Cuando una cree que había visto todo de lo que es capaz Meriton vuelven a sorprendernos. La educación y el respeto no va con ellos ... y menos la responsabilidad institucional del club al que representan. A los años que llevan engañándonos con el nuevo estadio le sumamos que hace unos meses se reían del President de la Generalitat acudiendo a una reunión sobre el nuevo estadio sin un papel ni un proyecto bajo el brazo. Y, para colmo de despropósitos, hace unos días nos enteramos a través de la Federación Española de Fútbol que nadie del club acudió a una reunión para ultimar detalles de la final de Copa del Rey.
Siento vergüenza de quienes nos representan y sólo espero que el resto de la España futbolística se dé cuenta de lo que tenemos por aquí. Que el Presidente del Valencia no acuda a una reunión con el Presidente de la Federación Española y el del otro finalista de la final, el Betis, para preparar todo lo relativo a ese día es, sencillamente, bochornoso e imperdonable. Impropio de quien, muy a pesar del valencianismo, rige los destinos de nuestro club. Nunca en los 103 años recién cumplidos el Valencia ha sufrido tal descrédito y deshonra por parte de sus mandatarios. Nunca el club ha sido tan poco respetado como ahora. Nunca había dejado de ser un club señor y elegante, hasta ahora. Desde aquí grito a los cuatro vientos para que nos oiga todo el mundo y que sepan que ellos no son el Valencia Club de Fútbol ni representan al valencianismo.
Para mayor vergüenza Meriton contesta a la Federación a través de un comunicado diciendo que sí excusó su presencia unos días antes y la Federación contesta que lo hizo el mismo día por la mañana. Sea como fuere, indigno de este club.
Nunca en los 103 años recién cumplidos el Valencia ha sufrido tal descrédito
Una vez más demuestran con este desplante el poco interés que tienen en esa final, como ya lo demostraron en la que ganamos en 2019. Una vez más anteponen su interés, mejor dicho, su desinterés, al interés de los valencianistas. Les da igual todo. Total ir a una reunión para conseguir las mejores ventajas para que vayan a Sevilla el mayor número de aficionados posible es una tontería. Que el club no haya sido capaz de enviar a nadie a esa reunión sólo demuestra la anarquía y la desidia en la que está inmerso. Un barco a la deriva en la que el capitán sólo rinde cuentas ante su jefe. Un jefe que no fue capaz ni de viajar hasta Valencia para celebrar la victoria en aquella final de Sevilla. Un dueño que no sabe poner orden en el club y que cada vez es menos respetado por todos los estamentos salvo por su amigo incondicional Tebas.
Los más de 20.000 valencianistas que acudiremos a Sevilla el próximo 23 de abril no lo haremos gracias a quienes controlan nuestro club, lo haremos porque esas serán las entradas que por justicia nos toquen y, sobre todo, porque nosotros si amamos este escudo y no dudaríamos en acudir en masa a cualquier lugar del mundo donde nuestro equipo jugase una final. Esa es la diferencia. Les pido una cosa, no ensucien más el escudo y el nombre de nuestro club. No hablen y actúen en nombre de una afición fiel, histórica y respetada. Actuando de esta manera sólo se perjudican a ellos, porque a nosotros ya nos conocen y a ellos también.
Me pregunto donde están los Arias, Bossio, los pocos que quedan con algo de sangre valencianista en el club blanquinegro. ¿Por qué no acuden ellos a estas reuniones? Les pido a ellos que defiendan ese escudo y que hagan que lo respeten y que nos respeten. Son lo poco que nos queda.
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