El via crucis de Marisa Gracia

El pasado. Marisa Gracia era la gerente de Ferrocarrils en 2006 cuando se produjo el accidente de metro más grave de la historia, con 43 muertos. La dirigente debió dimitir a los días del siniestro con independencia de que tuviera o no la culpa. ... Nadie puede seguir en un puesto de esa responsabilidad con semejante curriculum a sus espaldas. Hay que saber marcharse, pero no lo hizo. O quizá no le dejaron. No lo sabemos. Puede que algún día la exdirectiva cuente su historia ahora que su horizonte judicial aparece despejado. Se tratará de un relato de uno de los episodios más lamentables del Partido Popular con aquella incomprensible actitud con las víctimas del siniestro. Era una cuestión no sólo de estrategia sino de humanidad. No se puede dar la espalda al sufrimiento. Todos los protagonistas políticos de aquel suceso terminaron arrollados. La propia Gracia, Juan Cotino tras aquel reportaje de Jordi Évole y también, en su misma medida, Francisco Camps. La oposición inició entonces una persecución contra la directiva de FGV. Ya que no se va, que la condenen, debieron pensar. A la fiesta de la persecución judicial se sumó con entusiasmo la Fiscalía. Primero fue la reapertura de la investigación del accidente de metro y el afán por conseguir una condena, aunque fuera de mínimos, aunque otros cuatro responsables, entre ellos la malvada Marisa Gracia, quedaran absueltos. Bueno, en realidad, se les retiró la acusación porque se mantenían firmes en ir a juicio. Y en aquella conformidad acordada días antes del juicio y que algunos de sus principales protagonistas seguían negando cuando estaba ya publicada por LAS PROVINCIAS -no se podía desvelar hasta el mismo día de la vista, según se supo después- digamos que no pareció la mejor forma de cerrar una investigación de más de 12 años. Hubo más irregularidades en FGV, sí. A Marisa Gracia se le pedían seis años de cárcel por amañar unos contratos de seguridad. La víspera del juicio se acostó con esa amenaza de prisión; horas más tarde, ya en la sala, la Fiscalía le retiró, de golpe y porrazo, los seis años. ¿Es posible que los indicios que llevan a una acusación a pedir seis años de cárcel desaparezcan así, tan de repente? Otros dos responsables aceptaron nueve meses de prisión. También quisieron judicializar los contratos de una consultora que preparó las comparecencias de directivos en Les Corts tras el accidente. La hemeroteca debe conservar un vídeo de Mónica Oltra que se grabó camino de la Ciudad de la Justicia para denunciar a la exgerente por uno de estos supuestos.