Obras contra reloj para limpiar de residuos cauces y barrancos

Todavía se buscan víctimas (este martes había 89 desaparecidos reclamados por sus familias) y se lucha contra el barro en una batalla de igual magnitud a la que se libró en 1957, aunque los ingenieros de la Confederación Hidrográfica del Júcar trabajan ya en las obras más urgentes para reparar los destrozos que ha dejado la DANA, así como algunas mejoras.

Fuentes de la institución indicaron a LAS PROVINCIAS que las principales actuaciones puestas en marcha tienen el objetivo de «garantizar el suministro de agua para todos los ciudadanos». De ahí que una de las prioridades, sino la mayor, sea la reparación del canal Júcar-Turia en el tramo que pasa por el término de Torrent. Como publicó este periódico, la fuera del agua arrancó de cuajo parte de la infraestructura, que ya está en obras.

Paralelamente a estos trabajos, el organismo público ha iniciado diferentes actuaciones en los cauces más afectados por los efectos de la DANA, que se centran en la retirada de tapones para restablecer las funciones propias de los mismos y permitir el desagüe de grandes caudales en caso de avenida. El riesgo, a pesar de que la previsión meteorológica no anuncia otra DANA estos días, puede cambiar antes de acabar la limpieza.

Se trata de recuperar cuanto antes la conectividad ante otros posibles episodios de avenidas. La mayor parte de los desagües de barrancos y ríos están obstruidos por miles de toneladas de residuos, especialmente restos de cañaverales y árboles arrancados de cuajo. En los estrechamientos y bajo los puentes, por ejemplo, se acumula la suciedad y las barreras ante la evacuación de agua necesaria ante otra posible DANA. En el caso del río Turia, no queda prácticamente ningún árbol en pie de los proyectos de plantación de arbolado ejecutados los últimos años.

El Gobierno anunció este fin de semana el despliegue de un dispositivo de las brigadas forestales (BRIFs) para limpiar los cauces y las riberas más afectadas, y ayudar a los técnicos de la confederación a reparar las infraestructuras hídricas dañadas. Este dispositivo cuenta con 300 efectivos en el ámbito del Júcar. Los servicios de estas brigadas fueron solicitados por la Diputación de Valencia y desde el martes prestan diferentes servicios en los municipios afectados.

Se trabaja contra reloj para evitar el riesgo de que otras lluvias torrenciales cojan por sorpresa todos los barrancos llenos de escorrentías, basuras y todo tipo de residuos arrastrados. Las cañas siguen siendo lo más visible, a pesar de las campañas de poda y colocación de mantas de geotextil para impedir su crecimiento en las riberas.

En el Parque Natural del Turia, por ejemplo, todas las plantaciones de los últimos diez años han desaparecido, incluso los árboles más grandes. También las mantas para frenar las cañas, por supuesto, con lo que los trabajos deben comenzar de cero.

Una de las prioridades del organismo, como se ha dicho, se ha centrado en la reposición del canal Júcar-Turia, una «infraestructura clave para el abastecimiento del área metropolitana de Valencia y de la propia capital».

La conducción atraviesa un total de 14 términos municipales (Tous, Alzira, Guadassuar, L'Alcudia, Benimodo, Carlet, Alfarp, Alginet, Benifaió, Picassent, Torrent, Aldaia, Quart y Manises) y puede transportar hasta 30 metros cúbicos por segundo.

La Confederación ha puesto en marcha varias actuaciones de urgencia, como la ejecución de un bypass sobre el barranco del Poyo y otro sobre el barranco de la Horteta, que permiten seguir derivando el agua del Júcar hasta la potabilizadora de Manises. Esta actuación es provisional y está en funcionamiento desde el lunes. Ya se trabaja en la reconstrucción de los dos acueductos del canal sobre los citados barrancos, que fueron destruidos por la fuerza de las aguas. Se trabaja también en la reposición de los sensores del Sistema Automático de Información Hidrológica arrastrados por los elevados caudales y que deben ser restablecidos para monitorizar lo que ocurre en los cauces.

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