Espero que todo el que haya hablado o escrito del tema pida disculpas». La frase es del inefable Giusseppe Grezzi, napolitano puro y capaz de ... soltar una sentencia así como claro recado a los muchos medios de comunicación que llevamos años denunciando el despiporre que existe en la EMT. La afirmación le retrata. Porque se refiere con ella al exgerente y la exjefa de Negociado de la empresa de autobuses. Despedidos. Por él. 'Consejos vendo que para mi no tengo', ¿verdad, señor concejal?. Porque usted, ni media disculpa. Trabajadores a los que usted puso de patitas en la calle tras el fraude de cuatro millones, todo por salvar su poltrona. Pero con el «todo el que haya hablado o escrito» va mucho más allá, señor Grezzi. Va contra la libertad de expresión. La que nos permite a todos criticar su gestión y a usted. Le va en el cargo y en el sueldo, no pequeño, por cierto, por encima de 75.000 euros anuales. Quizás a usted con ese salario si le echara un cable algún banco para hacer frente al desfalco de cuatro millones. Mientras, Celia Zafra, su exempleada, una víctima más de la trama que asaltó la casa de los líos que usted dirige, no tiene ni la más remota idea de cómo va a pagar si la sentencia acaba siendo firme. Pero usted sonríe ufano, posa con la sentencia que destroza la vida de una mujer, convoca raudo a la prensa para pavonearse de su éxito. Usted, uno de los integrantes de eso que llaman el 'gobierno de las personas'. Usted no es digno de ocupar su puesto al frente de la EMT ni en una concejalía que represente a los valencianos.
Usted nos exige disculpas. ¿Y las suyas? ¿Cuándo va a pedir perdón y va a asumir responsabilidades por los agujeros por los que se colaron los piratas? Porque no somos los medios los únicos que ponemos el foco para ver cómo corren las cucarachas. Un sinfín de informes subrayan que la seguridad, el control y los filtros en la empresa que usted rige no eran ni mucho menos los adecuados. Agencia Española de Protección de Datos: «Las medidas de seguridad que tenía implantadas la entidad investigada no eran las adecuadas al momento de producirse la incidencia, con la consecuencia del acceso por terceros ajenos a datos personales de empleados de la entidad». Otro. La compañía auditora de la EMT de València, Ernst&Young, dio tras el fraude una nota en materia de ciberseguridad a la firma: de 0 a 5, un 1,84. Un suspenso morrocotudo para el sonriente Giusseppe.
Y una prueba más de lo que dicen los informes sobre la EMT, concejal. «El resultado del trabajo de la comisión constata vulnerabilidades no resueltas en el procedimiento de conciliación bancaria y control de la tesorería, así como en la falta de delegación de funciones de forma protocolizada en situación de baja o permiso». Eso la comisión de investigación que ustedes anunciaron a bombo y platillo tras el fraude. Un auténtica pantomima, pues no ha tenido ni una sola responsabilidad política.
¿Y su gesto más público tras todo el escándalo? Enviar su gabinete de comunicación una foto de usted sonriendo con la sentencia que hunde a su exempleada, como un niño al que los Reyes le traen la Play 5. Pero lo suyo tiene poco de juego. Sobre todo porque la broma nos ha costado cuatro millones de todos los valencianos. ¿Dónde está el dinero que voló por sus agujeros, señor Grezzi? Lo suyo no pega con reír, concejal. Ni siquiera con disculpar, Giusseppe. Lo suyo con lo que mejor conjuga es con dimitir.
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