Sólo la Lonja podía acoger una cumbre histórica como la que tuvo lugar ayer. Su Salón Columnario congregó a los 13 alcaldes de los municipios ribereños de la Albufera para que esta sea declarada Reserva de la Biosfera por parte de la UNESCO. ... Y es que, de conseguir esta categoría, el emblemático lago de la capital del Turia se convertiría en la primera Reserva de la Biosfera íntegramente valenciana ya que los dos entornos de la Comunitat catalogados como tal hasta la fecha, el Alto Turia y el Valle del Cabriel, están compartidos con Aragón y Castilla-La Mancha. La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, recogió el sentir del resto de primeros ediles en una jornada cuyo consenso es ya un hito para el recuerdo: «El parque natural es nuestra ideología».
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Al son del tabal y la dulzaina arrancó una ceremonia institucional en la que se refrendó un pacto «fuera de las siglas e ideología», aspecto en el que tanto los alcaldes como el conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus, pusieron en valor, máxime en un año en el que Valencia ostenta la Capitalidad Verde Europea. De hecho, ese espíritu de consenso institucional fue el espíritu con el que LAS PROVINCIAS abanderó la campaña en defensa de la Albufera, respaldada por más de 150 entidades de la sociedad civil, que culminó en el IV Simposio por el humedal y la redacción de un manifiesto avalado y renovado cada tres meses por un grupo de expertos.
Tras los discursos institucionales llegó el momento estelar de la velada: la rúbrica del acuerdo. Los primeros ediles Salvador Masaroca, de Beniparrell; José Antonio Roig, de Albalat de la Ribera; Vicente José Codoñer, de Sollana; Francisco Comes, de Massanassa; José Francisco Cabanes, de Sedaví; José Miguel Ferris, de Albal; Vicente Zaragozá, de Silla; Empar Martínez, primera teniente de alcalde de Alfafar; Jordi Mayor, de Cullera; José Javier Sanchís, de Algemesí; Julián Sáez, de Sueca; Lorena Sirvent, de Catarroja, y, por último, de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, estamparon su firma en el documento para dar por concluido un acto con una foto de familia para la historia.
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Catalá aprovechó la ocasión en la que todos los focos volvieron a estar puestos sobre el parque natural para anunciar que el Ayuntamiento de Valencia iba a presentar una solicitud ante el Gobierno para que incluyese a la Albufera dentro del registro de huella, compensación y proyectos de absorción de CO₂ porque «es una cuestión que afecta a todo el país».
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¿Pero qué supone que la Albufera sea incluida en este registro del Ministerio de Transición Ecológica con rango de Vicepresidencia Tercera del Gobierno? La lista gubernamental nació hace una década tras la aprobación del Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo. Su principal objetivo consiste en reconocer los esfuerzos de las organizaciones españolas «en el cálculo y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que genera su actividad».
Los efectos que tendría la puesta en marcha de esta medida supondrían que empresas privadas podrían implementar proyectos forestales orientados a reducir la huella de carbono en el entorno del parque natural. En materia de plazos, se cuenta con un tiempo máximo de 30 días hábiles desde que el registro recibe la documentación. No obstante, cada vez que se solicita una subsanación, el trámite se detiene hasta que se recibe respuesta.
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El conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus, manifestó el vínculo íntimo que tienen todos los valencianos con el parque natural, aludiendo a que la Albufera está en su adn. Asimismo, Martínez Mus también hizo un alegato en favor de la «necesidad» que supone esta declaración de la Albufera como Reserva de la Biosfera «para garantizar el futuro de la laguna y su entorno».
Martínez Mus coincidió con el resto de primeros ediles en que el parque natural cumple los requisitos para ser Reserva de la Biosfera al ser un entorno patrimonial que cuenta con una relación equilibrada. «Mantiene el equilibrio entre la conservación de la diversidad biológica y cultural, y el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza», remarcó el conseller.
El responsable del área de Medio Ambiente del Consell resaltó la importancia de que la marjal cuente con una comunidad científica «que analice el pasado, el presente y el futuro de estos espacios» así como sus funciones ecológicas y ambientales a todos los niveles. Martínez Mus definió la cara de la Albufera como «un espacio de incalculable valor medioambiental, paisajístico, etnológico y cultural». Sin embargo, también en la cruz de esta misma moneda es un entorno «vulnerable» que requiere su protección.
«Cada rincón de las 21.120 hectáreas de la Albufera alberga algún vestigio de su larga historia», aprovechó Martínez Mus para recordar el origen del paraje, la fascinación del rey Jaime I al descubrirla o la creación de la Cofradía de Pescadores.
