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Inma Barranco en su puesto de pescadería sin género. Iván Arlandis

«Tengo la mitad de la pescadería vacía porque no llega género»

HUELGA DEL TRANSPORTE ·

Vendedores de mercados municipales y tiendas de barrio de Valencia ya sufren problemas de abastecimiento y encarecimiento de precios por los paros del transporte

Juan Antonio Marrahí y B. Hernández

Valencia

Miércoles, 23 de marzo 2022, 00:49

Los paros de transportistas ya empiezan a repercutir en la falta de género en tiendas y puestos de mercados municipales. Así lo ha constatado LAS PROVINCIAS este martes 22 de marzo tras entrevistarse con comerciantes de Valencia. Amparo, pescadera, tiene la mitad de su ... puesto vacío. Falta salmonete, bacalao, boquerones… Y el precio de la merluza se ha disparado. Unos metros más allá, en el Mercado de Ruzafa, un expositor de sandías está prácticamente vacío.

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La escasez o encarecimiento está afectando a productos frescos y perecederos, esencialmente pescados, frutas y verduras procedentes de fuera de la Comunitat y también algunos alimentos que se venden en tiendas de importación, como quesos o pasta procedentes de Italia, según han descrito los propios afectados.

Faltan en los expositores salmonete, bacalao, boquerones, pelaya, jamones, sandía, kiwis amarillos o cerezas. Se han disparado precios de merluza, pimiento italiano, fresas de Andalucía, calabacín, judías verdes, garrofón, pepino o tomate. «Tengo la mitad del puesto vacío porque no llega género», revela una pescadera del mercado de Ruzafa.

Inma Barranco, pescadera

«Estamos notando la falta de producto de proximidad»

La escasez se palpa en Pescados y Mariscos Inma. Lo constata la vendedora Inma Barranco. «Por los paros del transporte estamos notando la falta de producto de proximidad, de nuestra playa. Entre el temporal y la huelga se ha complicado todo y entra casi nada de género».

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La prueba más fehaciente es que buena parte del espacio de su tienda destinada a la venta de productos del mar estaba vacía y sin uso este martes 22 de marzo. «Tengo la mitad del puesto vacío porque no está llegando género», resume la comerciante.

Se refiere a pescadilla de la playa, salmonete, bacaladito, boquerones, pelaya… De pescado pequeñito no ha entrado nada… Ya no sé a lo largo de la semana si se solucionará la cosa y entrará algo más, pero de momento de las dos paradas que tengo sólo he podido abrir con una para dar un poquito de servicio».

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La falta de producto también está repercutiendo en los precios con los que se encuentran los clientes, ya de por sí encarecidos por el problema del combustible que repercute en los portes. «Por ejemplo, hay menos merluza y lo que ha entrado está más caro. Su precio está subiendo desde Navidades. Hace cuatro meses estaba a 16 euros el kilo y ahora a 22», resalta.

Juan Poveda tiene su pescadería en la calle Cuenca de Valencia. «Está llegando mucho menos género de pescado pequeño del Mediterráneo, por ejemplo boquerones, sardinas, pescadillas y salmonete». Y ante la escasez, precios al alza. «Si hace una semana vendíamos el boquerón a 8 euros el kilo, hoy a 15 por la huelga de transporte y el encarecimiento de los costes. La sardina ha pasado de 7 euros el kilo a 16». Esto, zanja, «es una barbaridad. Estamos intentando subir los precios lo mínimo, pero los costes son insostenibles».

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Emilio Ribera, charcutero

«No llega la mercancía que pedimos hace una semana»

La falta de jamones es más que evidente en la charcutería. Iván Arlandis

Las barras de colgar jamones de la Charcutería Ribera están más despobladas de lo normal. Y también por la huelga. Así lo explica uno de los responsables, Emilio Ribera. «La semana pasada estábamos aún bien. Esta ya flaquea. No llega la mercancía que pedimos hace una semana y ya nos advirtieron que igual no llegaba». Se refiere a los jamones que proceden de Granada. Esperan un palé de unos 400 kilos.

«Ahora mismo ya sufrimos desabastecimiento porque yo ya no tengo ninguno para cortar de dos años de curación», añade. Normalmente, cuelgan medio centenar de patas sobre los expositores y ayer, apenas una decena.

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El joven José Antonio Pérez estaba ayer al frente de Carnes Pérez. «Todos los productos se han encarecido por los problemas del transporte», revela. «Perfectamente puede haber subido el género un 25% en dos semanas. Todo. Pollo, ternera cerdo…» Y pone ejemplos: «Un kilo de filete de ternera lo vendíamos en enero a 7 euros y ahora, a casi 10.

