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Opositores en una de las aulas del IES Benicalap de Valencia. Jesús Signes

Comienzan las oposiciones de maestros en la Comunitat: «Conseguir plaza definitiva sería un sueño»

Más de 15.800 personas se enfrentan al examen teórico de la convocatoria, que suma 1.865 puestos. Los de Educación Física, los más disputados

Joaquín Batista

Valencia

Sábado, 8 de junio 2024, 14:06

Las oposiciones para conseguir plaza de maestro en la Comunitat han empezado este sábado en 404 centros educativos. Y lo han hecho con silencio, ... algo impropio en estos entornos, que sólo rompían los miembros de los tribunales que recitaban los apellidos y el nombre de los centenares de aspirantes que aguardaban para acceder a las aulas. Entre los interesados, durante la espera, se palpaba la tensión y los nervios, que se exteriorizaban con movimientos repetitivos: cambios de peso entre las piernas o golpeteos rítmicos del DNI sobre la palma de la mano. Nada extraño atendiendo a la importancia de la convocatoria. Se juegan la estabilidad, un destino definitivo en su trabajo. Y en la mayoría de los casos tras meses, si no años, de preparación intensiva.

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Esther Hervás es una de las opositoras que se ha presentado en el instituto Benicalap de Valencia. Sale del aula casi coincidiendo con la hora límite, síntoma de que ha podido desarrollar el tema elegido. Las dos bolas extraídas en su tribunal versaban sobre patologías.

Lleva año y medio preparándose, y es la cuarta convocatoria a la que concurre. «Espero que sea la última», añade, lo que significaría que una de las 1.865 plazas de la convocatoria lleva su nombre. Trabaja como maestra interina desde el curso 2014-2015, la mayoría de ellos cogiendo vacantes -puestos temporales de todo el ejercicio-. Incluido este que ahora acaba. Y a las obligaciones laborales propias del puesto, que siempre ocupan tiempo, se suman las familiares. «Se saca adelante como se puede: te llevas trabajo a casa, atiendes a los niños y las necesidades habituales de cualquier hogar y cuando puedes estudias. Es supervivencia», resume cuando se le pregunta cómo ha podido organizarse en los últimos meses. Obtener la plaza sería, a su juicio, «conseguir un sueño que llevas varios años persiguiendo, y la tranquilidad que supone convertirte en funcionaria de carrera».

El IES Benicalap acoge cuatro tribunales de Audición y Lenguaje, una especialidad que tiene una ratio de seis aspirantes por puesto. Una vez iniciada la prueba -unos diez minutos antes de las 10 horas, que los llamamientos, individuales, se alargan- el patio se ha vaciado de opositores, quedando a disposición de los acompañantes, que también sufren con la preparación y la espera: abuelas cuidando de recién nacidos mientras la madre se enfrenta al examen, padres e hijos que han querido acompañar a la cabeza de familia y algunas parejas. Sobre todo hombres.

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Los perfiles de los opositores son diversos. Desde interinos con la mochila cargada de servicios prestados hasta jóvenes que se estrenan en un proceso selectivo. Como Paula García, que también sale satisfecha. «Creo que me ha salido bien, porque el tema que he elegido me lo sabía, aunque es verdad que luego dependes de muchas cosas», explica. Y es que sólo ha pasado la primera prueba y quedan varios pasos más que dar. Sin olvidar el peso de los méritos, entre ellos la experiencia previa, de la que carece, pues terminó la carrera hace medio año. De hecho, ha compatibilizado las últimas materias del título con la academia para preparar la oposición.

Su objetivo ideal es conseguir la plaza, «que sería el resultado del esfuerzo realizado durante años», aunque es realista. «Estaré satisfecha con aprobar», sentencia, pues al fin y al cabo le permitiría entrar en la bolsa de la especialidad, un paso fundamental para ir acumulando experiencia. No sólo en lo laboral, también desde el punto de vista administrativo: para subir puestos en la bolsa, ganando opciones en las adjudicaciones de plazas, y también para sumar más méritos de cara a futuros procedimientos selectivos.