El conseller de Medio Ambiente puso énfasis también en el «gran esfuerzo» que ha realizado la Generalitat para que la Albufera «disponga de todos los recursos a su alcance para garantizar su equilibrio ecológico». Martínez Mus se refirió tanto a las aportaciones hídricas, es decir, a la cantidad de agua que llega a la laguna como a la calidad de la mismas para que los ecosistemas que allí conviven «mantengan sus estándares de calidad».
A su vez, el titular del área medioambiental del gobierno valenciano también aseguró la intención de que el Consell continuará trabajando con los responsables de la Junta Rectora así como seguir de la mano con todos los actores que forman parte del parque, incluida la comunidad científica». Martínez Mus reseñó el trabajo consensuado entre las distintas administraciones y, sobre todo, con el Consistorio valenciano a la hora de buscar la fórmula «para aumentar la figura de protección de la Albufera para que este entorno natural sea declarado Reserva de la Biosfera».
Desde la Conselleria de Medio Ambiente resumieron algunas de las medidas adoptadas para llegar al punto actual del procedimiento de la declaración. La conselleria elaboró y remitió al Ayuntamiento de Valencia un documento con información relativa para que el Organismo Autónomo de Parques Nacionales presente la candidatura. Además, también ha preparado la documentación técnica requerida en la fase previa a la tramitación de la solicitud. Entre estos documentos, se hallan la delimitación del ámbito de la Reserva de la Biosfera así como una propuesta de zonificación en tres partes de la misma. Por último, el departamento encabezado por Martínez Mus también realizó una un informe relativo a la posibilidad de realizar actividades dentro del lago, a petición del consistorio valenciano.
Fuentes del departamento de Martínez Mus aseguraron que todavía no se conoce la delimitación perimetral que se presentará en la solicitud, aunque sí confirmaron que será similar a la que tiene en la actualidad el parque natural. Cabe recordar que la zona central contará con una «protección estricta» reservada a la conservación, la llamada zona de amortiguamiento estará formada por aquellos terrenos contiguos al núcleo donde se desarrollan actividades compatibles con prácticas ecológicas, mientras que el perímetro de transición, cuya normativa sería más laxa, comprenderá otras actividades económicas y humanas.
Transición Ecológica informa de que para calcular la huella de carbono que existe en la Albufera, el Consistorio valenciano «necesitará conocer, al menos, los datos de consumo de los combustibles fósiles y de electricidad para un año determinado así como sus correspondientes factores de emisión». Además, también se podrán incluir otro tipo de emisiones de carácter indirecto. Todo ello todavía se tendrá que valorar dado que Catalá no entró en detalles más allá de realizar el anuncio.
El mismo real decreto con el que se creó el registro, establece que las organizaciones inscritas en la sección de huella de carbono y compromisos de reducción y/o compensación podrán utilizar un sello distintivo con la titularidad ministerial, que tiene una doble finalidad. Por un lado, facilitar que las organizaciones puedan demostrar su participación en el registro y, por otro, «reflejar el grado de esfuerzo acometido por las mismas en la lucha contra el cambio climático». A su vez, también se distingue entre aquellas organizaciones que calculan su huella de carbono y se encuentran en la senda de reducir sus emisiones, de aquellas que ya lo reducen o compensan. «El sello, por tanto, permite identificar, para un periodo definido (un año), los tres niveles de participación: cálculo de la huella de carbono, su reducción y/o compensación», explica Transición Ecológica.
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Esta serie de inversiones en la Albufera, según lo explicado por la alcaldesa, estarán destinadas a compensar la huella de carbono de la ciudad sobre el parque natural a través de créditos de absorción de dióxido de carbono, enmarcados dentro de la Capitalidad Verde Europea. El proyecto en cuestión tiene por título 'Gestión y restauración de humedales mediterráneos como sumideros de carbono-LIFE Wetlands Climate'. El objetivo de esta iniciativa es establecer pautas de manejo para los humedales mediterráneos con tal de que estos funcionen como sumideros de carbono, manteniendo su integridad ecológica, funcionalidad y proporcionando ecosistemas saludables, según explicaron fuentes municipales.
Con estos fondos, el Ayuntamiento de Valencia pretende reducir el impacto negativo sobre el ecosistema del parque natural y para ello con este proyecto se espera capturar una considerable cantidad de emisiones de CO₂ generadas por la ciudad. Esa financiación se destinará a la aplicación de técnicas de cultivo y control de aguas que favorezcan una actividad agrícola más sostenible de la cual los regantes también serán beneficiados. Aunque todavía no se ha acabado de desarrollar pormenorizadamente el proyecto, la intención del Consistorio es iniciar en breve su puesta en marcha, probablemente primero en arrozales, y más tarde en el propio lago.
