![Capitalismo despiadado o capitalismo consciente](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202302/02/media/cortadas/177262171--1248x832.jpg)
Capitalismo despiadado o capitalismo consciente
FRANCISCO VALLEJOPRESIDENTE DEL INSTITUTO VALENCIANO DE LA EMPRESA FAMILIAR (IVEFA) ABSOLUTVISION
Jueves, 2 de febrero 2023, 00:14
Secciones
Servicios
Destacamos
FRANCISCO VALLEJOPRESIDENTE DEL INSTITUTO VALENCIANO DE LA EMPRESA FAMILIAR (IVEFA) ABSOLUTVISION
Jueves, 2 de febrero 2023, 00:14
Un grupo de empresarios calvos, de traje negro, corbata y gafas oscuras se dirigen a un empleado sentado en su mesa: «¡Espabile Fernández, somos el hazmerreir de la productividad europea!».
El gran Antonio Fraguas 'Forges' retrató durante más de 50 años a la sociedad española ... en sus viñetas, y no seré yo el que le niegue, que todos en su momento merecieron la mordacidad de las mismas. Incluido los empresarios. Y no seré yo quien niegue que haya algún empresario que se considere un buen empresario teniendo actitudes propias de épocas pasadas.
Sin embargo, casi completando el primer cuarto del siglo XXI, considero que es relevante e imprescindible dignificar la figura del empresario actual, extremadamente alejado en su gran mayoría del «capitalismo despiadado» con el que nos quieren calificar algunos políticos que por su nulo conocimiento de lo que es una empresa, acuden a viejos estereotipos ya superados.
Las empresas somos un agente fundamental para el avance de la sociedad. Especialmente como generadores de empleo, por el que tenemos que trabajar para que sea cada día de mayor calidad, porque es el que hace que las empresas puedan ser más competitivas y más duraderas. Y en ese empleo y en esas empresas que son competitivas se generan impuestos cada día mayores que son el sustento de nuestro estado del bienestar. Sanidad, educación, dependencia, pensiones y desempleo se pagan con los impuestos generados en el sector privado y a mejores empresas más impuestos, gravámenes que debemos exigir que sean gestionados como gestionamos en nuestras empresas, con eficiencia y diligencia.
Pero es que una empresa cuanto más grande es, más trabaja en áreas que son fundamentales para la sociedad, como la educación, a través de la formación de sus empleados, la igualdad, a través de los planes de igualdad, la prevención de delitos, a través de los compliance, la sostenibilidad, con la mejora de procesos y productos para que sean más respetuosos con el medio ambiente o la defensa de los más desfavorecidos a través de la responsabilidad social empresarial que muchas ejercen voluntariamente.
A todo esto se le llama «capitalismo consiente», porque las empresas tenemos que ser motor de cambio, elemento fundamental de la sociedad civil. Y esta forma de actuar la tenemos muy clara las Empresas Familiares donde la figura del empresario y el empleado está más diluida. Porque el empresario familiar está tremendamente unido al territorio y conoce de primera mano las necesidades de su equipo y las vive junto a él.
España es un país de miles de pequeñas y medianas empresas de pocos empleados y de empresarios y empresarias que se levantan cada mañana para hacer un trabajo digno, dar un servicio o producto y generar empleo. Porque a todos nos gusta decir que «somos tantos» en nuestra empresa, así en plural, y nos encanta decir que somos al menos uno más que el año pasado, por lo que nos gusta generar empleo.
Pero es que además las empresas son las únicas que pueden ayudar a revertir eso que se ha llamado la España vaciada. Sólo apoyando la creación de empresas que puedan generar empleo se puede mantener la población en esas zonas. No existe por ejemplo una Alemania vaciada, los que trabajamos con empresas de allí sabemos que por toda la geografía hay pequeñas poblaciones que se mantienen gracias a empresas medianas que compiten globalmente y generan empleo en esa comunidad.
Y en ese crecimiento está la virtud. Las administraciones públicas deben favorecer que las empresas sean más grandes y más competitivas, para competir en ese mercado global. Por eso era necesario que se equiparase la deducción del 99% en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para las empresas familiares de más de 10 millones de euros. Al fin el Consell ha atendido a nuestra justa reclamación porque lo que se pretende es facilitar el mantenimiento de las empresas en los tránsitos generacionales, y el límite de 10 millones era desconocer que ese tipo de empresa sigue siendo pequeña en un mercado global.
En IVEFA seguiremos trabajando este 2023 para que sean oídas nuestras peticiones, para que nuestros políticos de todo signo nos entiendan y nos respeten como parte fundamental del entramado social, para que no nos demonicen. Y seguiremos trabajando para dar un futuro mejor a nuestras familias, y como tal no pienso sólo en la personal, sino en las miles de familias que trabajan en nuestras empresas y que se merecen que no nos equivoquemos.
Y yo mañana, sin traje, sin corbata, sin gafas oscuras me cogeré un Ave para estar unos cuantos días lejos de mi familia trabajando codo con codo con mi equipo. Y espero que como dice mi tío, uno de los fundadores de los fundadores de mi empresa familiar, al final del año seamos al menos uno más. Porque el empresario actual en general no es como lo describía Forges.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.