Secciones
Servicios
Destacamos
El atestado de la Guardia Civil por el incendio forestal de Bejís y el tren que estuvo a punto de ser pasto de las llamas debería pasar a formar parte del género de relatos de terror. La maquinista que al ver el humo y los ... helicópteros sobrevolando la zona del siniestro llama al Puesto de mando para que le informen de si hay peligro en caso de que continúe y le contestan que no, los ochenta pasajeros presos del pánico, la unidad parada, el fuego que se aproxima, algunos que se bajan y se vuelven andando, el intento de motín a bordo... Para una película. En esta ocasión, con feliz feliz. O casi. Porque algunos acabaron en el hospital con quemaduras. En cualquier caso, no hubo que lamentar víctimas mortales, como sí las hubo en el Medusa, o en el castillo hinchable de Mislata. O, por mencionar el suceso más famoso, en el accidente del metro de Valencia.
Y casi desde el primer momento, ante esta tragedia, los partidos que entonces estaban en la oposición y hoy controlan el gobierno autonómico apuntaron al Consell presidido por Francisco Camps como responsable -político y hasta penal- de las muertes. No se había instalado una baliza en el túnel y aunque se comprobó que el maquinista circulaba a más velocidad de la permitida en esa fatídica curva, el juicio popular dictó sentencia: había que encontrar un culpable, un o unos cargo que asumieran el 'fallo' del sistema. Sorprende, o no, que aquellos partidos tan combativos y tan convencidos de la responsabilidad de los políticos traten ahora de escurrir el bulto. O como ha hecho el Ministerio de Transportes con el ridículo de los trenes que no caben por los túneles de Cantabria y Asturias, forzar el cese de dos cargos intermedios que estaban a punto de jubilarse. Una forma como otra cualquiera de intentar cerrar un asunto que no se debería quedar ahí. Como Mislata. O Bejís.
Porque la realidad es que nadie se acordó del tren, nadie recordó que cerca de la zona que podía arrasar el incendio discurría una línea ferroviaria maltratada, olvidada por la Administración (hasta que el puerto de Valencia se dio cuenta de su potencial como eje de mercancías) y tan poco importante para los poderes públicos que ni siquiera avisaron al Puesto de mando de que los trenes no podían circular y el servicio debía quedar interrumpido. ¿Fue un fallo técnico, estaba trabajando ese día todo el personal necesario ante un incendio de proporciones gigantescas como el de Bejís? Y si no es así, ¿por qué? ¿Cómo es que no se convocó a todo el mundo? Alguien va a tener que asumir la responsabilidad política por este caso. Y no creo que deba ser la consellera sino el escalafón anterior.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.