Recta final

Esta temporada está siendo un 'via crucis' para el valencianismo y aún nos queda. Hasta el 23 de mayo nos toca sufrir. Y lo haremos con Voro como entrenador porque Gracia pasó a la historia, una medida más en la ya larga lista de despropósitos de Meriton. Nos esperan Valladolid, Sevilla, Eibar y Huesca. ¡No es necesario sufrir hasta el final! Pero la alegría de la salvación, porque nos salvaremos, nos durará sólo unos días porque se nos presenta un futuro de lo más incierto que ha vivido este club en sus más de cien años de historia. Vamos a ver lo que ocurre a partir del 15 de mayo, fecha en que caduca la ATE. A las posibles demandas a las que se enfrenta el Valencia por incumplimiento y las administraciones por no obligar a cumplir con los plazos, se sumará seguramente la falta de planificación deportiva y la posible salida, un año más, de jugadores importantes del equipo. Me temo que vamos a pasar un verano inmersos en el caos más absoluto. Nada sabemos de lo que nos deparará el futuro a nivel deportivo e institucional y vivimos en el más absoluto abandono y desprecio por parte del club, cuya última ocurrencia para intentar silenciarnos ha sido eliminar los comentarios de los aficionados en su cuenta oficial de twitter justificando esta decisión en que «se trata de una iniciativa internacional contra el abuso y la violencia en las redes sociales». Una medida más contra la afición y un motivo más para tenernos enfrente. Para abusos, señores de Meriton, el uso y la gestión que ustedes están haciendo con un club centenario, que era competitivo y respetado en España y en Europa y ustedes lo han convertido en lo que es hoy. Pero esta afición, que nunca se rinde, conseguirá devolverlo donde tiene que estar y de donde nunca debió salir, entre los mejores. Y, lo más importante, volveremos a ser respetados. El pasado domingo fuimos testigos de la protesta de los hinchas del Manchester United en Old Trafford contra el dueño del club antes del partido contra el Liverpool. Los 'diablos rojos' están viviendo una situación similar a la nuestra, pero quizás su forma de expresarlo no fuese la más oportuna en los tiempos que corren. El 'Teatro de los Sueños' no puede convertirse en un campo de batalla. La afición valencianista ha sabido demostrar su descontento de una manera más pacífica. Y lo seguirá demostrando el próximo sábado en una nueva demostración de fuerza ejercida por todo el valencianismo unido contra el actual máximo accionista del club. Nuestra fuerza y nuestra unión ha de servir también para que nuestros jugadores, que juegan el día siguiente contra el Valladolid, sientan nuestro apoyo y aliento. Mestalla volverá a sentir el rugir de su afición, aunque esta vez sea desde fuera.