dómine, y Vicente Martínez Mus, director general de Costas y Puertos de la Conselleria de Medio Ambiente.

En este sentido, José Luis Santa Isabel, presidente de Fecoval, ha señalado que «nuestro objetivo es que ningún euro se tenga que devolver por falta de acción. Para nosotros tener fondos para invertir y generar obras y, por tanto, actividad es fundamental. Cuando hay programadas unas obras y hay presupuesto para hacerlas, se deben acelerar los procedimientos administrativos para poder ejecutarlas lo antes posible. No sabemos cuando tendremos otra oportunidad similar y la Comunidad necesita mucha inversión. No podemos permitirnos dejar escapar un solo euro si además como las obras litorales, estas son indispensables para la protección y regeneración de nuestras costas».

Este periódico ha preguntado al Ministerio de Transición Ecológica sobre el estado de las actuaciones previstas en la costa valenciana sin recibir respuesta al cierre de esta edición.

Durante este periodo sí que se han ejecutado actuaciones en los municipios de Dénia, Valencia o Almenara. Pero todavía hay obras pendientes en Peñíscola, Almassora (3), Burriana (4 y otra con el proyecto elaborado pero todavía sin ejecutar), Nules (7 más una obra ya terminada), Moncofa (4 playas), La Llosa (3), Valencia (5), El Perelló, Cullera (7), Tavernes de la Valldigna (4) y Denia (10).

Entre las actuaciones pendientes se encuentra, por ejemplo, el alargamiento del espigón norte de la playa de Pinedo en 45 metros o el vertido de 83.000 metros cúbicos de arena entre el espigón norte y el espigón sur, también en la playa de Pinedo. Tampoco se han ejecutado la construcción de un espolón de unos treinta metros en el dique norte de la gola del Perelló, como punto de control para la gestión del sedimento.

Hay obras pendientes en las tres provincias. En la de Castellón, Peñíscola tiene por ejecutar la protección de la playa norte o el vertido de 83.000 metros cúbicos de grava en las playas de La Torre y Ben Afeli en Almassora. También hay actuaciones sin hacer más al sur de la provincia como la construcción prolongación de los diques de encauzamiento de la gola de Queralt en Almenara.

En la provincia de Valencia está pendiente el vertido de unos 260.000 metros cúbicos de arena en las playas del Marenyet y del Estany o la construcción de un espigón en L a 1.080 metros del dique sur de encauzamiento de la desembocadura del río Júcar. Ambas actuaciones se localizan en la localidad de Cullera.

Las obras pendientes en la localidad de Tavernes son cuatro. Una de ellas es el vertido de 145.000 metros cúbicos de arena en la Playa del Brosquill o la construcción de un nuevo espigón en L a 790 metros del espigón nuevo norte también en el Brosquill.

En Dénia hay pendientes diez actuaciones. Entre ellas destaca la prolongación del espigón de Les Devesses acabado en L, el alargamiento del espigón de la playa Sort de Mar o la actuación en el extremo occidental del río Girona con la retirada estratégica de 750 metros cuadrados de zona urbanizada para uniformizar la anchura de la playa.

También en Dénia está pendiente el vertido de unos 240.000 metros cúbicos de arena en una longitud de 1.600 metros entre el espigón del río Girona, Punta de la Almadraba y el saliente de la Playa de L'Estany.