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Urgente El Ministerio de Transición Ecológica admite que la ley de la huerta impedía las actuaciones en el barranco del Poyo

La luna de Sánchez

MAREA BAJA ·

Álvaro Mohorte

Valencia

Lunes, 11 de junio 2018, 12:22

Contra el gobierno se vive mejor. Eso lo sabe todo votante y político con uso de razón. No es lo mismo reprochar carencias y denunciar discriminaciones que tener que salir con una sonrisa después de morder una almendra amarga.

Tras casi toda una legislatura demandando la luna al Gobierno central, el Consell (o mejor dicho medio Consell, el socialista) se encuentra con el problema de cambiar de competición deportiva: del Gran Premio del Silbido al Campeonato de España del Aplauso. Indudablemente, no es tarea fácil, teniendo en cuenta que, aunque cambie el titular del ministerio, nos encontramos en la misma situación económica que relató Monterroso: «cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». La economía va bien, pero despacito. Que en el Ministerio de Hacienda se pase de un ministro llamado Montoro a una ministra llamada Montero, puede ser una metáfora de las sutiles diferencias que puede haber entre la política de uno y de otro.

Está claro que el nuevo ejecutivo va a empezar a mover cosas para hacerse ver (visibilizar el cambio, se llama), pero al final, hay 'los titos' que hay. En Bruselas son gente de poca bromas en horario de trabajo y, si hubiera una fórmula mágica para mejorar la recaudación sin caer en medidas impopulares, ya se habrían tomado sin importar el color político.

En la Comunitat Valenciana, la infrafinanciación resulta un hecho evidente y las diferencias entre unos y otros partidos a la hora de reclamarla está más en las formas que en el fondo. Así, de la misma manera que el PP se negó a manifestarse por las calles de Valencia contra Rajoy, es difícil que los dirigentes del PSPV se pongan ahora a pedirle cuentas a Pedro Sánchez, cuando muchos están aún borrando los memes del cachondeito que se llevaban hasta hace una semana con «Pedrito, el desaparecido», ante su falta de presencia en la agenda pública. Quién lo diría ahora.

Es más, que el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, sepa al dedillo dónde estaba cada uno por aquí durante la larga travesía por el desierto que llevó con el ahora renacido líder, hace que más de unos cuantos prefieran mantener prietas las filas para camuflarse en el anonimato. Él, a su vez, al ser designado ministro de Fomento también se lleva lo suyo, ya que la reclamación del corredor mediterráneo ha unido a la Asociación Valenciana de Empresarios, a la CEV y al resto de agentes sociales aquí, mientras sigue teniendo enfrente a las autonomías del corredor central, populares y socialistas. Aunque tenga ahora Sánchez a Pedro Duque en el equipo preparado para el despegue, el problema de prometer la luna siempre es el mismo: tener combustible para el cohete espacial.

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