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Siguientes pasos

El primer examen ha sido el teórico, en el que los opositores han tenido que desarrollar uno de varios temas que ha seleccionado al azar cada tribunal (dos en el caso de Audición y Lenguaje). Continuarán el próximo sábado, cuando se les convocará para que realicen el caso práctico, la segunda prueba de la primera fase. Aquellos que consigan una media de al menos cinco sobre diez entre ambas pasarán a la defensa de la programación de aula y de la situación de aprendizaje. A diferencia de la última oposición, que fue extraordinaria al destinarse a la estabilización de interinos, esta convocatoria vuelve a tener exámenes eliminatorios. El siguiente paso, para los que continúen en la lucha, será la valoración de los méritos: académicos, laborales y de formación continua.

También ha sido la primera oposición de María Martínez. Está satisfecha, pues aunque los temas de su tribunal no eran los que mejor llevaba preparados, ha podido recomponerse. «Convertirse en funcionaria de carrera da tranquilidad, pero sobre todo es una motivación añadida para darlo todo en el aula», reflexiona. Desde el pasado septiembre prácticamente ha dedicado todo su tiempo a estudiar.

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A Claudio Montesinos, que ya había concurrido a oposiciones previas, le ha sonreído la suerte. Reconoce que apenas ha podido prepararse, pues en los últimos meses consiguió trabajo de educador en un centro social, pero una de las dos bolas extraídas contenía el tema al que había destinado sus esfuerzos en la última semana. Su sueño es el compartido con el resto de aspirantes. «La estabilidad económica y laboral es imprescindible, y más en estos tiempos en los que estamos, aunque también resulte muy difícil», resume.

Por contra, el azar no se ha puesto de lado de Elena, que abandona el tribunal poco antes de las once. Ninguno de los temas que han salido los tenía controlados, pues no ha podido dedicarle a la oposición todo el tiempo que hubiera querido. «He estado trabajando todo el año, y las oposiciones docentes requieren una dedicación y un esfuerzo brutal», reflexiona.

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Los datos

Según los datos facilitados por la Conselleria de Educación, se han inscrito 17.215 personas, contando también a los funcionarios de carrera que aspiran a conseguir una especialidad distinta a la actual, un procedimiento diferente al de ingreso en el cuerpo. Para este, el que consiste en conseguir plaza definitiva, participarán casi 16.000 personas, que optan a ocupar uno de los 1.865 puestos de la convocatoria.

Para la organización de las pruebas se han constituido 404 tribunales o sedes: 150 en la provincia de Alicante, 54 en la de Castellón y 200 en la de Valencia. De esta manera la ratio de aspirantes para cada uno se sitúa en 42, una de las más bajas de los últimos años, lo que en teoría debe aliviar la carga de trabajo de los docentes elegidos para evaluar a los opositores. Y también para agilizar el proceso, pues los resultados definitivos deben llegar antes de que se realicen las adjudicaciones de plazas del próximo curso. De hecho, el adelanto de las fechas respecto a convocatorias anteriores se justifica en ganar algo de tiempo para garantizar la resolución del procedimiento.

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Según la lista definitiva, exactamente se ha admitido a 15.830 opositores, contando tanto a los que optan al turno libre como a las personas que participan en el cupo por diversidad funcional. Pero la cifra final será menor, pues parte de ellos (en algunos tribunales bastantes) no llegan a presentarse.

La mayoría pertenecen a las dos especialidades principales, Infantil (5.813) y Primaria (4.961), que son las que más puestos incluyen (548 y 517), por lo que la ratio de aspirante por plaza se sitúa en 10,61 y 9,59, respectivamente. En Inglés la cifra es de 976 para 177 puestos (5,51), en Música de 427 para 41 (10,41), en Audición y Lenguaje de 1.144 para 188 (6,08) y en Pedagogía Terapéutica de 1.790 para 382 (4,68). Respecto a Educación Física, hay 719 admitidos para 12 plazas, lo da como resultado una ratio elevadísima: 59,91.

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Las últimas oposiciones convocadas para el cuerpo de maestros se celebraron en 2022. Sumaron 19.000 inscritos para 1.228 puestos, lo que significa que la actual convocatoria experimenta un significativo descenso, fruto de la influencia del concurso de méritos de estabilización de interinos del año pasado, que permitió a muchos de ellos convertirse directamente en funcionarios de carrera con plaza fija. De ahí la menor demanda.

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