Carmen, César, José Ángel, Ana, Diego y Rafah tienen varios puntos en común. Consiguieron la nota más alta de su promoción en la fase general de la selectividad, la que hacen todos los alumnos, son valencianos y vuelan alto en su proyecto vital.
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Aunque ... ya fueron entrevistados en su día, cuando conocieron sus calificaciones, LAS PROVINCIAS ha querido sacarles de su anonimato mediático una vez más, coincidiendo con el arranque del periodo de matrícula universitaria. Por si sus historias sirven de inspiración a los estudiantes que estos días maduran qué y dónde estudiar. Y como ejemplo de que la excelencia o el esfuerzo son grandes compañeros de viaje.
César Fuster Llamazares IES Barri del Carme de Valencia
Sigue formándose una década después de conseguir la mejor nota. Su próximo objetivo es ser investido doctor por la Universidad de Oxford, la séptima mejor del mundo. Por el camino se sacó el doble grado de Derecho y Ciencias Políticas en la Universitat de València y el máster en Ciencias Sociales en la Carlos III de Madrid, que combinó con una estancia en la London School of Economics and Political Science.
El siguiente paso fue empezar su doctorado en Ciencias Políticas, dentro del área de Economía Política. Está en tercero, da clases -«exactamente 'tutorials', seminarios específicos con grupos muy pequeños»- e investiga «sobre cómo la sociedad percibe la desigualdad y sobre los fundamentos del estado de bienestar». ¿Por qué? En parte por su experiencia personal: «He visto como muchos compañeros del instituto o de la carrera, todos brillantes, se han quedado por el camino por no tener cierto colchón económico o sociocultural».
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Sobre el futuro, le atrae su tierra. Y mucho. «Estoy muy arraigado a Valencia. En algún momento quiero volver y trabajar en la universidad, siempre que pueda investigar sobre algo que tenga utilidad social», concluye.
Diego Peñarrubia Morcillo IES Figueras Pacheco de Alicante
Fue el más destacado de 2015 y actualmente trabaja como ingeniero aeroespacial en Airbus, en la planta de Getafe. Se graduó en la carrera del mismo nombre de la Universitat Politècnica, y no deja pasar la ocasión de incidir en la calidad de los estudios y del profesorado. «Se nota la diferencia, la materia prima que sale de la UPV es muy buena», dice.
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Tras titularse, cursó un máster en Toulouse, centro neurálgico de la industria en Europa. Luego pesaron las ganas de volver a España, recalando en el departamento de aerodinámica de la citada empresa.
«Nos centramos en el desarrollo de I+D+I, digamos que pensando en las aeronaves que entrarán en servicio en la próxima década», señala. «Tengo la suerte de dedicarme a algo que despierta mi interés científico, y de poder hacerlo en una empresa líder del sector», completa.
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José Ángel Amat Sánchez IES Vega Baja de Callosa de Segura
Acaba de iniciar su andadura como médico residente en el Hospital La Paz de Madrid. «De niño tenía los típicos sueños, ser bombero o astronauta, pero siempre me ha gustado la ciencia, especialmente la biología, así que era probable que acabara dedicando mi vida a algo relacionado», explica el mejor expediente de la selectividad de 2016.
Cursó Medicina en la Miguel Hernández y tras el MIR pudo elegir la especialidad que quería: Dermatología. Le quedan cuatro años de residencia por delante en uno de los mejores hospitales de España, tanto a nivel general como en el área que eligió.
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Sobre la experiencia, aunque la carga de trabajo es elevada, se queda con lo positivo. «En una especialidad tan visual como Dermatología es importante hacer ojo clínico viendo muchos casos», reflexiona. «De mi profesión me gusta lo obvio, ayudar a salvar vidas a través de la parte quirúrgica. Pero a nivel general que contribuimos a mejorar la calidad de vida de las personas», explica.
Carmen Moreno Gómez Colegio La Purísima de Torrevieja
La mejor de la Comunitat en 2014 empezó a perfilar su futuro laboral en Bachillerato. «Me gustaba la cultura, pero no sabía muy bien cómo materializarlo a la hora de elegir una carrera», señala. Su primera opción fue Arqueología (Universitat de Barcelona), aunque se dio cuenta de que pese a ser su «pasión y su hobbie» no era su vocación. Y cambió a Estudios Culturales en la Universidad Internacional de Catalunya: «Aprendí que la gestión cultural es amplísima y dinámica, abarcando teatros, auditorios o museos sin olvidar el derecho, la economía o la política internacional aplicada a la cultura».
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Participó en un programa en Naciones Unidas, colaborando con el Príncipe Adnan el-Hasemite de Kuwait y descubriendo que le gusta «estar sobre el terreno». Entre sus muchos proyectos ha colaborado con el Thyssen-Bornemisza, y ahora trabaja a caballo entre Madrid y Alicante. Cuando se le pide un consejo a los que ahora dudan sobre a qué dedicarse, es tajante: «Que no tengan miedo a cambiar de idea. Si te caes aprendes de ese fallo y sigues con más fuerza».
Rafah Hajjar Muñoz IES Camp de Turia de Llíria
«Mucha gente, cuando se refiere a las matemáticas, piensa sólo en números y ecuaciones. Yo lo veo distinto: es utilizar la lógica para resolver problemas, algo que me gusta desde pequeño», señala este vecino de Casinos, que fue el mejor de la provincia de Valencia en la convocatoria de 2017.
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Formó parte del programa de excelencia CFIS de la Universitat Politècnica de Catalunya, que permite sacarse dos titulaciones de manera simultánea. En su caso fue Matemáticas e Ingeniería Física. Un lustro después le seleccionaron para hacer el doctorado en la Universidad de Columbia (Nueva York), la octava del mundo. En realidad es una combinación de máster y doctorado que durará cinco años. Enfila el segundo, en el que tendrá que elegir una línea de investigación y dar más clases. «No lo tengo decidido, pero creo que se centrará en la Teoría de números», dice. Sobre el futuro, quiere hacer carrera académica. «Me gusta investigar, sobre todo en matemáticas, y la docencia. Enseñar es una de mis dos pasiones, y descubrir cosas nuevas la otra», resume.
Ana Ballester Climent Colegio Gran Asociación de Valencia
La alumna más brillante de 2018 se graduó el año pasado en Ingeniería Industrial en la UPV. Este curso ha empezado el máster habilitante, necesario para ejercer la profesión, y el que viene, gracias al programa de dobles titulaciones internacionales de la institución, se muda a la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU). Hará un posgrado doble que le permitirá especializarse en energías renovables. «La aplicación técnica de la energía es lo que más me ha llamado la atención durante la carrera, igual que la sostenibilidad. Es decir, el hecho de poder utilizar los conocimientos para contribuir a una labor social», explica. Su trabajo de fin de grado, tras un Erasmus en el Politécnico de Milán, también fue por esos derroteros.
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Sobre su vocación, destaca que aunque no la tenía clara desde pequeña siempre le interesaron las matemáticas y la ciencia en general. «Al final fue Industriales porque tocas todas las ramas de la ingeniería y la industria, te da una capacidad de adaptación brutal», explica.
Y en cuanto al futuro, no se cierra puertas. «Me gustaría una empresa tecnología o una multinacional de la energía, especialmente en la rama de las renovables. Pero tampoco me importaría una consultoría. Como todavía no he tenido experiencia laboral no lo tengo muy definido», explica, antes de señalar que aunque se ve trabajando en España no le desagrada la idea de «alargar mi estancia en el extranjero si encuentro una empresa que me facilite un buen desarrollo profesional».
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