En el PSPV algo huele a podrido

Paco García Ortuño -descanse en paz- no dio puntada sin hilo. El que fuera portavoz socialista en el Ayuntamiento de Orihuela no dudó a la ... hora de calificar al entonces secretario de Finanzas del PSPV, Pepe Cataluña, y al secretario de Organización, Vicent Sarrià, de meros recaudadores para financiar la campaña electoral de Ignasi Pla. García Ortuño, al que el entonces el líder socialista llamó sicario de Paco Camps, se dejó por el camino la carrera política y la vida, pero vistió de monaguillo su dignidad para recibir bandeja en mano en la Vega Baja al cogollo de la dirección socialista que hoy es pieza clave en el sumario del caso Azud. Las denuncias de García Ortuño están plasmadas en forma de factura en una trama de corrupción y la Guardia Civil, con documentos en la mano, apunta que empresas pantalla sirvieron para financiar con muchos miles de euros la fracasada carrera de Pla al Palau de la Generalitat. Y en esa montaña de papeles aparecen nombres pata negra como el de Pepe Cataluña, Vicente Sarrià e Ignasi Pla. Ayer, el letrado Manolo Mata daba lecciones sobre política, abogacía y periodismo. Mata, por hablar de la ética y la estética, es el abogado del cabecilla de toda la trama corrupta, el defensor de Jaime Febrer, que está imputado por repartir comisiones millonarias entre cargos públicos del PSPV y del PP a cambio de favores políticos trazados en proyectos urbanísticos. Mata, que hasta hace unos días ha sido el portavoz socialista en Les Corts, la voz del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la casa de todos los valencianos, ha sido un pato cojo como agente doble durante casi diez meses. Y no ha pasado nada. Mata se ha ido cuando le ha dado la gana, con el beneplácito del Botánico y el silencio de la oposición. Durante todo ese tiempo no ha dejado de visitar la cárcel de Picassent, incluso con el coche oficial pagado por todos los valencianos, para reunirse con su cliente y principal corruptor de algún compañero de su partido. A Manolo Mata el empresario Jaime Febrer no le tiene que ser extraño. El día que Pla dio explicaciones sobre la reforma impagada de su piso, Mata era portavoz de aquella dirección socialista Y Jesús Arjona, el de la reforma de la cocina, estaba allí para dar calor. Unos tiempos que tampoco deben de ser ajenos al actual presidente de la Generalitat, Ximo Puig, fiel compañero de batallas de Ignasi Pla, Vicent Sarrià y los demás. Mata, abogado y socialista por ese orden sin que los factores alteren el producto, apunta que lo que pasó hace tanto tiempo debe de ser considerado como un pelillos a la mar, y que no hay pena que cien años dure. Algo huele mal en el PSPV y hay demasiados nombres propios en las agendas de Pepe Cataluña y de Jaime Febrer. Ayer, el actual secretario de Organización, José Muñoz, echó balones fuera porque no quiere saber nada de aquellos barros que hoy son lodos pero sabe, como todos, que aquí huele a muerto.