La Virgen de Agosto

Con la celebración pasado mañana, día 15, de la Virgen de Agosto, Nuestra Señora de la Asunción en su advocación más frecuente, numerosas localidades en toda España vivirán sus fiestas patronales, aunque en esta ocasión la pandemia afectará al desarrollo de los actos tradicionales.

Cabe recordar que el día de la Asunción de la Virgen es un acto que el papa Pío XII definió como dogma de fe en 1950. Según historiadores de la Iglesia, el festejo se lleva celebrando desde el siglo VII, aunque entonces era conocida como fiesta de la Virgen del Tránsito, por aquello de que pasaba a otra vida. En nuestra ciudad la Virgen de la Asunción es honrada como titular de la Catedral.

Pasado el ecuador de agosto nos esperan siempre otros festejos en poblaciones cercanas, caso de la Festa Grossa de Pinedo de la que recordamos la espectacular procesión nocturna portando nueve imágenes ricamente engalanadas con flores. También las fiestas a San Bernardo, en la pedanía de Poble Nou o las de Carpesa en honor de la Virgen del Rosario, Cristo de la Piedad, Santos Abdón y Senent y San Roque, sin olvidar la que celebra La Punta a sus titulares La Purísima y San Miguel, con un insólito trayecto procesional. La pandemia, una vez más, hará que este agosto no sea convencional ni posibilite vivir las fiestas populares en plenitud.

De todos es sabido que el colofón del festejo patronal es la procesión con la imagen titular. Hasta ahora habían sido suspendidas, hasta que la fiesta en honor del Cristo de la Salud del Palmar obtuvo permiso y celebró una procesión sin fieles que sí contemplaron el paso de la imagen, portada por devotos o clavarios, desde las aceras de las calles y ventanas. La pregunta es clara: ¿El resto de actos procesionales que hayan de celebrarse en las pedanías, por ejemplo, podrán también ser autorizados si los interesados lo solicitan y observan las normas de la autoridad sanitaria?