La intranquilidad de los padres de alumnos en colegios de la zona cero de la DANA

No obstante, algunos padres ven la medida precipitada y están nerviosos tras el accidente mortal registrado este domingo en un colegio de Massanassa, el CEIP Lluís Vives. Además, la alcaldesa de Benetússer dijo ayer en sus redes sociales que si por ella fuera, no llevaría a los niños al colegio, aunque se refería a los públicos y no valoró la situación de este centro concertado. : "El colegio ha enviado un comunicado esta mañana diciendo que falta la firma del visado del Colegio de Arquitectos, pero que lo han visto tres expertos y tienen la firma de uno y de los otros dos el visto bueno verbal. Dicen que estemos tranquilos, que entienden que esta semana no vengamos pero que si venimos, está todo bien", señala Susana, una madre de una niña de 2º de Primaria.

El colegio Socorro quedó muy afectado en su planta baja y el agua derribó un muro, que se ha reconstruido aunque todavía están acabando de rehacerlo. Las zonas más dañadas no están en uso en este regreso de los niños, que se van a situar en las partes que ya están arregladas. Jesús Cervera, director de este colegio, señala: "Es normal que haya gente nerviosa, hemos sufrido mucho, pero hace ya un mes de esta catástrofe, la cosa se tiene que normalizar lo antes posible". Tras la inspección de los profesionales, tienen garantías: "Han venido dos equipos distintos de arquitectos y tenemos la verificación de que está todo correcto, no hay ningún daño estructural ni ningún riesgo. Estamos en una zona de reparaciones que se ha delimitado y ahí no accederán los niños en ningún momento, ellos tendrán otra zona que está libre. La primera, segunda y tercera plantas están perfectas", añade.

Al ser un colegio concertado, tanto los padres como directivos y empleados lamentan que no hayan tenido ayuda oficial ni del ayuntamiento ni de ninguna otra institución para arreglar los desperfectos. "No ha venido ninguna ayuda del ayuntamiento, los que han ayudado son familias, empleados, padres, antiguos alumnos y voluntarios", explica Cervera.

Además, niños y padres se han llevado una sorpresa, ya que los militares, que usaron este colegio como centro de operaciones durante estas tres semanas, han hecho un pasillo en el patio del centro para aplaudir a la entrada de cada niño, lo que ha emocionado a los padres. "Estamos muy emocionados por el recibimiento que los niños han tenido y también nerviosos, porque es una situación de excesiva improvisación. No entendemos bien por qué se tenía que abrir hoy si las condiciones no eran las idóneas para abrir. Nos han hablado de que existen vistos buenos verbales de los arquitectos pero con eso no basta, necesitamos papeles. Confiemos en que no suceda nada y que todo esté bien. Estamos todos a flor de piel por lo que pasó en Massanassa", indica Javier, padre de un alumno.