Noche de copas

Siempre hay que respetar al rival pero creo que estaremos de acuerdo en que cuando salió la bolita del Cádiz se nos dibujó una sonrisa y nos vinimos arriba. Pero como somos capaces de lo mejor y de lo peor, y más en una competición como esta, todo puede pasar. Ignoremos por una noche a Lim y compañía, como si no estuvieran, y que desde el minuto 1 al 90, incluido el 19, el único cántico que se escuche en Mestalla sea el de ánimo hacia nuestro equipo y jugadores. Que nada les pueda distraer y hacer mirar hacia otro lado, ni a nosotros tampoco. Llenemos Mestalla y saquemos bufandas y banderas. Es un partido que exige lo máximo de nuestros jugadores pero también de la afición.

Empecemos lo que puede ser una gran noche con un recibimiento al equipo a su llegada al campo como hacíamos antes. Me duele hablar siempre en pasado, como hacíamos, como solíamos, pero es que nada es como era antes. Y tenemos que intentar que Mestalla vuelva a ser lo que era y su ambiente nos vuelva a poner los pelos de punta. Ese recibimiento será el primer gol que metamos. Y es que noches como las de hoy las llevamos esperando mucho tiempo.

Hoy escribo estas líneas emocionada por vivir una noche mágica, convencida de una victoria, ilusionada con una nueva semifinal y, por qué no, soñando con volver a Sevilla. Estas palabras, antes del partido, son un derroche de fuerza y amor a unos colores, de ilusión compartida por miles de valencianistas. Palabras que espero mañana «no se las lleve el viento».

He escrito mucho durante estas últimas semanas sobre el silencio que se ha apoderado de Mestalla y en nuestras manos está, como todo, revertir esta situación. Somos una afición que ha sabido levantarse en los peores momentos y que ha demostrado ser única en los buenos, como en la última final de Copa, una afición que sufre por la situación que está viviendo nuestro club, pero que a pesar de todo nunca desfallece y se levanta cuando más se nos necesita.

Hoy a partir de las siete acudiremos a recibir al equipo. Para que sientan nuestro aliento, para que sepan y sean conscientes de lo que representan para miles de aficionados pero, sobre todo, para que sientan que el escudo que llevan es el nuestro.

Mañana nos levantaremos y espero que podamos leer y escuchar en los medios de comunicación un único titular, «Mestalla vive otra noche épica», «El Valencia a semifinales», «Mestalla, ese fortín inexpugnable», «Mestalla, el sueño de la Copa». Como cantábamos en Sevilla al ritmo de Raphael espero que hoy «pueda ser una gran noche».

Hagamos hoy entre todas realidad el sueño de muchos, el sueño de una afición que tanto está sufriendo. Hagamos todos un esfuerzo hoy por volver a hacer grande este club. Hagamos un esfuerzo para que Mestalla ruja e intimide al rival. Hagamos un esfuerzo hoy por no mirar al palco y pensar que somos nosotros los dueños de este club, y por eso sólo queremos que nuestro equipo gane, sólo eso.

Hagamos el sueño posible.