En cuanto al desabastecimiento «ya habido algún día que otro que nos hemos quedado sin pollo». Ante los precios al alza «la gente se queja, llega el cliente y pregunta: '¿Hoy qué ha subido?».

Amparo Cano, frutera

«El pimiento italiano ha pasado de valer 1,50 el kilo a 4 euros»

La fruta también escaseaba en los mostradores. Iván Arlandis

Los paros también están vaciando algunos expositores de fruta y verdura. Lo cuenta Amparo Cano, de la Frutería Amparo. «Se está notando en escasez de producto y precio», confirma. «Está escaseando el pimiento y subiendo el precio. Un pimiento italiano que normalmente cuesta en Mercavalencia 1,50 hoy me lo han pedido a 4 euros el kilo. ¿Si me lo piden a ese precio yo en el puesto cómo lo tengo qué poner para yo poder ganar algo?», se lamentaba. «Es una burrada».

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Otros productos encarecidos por la falta de distribución es la fresa. «En el caso de la que viene de Huelva esta semana hubo gente que fue con furgonetas a por la mercancía», describe, «pues a los camiones no les dejaban pasar». En consecuencia, «el gasto de gasolina ha sido mayor y ha repercutido en el precio». Por el mismo motivo se ha encarecido el calabacín, las judías verdes, o el pepino, añade la vendedora. Y el tomate «ha pegado una subida brutal, uno de pera que es para cocinar está en Mercavalencia a 2,60 euros cuando normalmente suele estar a 80 céntimos o un euro». El desabastecimiento lo sufre «en productos de fuera como los kiwis amarillos o cerezas»

Otro frutero, Carlos Cervelló, de Frutas Cervelló, constata los problemas. «La fresa ya no llega a diario, sino cada dos o tres días y gracias a unos pocos camiones que consiguen eludir los piquetes». Vende a 1,30 euros el cuatro de fresones «cuando antes de esta crisis, antes de fallas, estaba a unos 75 céntimos».

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El plátano de canarias, avanza, «empezará a faltar de aquí dos o tres días». Y su expositor de sandías está prácticamente desierto. «Se descarga por el puerto porque viene de fuera y como no dejan descargar hay escasez», explica. A las diez de la mañana había sólo dos sandías a la venta «cuando normalmente habría 30 o 40 trozos».

También se aprecia dificultad en la llegada de verdura de Almería. «Con el subidón generalizado del coste de la vida estamos obligados a vender a precios de hace muchos años. Todo cuesta más», concluye el frutero de Ruzafa. «El mercado está fluctuando más que nunca».

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Similares problemas revela Salvador Andrés, uno de los vendedores de en Verduras Eulogio. «La falta de abastecimiento se está notando en bajoca, garrofón, calabacines… El jueves y el viernes hubo escasez. Hoy ya tenemos, pero a precios más altos». Las bajocas estaban a 4 euros y ahora a 7, el garrofón a 6 y ahora a 8… «Dos o tres euros por kilo han subido estos productos en sólo una semana de huelga».

Carlo Castellano, comida italiana

«Los precios habían subido un 10% y ahora lo han hecho más»

Los productos italianos tampoco están llegando con regularidad. Iván Arlandis

A menos transporte, más problemas en la llegada de aquellos productos que llegan de otros países. Carlo Castellano tiene un puesto de alimentos italianos en el mercado de Ruzafa, Bello e Buono. «La semana pasada ya no me llegó mozzarella ni otros quesos frescos. Y también los precios están subiendo muchísimo. Ya habían subido un 10% y ahora más. Si hablamos de pasta artesanal, por ejemplo, «la pasta que me vendían a 2,80 euros ahora me la venden a 3,80 y eso es mucho en un alimento que no es muy caro».

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A pocos metros, Giuseppe vende productos típicos de Italia en el puesto Mamuthones de Cerdeña. «Todos los precios han subido mucho. Esto es insostenible ya. Yo me he comprado una furgoneta con refrigerador para ir a Cerdeña y cargar los productos allí». Si hay problemas en el transporte, «el cargamento no está bueno y pierde calidad después de diez días de viaje». La escasez por los paros del transporte la sufre en «quesos, pan o salazones».

Enrique Bernat está al frente de un ultramarinos de la calle Palleter. En su caso refiere un género «que ya está justo justo en cantidad», de manera que los problemas de abastecimiento «podrían llegar de cara a la semana que viene».

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