![Imagen de archivo de actividades en el centro de día de la Asociación de Familiares de Alzheimer.](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202011/30/media/cortadas/155745673--624x350.jpg)
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F. RICÓS
Lunes, 30 de noviembre 2020, 00:14
Mercedes tiene 82 años y vive en un geriátrico de Valencia. Desde hace unas semanas no ve a sus hijos, aunque ya no los reconoce. El Alzheimer. Paco y Merche están preocupados. Desde la residencia les informan a menudo del estado de salud de su madre pero temen que tarde o temprano se contagie. Mes y medio atrás se detectó un foco de Covid en el asilo pero se acotó a tiempo. Se decidió aislar lo máximo posible la residencia. Poco tiempo después Paco mantuvo contacto con un asintomático sin saberlo y unos días más tarde, con su hermana Merche. Y a pesar de que transcurrieron los 10 días establecidos por el protocolo establecido por Sanidad, ninguno de los dos se atreve a acudir al geriátrico por temor a contagiar a su madre, aunque no la toquen y se queden a dos metros de distancia. No se fían. «Ella no nos conoce, pero nosotros a ella sí. Tenemos muchas ganas de verla, pero sólo en pensar que por nuestra culpa pueda contagiarse... Tenemos miedo y sólo queremos que se acabe esto», reconoce Paco.
El aumento de los contagios en los geriátricos incrementa el temor a la infección de os residentes, especialmente por parte de sus familiares.
En pocas semanas casi se han doblado el numero de estos establecimientos en los que se han registrado algún caso. A principios de mes había casos positivos en 48 de estos centros y se habían intervenido nueve residencias. Ahora hay algún positivo en 91 residencias y la Conselleria de Sanidad supervisa 19. Este mes ya se contabilizan nada menos que 979 nuevos casos y 157 fallecidos desde septiembre hasta ahora.
Pero no solamente hay miedo entre los familiares de los residentes. También tienen pavor a que se contagien los hijos de aquellas personas que acuden cada jornada a un centro de día.
La Conselleria de Sanidad sí hace público casi a diario el número de residentes que se infectan o fallecen, al igual que los trabajadores de estos centros. Los infectados y los que pierden la vida que acudían a los centros de día se diluyen en las cifras generales. Sí que es cierto que el departamento que dirige Ana Barceló indica el número de centros de diversidad funcional afectados por el Covid.
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En este sentido, en el primer recuento de casos de noviembre, correspondiente al día 2, se indicaba que existían casos concretamente en nueve centros de diversidad funcional (dos en Castellón, tres en Alicante y cuatro en Valencia). Ya se ha llegado a los 18 centros de diversidad funcional (10 de ellos en Valencia, cuatro en Alicante y los mismos dos en Castellón). A ellos se le añaden cinco centros de menores, todos en Valencia.
El último de los casos se ha localizado en el centro de día que la Asociación de Familiares de Alzheimer de Valencia tiene en la calle Maestro Bellver. Carmen vive en Benetússer y el miércoles recibió por la aplicación del móvil con el que el centro se comunica con los familiares el aviso de que una trabajadora había dado positivo en coronavirus, aunque se encuentra asintomática, y que, de acuerdo con el protocolo que marca Sanidad, no se iban a realizar los test PCR ni a los compañeros de trabajo ni a los mayores que van al local.
Lo que no sabía Carmen era que la empleada se contagió a través de un familiar y no acudía a cumplir con su obligación laboral desde el pasado viernes, más de 72 horas antes de que se le detectara el positivo. «Tengo miedo de que pueda contagiarse, la verdad. Mi madre tiene 84 años y además de Alzheimer padece enfermedades respiratorias, como la mayoría de los que acuden al centro de día», confiesa. «Aunque digan que se cumple el protocolo, Sanidad podría tener una deferencia con los mayores y hacer la prueba para quedarnos tranquilos», afirmó.
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Carmen iba a llamar al ambulatorio para que le hiciesen la PCR a su madre, y si no lo conseguía se la haría por privado. «Esto es un jarro de agua fría», dijo. De momento su madre ayer no acudió al centro.
La gerente del centro, Ana Morón, también indicó que tienen «miedo», por eso restringen el paso «incluso a los familiares» de los pacientes. Morón señaló que se han cumplido todos los protocolos y que Sanidad les dijo que «el riesgo de contagio es muy bajo» porque la empleada contagiada no ha tenido contacto ni con sus compañeras de trabajo ni con los pacientes desde que supo del positivo de un familiar. El lunes llamó por teléfono al centro y no acudió a trabajar, el martes se realizó la prueba y el miércoles le dieron el positivo. Sobre las 13 horas el centro comunicó a los familiares de los pacientes el positivo.
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