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El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, puso énfasis a lo largo de su parlamento en la unidad que deben mantener entre los 13 municipios ribereños de la Albufera a la hora de impulsar la declaración como Reserva de la Biosfera. Según Mayor, este histórico logro se ha conseguido a través del diálogo y el consenso: «Tenemos que impulsarla todos los ayuntamientos a una». El primer edil cullerense acudió al acto acompañado por el concejal de Medio Ambiente de la localidad, Víctor López.
Asimismo, en otra muestra de consenso frente a las luchas partidistas, Mayor tachó de «incomprensible» la negativa del primer edil de Cullera que, hace una década, bloqueó la histórica declaración que se aprobó ayer en su segundo intento. «Cullera no representa aquello, el lugar de mi pueblo es este», aseveró el alcalde de Cullera en referencia al acuerdo alcanzado, esta vez sí, con sus homónimos para la protección y puesta en valor de un espacio patrimonial. «Somos herederos de una Albufera llena de vida y nuestra obligación es preservarla», concluyó.
«No hay derecha ni izquierda, ni bandera ni patria, ni táctica ni poder, en la unanimidad que concita esta declaración como Reserva de la Biosfera», explicó Mayor. En cuanto a su buen estado de mantenimiento de cara al futuro, el primer edil de Cullera recalcó la importancia de hacer caso a los criterios científicos bajo el argumento de que el cambio climático «existe y puede echar a perder nuestro espacio natural».
El conflicto político sobre la Albufera en Cullera empezó tras su declaración como parque natural pues le costó la alcaldía al primer edil socialista que se mostró favorable a la inclusión de la localidad dentro del perímetro protegido. Según explicó Mayor a este diario, los informes técnicos municipales redactados hace diez años eran favorables a que su antecesor se adhiriera al resto de consistorios para formular la declaración de Reserva de la Biosfera. Tal y como explica el actual alcalde del PSPV, «sino existe unanimidad no se puede solicitar la declaración».
Mayor también expresó su alivio porque en la década de los 80 Cullera entrase dentro del término protegido. «Gracias a eso, gran parte de nuestro término municipal y la playa virgen de la localidad no fueron urbanizadas», sentenció el primer edil cullerense.
Las acciones propuestas para la gestión incluyen restauración de áreas alteradas, manejo de la vegetación, control de los niveles de agua, y, en algunos casos, acciones puntuales como la remoción de sedimentos. La metodología desarrollada indica cómo estimar la efectividad de estas acciones en la reducción de GEI, y propone como certificar la reducción del potencial de calentamiento global en términos de CO₂ equivalente de cara a su venta en mercado voluntarios de carbono.
Por el momento la metodología desarrollada no ha sido aprobada por ningún estándar de certificación. Se han realizado los contactos y pasos pertinentes para conseguir su futura aprobación bajo el Registro de proyectos de absorción de CO₂ del Ministerio para la Transición Ecológica, bajo el Marco Regulatorio CRCF de la Comisión Europea y bajo el futuro Registro de la Generalitat Valenciana de Proyectos de Absorción de CO₂.
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Actualmente, se está definiendo un caso práctico piloto a ejecutar en una marjal valenciana que permita, mediante acuerdos con empresas privadas, la venta de un primer crédito de carbono generado mediante actuaciones en un humedal mediterráneo. Sin ir más lejos, esta semana, en ese mismo contexto, la Fundación Aguas de Valencia entregó 9.873 euros al Tribunal de las Aguas por la absorción de 326 toneladas de CO₂ que han sido generadas durante el evento Valencia Cities Climate Week de la Capitalidad Verde Europea y que se han absorbido gracias al proyecto Hortigo2.
El proyecto Hortigo2 se presentó el pasado mes de junio por parte del Ayuntamiento de Valencia, Global Omnium y el Tribunal de las Aguas para implantar de manera conjunta un nuevo sistema con el que cuantificar la absorción de la huella de carbono a través de agricultura sostenible de la huerta valenciana
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El histórico acto contó también con la presencia del rector de la Universidad Politècnica de València, José Capilla, de los premios Rey Jaume I, José Luis Rubio y José Antonio Sobrino, así como de diputados nacionales, autonómicos, provinciales, miembros de la corporación municipal y alcaldesas pedáneos de Valencia.
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