Primero se escucha, y los hay que lo hacen

Todo eso es así. Pero también es verdad que hay ejemplos innumerables de políticos que se esfuerzan por intentar hacer las cosas mejor. Este último viernes, no, el anterior, una diputada provincial (Folgado) y tres alcaldes (dos del PP y uno del PSPV, Cervera, Gómez y Pardos) se pasaron una tardecita de lo más calladitos, sin hacerse fotos ni adquirir protagonismo, escuchando a profesores, alumnos, padres y madres, técnicas coordinadoras de juventud y educadoras sociales hablar sobre la necesidad de ejercer labores de acompañamiento para los alumnos de sus pueblos. Educación y trabajo social. Eso no luce ni un poco. Es pico y pala. Mina. Escuchar sin protagonizar discursos vacíos («como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar, porque....»), escuchar para aprender. Hablaron los que saben, los que tienen experiencia de campo y los que son objeto de ese acompañamiento. Algunos de ellos, gratamente sorprendidos al ver a sus alcaldes tomando notas... Durante horas. Pasó en Bugarra.

Luego pasará lo que pase. Los alcaldes, los diputados y el resto de los cargos hacen lo que pueden o lo que les dejan, pero lo primero, para hacer las cosas bien, es escuchar qué es lo que está ocurriendo. Así que claro que hay esperanza, porque ni todos los días ni todos los cargos públicos se dedican a mamonear o medrar. Les tienes cerca y ves cómo se alegran cuando se aprueba una ley en la que creen firmemente, o les escuchas llamar por teléfono varias veces hasta que les confirman que un problema se ha solucionado. Eso lo contamos poco. Y también pasa. Se empieza escuchando.