Más de medio centenar de pueblos de la Comunitat Valenciana, en su amplísima mayoría situados en el interior del territorio y con pocas decenas de habitantes, pueden decir que están superando la pandemia sin sobresaltos. En 57 localidades de la Comunitat no se han registrado casos de Covid-19 desde marzo. «Ojalá sigamos teniendo la misma suerte», resume Ignasi Mora, alcalde de de la Vall de la Gallinera.
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Es el municipio con más habitantes que no ha sufrido el mordisco de la pandemia. Sus cerca de 600 vecinos han sorteado, hasta el momento, el virus. Pero Mora es consciente de que buena parte del éxito de lo que han conseguido en la Vall depende de la suerte. «No lo hemos llevado de una manera diferente», asegura. «En verano tuvimos algo más de miedo porque había mucho más movimiento pero en invierno es una burbuja», comenta el primer edil, que explica que cuentan con un grupo de WhatsApp donde informan de las restrucciones. «Hemos hecho mucha limpieza y desinfección: escuelas, ayuntamiento, centro social Joan Pellicer... Los trámites municipales se hacen por cita previa», relata Mora. Aunque la Vall es un caso extraño por la gran cantidad de vecinos y servicios de que disponen (tienen trece bares), determinados hábitos del confinamiento se repiten en otros pueblos donde el Covid-19 ha pasado de largo. «Las tiendas siguen haciendo entrega de comida a domicilio», explica el primer edil de Vall de la Gallinera.
Más o menos lo mismo ocurre en Benifallim. Su alcalde es José Carlos Barrachina. «Todo el mundo va con mascarilla. Intentamos no relacionarnos, hablar con distancia... son las normas de precaución habituales», relata el primer edil. «Una persona está encargada de rociar con desinfectantes las zonas de reunión: donde va el mercadillo, la puerta de la farmacia, del bar, del Ayuntamiento...», explica.
En estas localidades, como en otras muchas de la Comunitat, la Navidad se vive de una manera especial. «Otros años había tradición de juntarnos en el bar o en las casas en Navidad», cuenta el alcalde de este municipio de un poco más de un centenar de habitantes donde todos se conocen, «pero este año no lo hemos hecho. Aun siendo hermanos, cada uno se ha quedado en su casa», asegura. En Vall de la Gallinera han pasado unas navidades con más vecinos, pero sin sobresaltos. Eso sí, han modificado la cabalgata de Reyes Magos. «Los reyes venían a las iglesias de los pueblos y daban los regalos. Ahora hemos pedido a los niños que vean la cabalgata desde los balcones«, explica Mora. Barrachina, por su parte, asegura que Sus Majestades acudirán a las puertas de las casas con niños y dejarán los regalos »sin ningún tipo de contacto« para evitar contagios.
La provincia con más pueblos sin Covid-19 es Castellón, asediada por la despoblación. Localidades como Benafigos o Zorita del Maestrazgo tienen pocos habitantes y, por tanto, han esquivado el virus.
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