Secciones
Servicios
Destacamos
Si está científicamente probado que la vida son dos días y uno sale nublado, digo yo que lo más sensato será encarar con ilusión la tarde que nos queda libre. Por lo tanto, muy honorable presidente, excelentísimo alcalde, vayan alegrándome esas caras, que la fortuna les sonríe. Miren el calendario y pellízquense gozosos. Se aproxima la Navidad -perdón, don Joan, el solsticio de invierno-, con sus comidas y cenas en familia, y si de algo van ustedes dos sobrados este año es de buenos temas de conversación con los suyos. Óiganme, la cosa tiene su miga, que estas fiestas de apariencia inofensiva a veces se envenenan; ya saben, el reproche de mamá porque la visitas poco, la pullita que la suegra maceró durante un año con espartana paciencia, la cháchara del cuñado MacGyver que lo mismo alicata el baño que se hace la declaración de la Renta, y encima le sale a devolver... La mezcla de cava y confianza te induce a bajar la guardia, tomas peligrosos atajos discursivos ante asuntos enquistados que rebrotan como champiñones y entonces zasca, la nochebuena termina igual que el villancico, armándose la marimorena. Eso a ustedes no les pasará, porque llegados al trance siempre podrán sacar el capote con un oportuno «acércate, Francis, que tenemos que hablar», o un «escúchame, Daniel, ¿cómo estaba lo tuyo?», y la conversación volverá a discurrir fluida. Además la palabra, como los rabillos de pasa, es vitamina para la memoria y la charla en familia les vendrá de perlas, que luego se codean con mucho maledicente que pregunta por las cosas de casa y chismorrea si la mente se les queda en blanco, ignorando que llevan tantos problemas en la cabeza que no dan 'abasto'. Así que hablen de sus asuntos sin mirar el reloj. Y siéntanse comprendidos. Como dejó dicho Vito Corleone, el hombre que no dedica tiempo a su familia jamás será un hombre auténtico.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.